La primera dama

Su nombre en mi piel

Los días pronto pasaron y la calma de Sofía pronto se desvaneció, aun con la suplica de su amiga tomo vuelo a las islas Mauricio.

Al llegar al hotel, se registro y subió a su habitación.

Sus padres le habían regalado los pasajes y también la estadía, pero Sofía no quería incomodar a Santiago por lo que después de la boda llamo a su asistente para que reservara una habitación en el hotel.

Después de su registro subió a su habitación dejo sus cosas y salió a dar un paseo a orillas del mar, se alejo bastante de la multitud y se sentó en la arena para contemplar el atardecer, viendo sus manos la gena aun permanecía aun después del lavado.

Era como si desease permanecer impregnado.

Sofia estaba tan metida en sus pensamientos y la vista tan hermosa delante de ella donde el sol caía poco a poco dejando a relucir los últimos rayos en el horizonte y bañando de un color dorado el agua…que no presto atención a la pareja que se acercaba a ella.

***

Santiago y serena salieron a pasear debido a la solicitud de ella, al llegar al hotel se registraron y hospedaron en la misma habitación la cual fue reservada para su luna de miel ya que no había más habitaciones disponibles.

Creí que Sofía aún no había llegado dado que no hubo ningún equipaje suyo en la habitación, pero al verla sentada tan tranquila mirando el horizonte se sintió molesto de alguna manera, así que se acercó junto a serena.

-No piensas saludar.

Al escuchar la voz Sofía se sobresaltó, al levantar la cabeza pudo observar a un hombre apuesto con una cabellera negra y revuelta por el aire unos ojos oscuros como la noche estrellada, nariz aguileña y unos labios delgados, al lado suyo sosteniendo su brazo se encontraba una mujer extremadamente hermosa al estar juntos los hacia ver como la pareja perfecta.

Se levanto tranquila y mansamente saludo.

-Hola Santiago, el atardecer es hermoso no lo crees, los dejo para que lo disfruten.

Después de decir eso tenía planeado irse sin armar ningún alboroto no había razón alguna para hacerlo, pero al pasar por su lado Santiago la tomo del brazo.

-Donde te estas quedando.

Al ver su reacción Sofía solo podía confirmar su ubicación y retirarse a pesar de no tener ningún sentimiento al lado de Santiago, pero aun así sentía que traicionaba a su familia y así misma al permanecer al lado de su esposo y su amante como si fueran todos amigos por lo cual decidió marcharse después de acordar una reunión.

-En el hotel, ven mañana temprano necesitamos hablar te estaré esperando es la habitación 1309.

Tiro de su mano y se fue, Santiago por su parte no pudo evitar reír sarcásticamente.

-Ella no se lo dirá a su hermano verdad.

Al ver su interacción serena tenía la intención de avivar el odio de Santiago.

-No te preocupes no dirá nada.

-Yo…Santiago…hubiera sido mejor si no viniera…ustedes están casados…y…yo…no debería de hacer esto.

Después de decir eso serena se cubrió el rostro y lloro.

-No digas eso, yo te traje y prometí protegerte…ella no puede hacer nada por el momento…y por el matrimonio no tienes que preocuparte, planeo divorciarme.

Santiago la abrazo sintiendo una enorme culpa por estar haciéndola pasar por esto a causa de Ricardo y Sofia, pero lo que no sabia es que en sus brazos Serena mostraba una sonrisa complacida.

***

Sofia regreso a su habitación luego de cenar en el restaurante y se recostó a dormir después del día tan agotado que tuvo.

A la mañana siguiente se levantó temprano y salió a correr a orillas del mar para ver el amanecer en las aguas y hacer algo de ejercicio, le encantaba sentir el cambio del día, después de correr alrededor del mar regreso a su habitación y se dirigió al baño para tomar un baño.

Al salir de la ducha encontró a Santiago sentado en el sofá de su habitación, lo cual la sorprendió.

-Ahhh…que haces acá…tu date la vuelta…no mejor sal hasta que me cambie.

Dijo Sofia sosteniendo la toalla que envolvía su cuerpo, Santiago la miro y no pudo evitar quedar fascinado por su figura, el aroma que desprendía de su cuerpo e inundaba la habitación, un aroma a rosas y frambuesas que lo hizo sentir de alguna manera cómodo, pero al verla avergonzada decidió salir de la habitación.

Después de cambiarse Sofia le abrió la puerta para que entrase, le sorprendió bastante que Santiago apareciera en su habitación sin tocar la puerta, aun si fue así, estaban casados por lo cual no había nada de malo, pero cuando lo vio, observándola de una manera poco común pensó que echarlo sería mejor para evitar que confundiera las cosas y la acusara de intentar seducirlo.

-Lo siento por lo de antes…pero…no sabía que te avergonzaba mostrarte así delante de tu esposo.

Santiago se sentía realmente confundido, “si insistió en casarse por que evitarme aun si no intentaba seducirme por que echarme como si fuera un completo desconocido cuando compartimos de todo en el pasado”, por su lado Sofía aún se sentía incomoda por lo ocurrido, sin embargo solo debía mostrarse como si no le tomase importancia a sus comentarios y actuar con serenidad y firmeza.

-Eso…como entraste.

Responder esa pregunta era algo fácil de responder, pero difícil de explicar dado que nadie le di autorización de ingresar a la habitación por lo cual solo decidió actuar como si lo ocurrido fuera algo normal.

-Servicio a habitación…la empleada traía el desayuno y decidí entrar y esperarte.

-Ohhh…no lo vuelvas a hacer, ahora sentémonos a desayunar para hablar.

- ¿De qué? ¿de cómo es que conseguiste una habitación si las habitaciones han estado ocupadas todas? O ¿de como escapaste y realizaste un espectáculo para todos tus seguidores?

-Lo reserve después de nuestra boda y sobre el haberme escapado, eres el mayor responsable aun si desee hablar contigo nunca apareciste, no había a quien comunicarle mi decisión por lo cual decidí actuar por mi cuenta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.