La primera dama

Te olvide

-Diré que me enamore de otra persona y no puedo continuar con nuestro matrimonio, además cariño nadie en el país conoce mi identidad como tu esposa.

-Entonces tú te sacrificaras…jajaja…y que lograrías tu con eso.

-Tu protección, aun si nos divorciamos y te vuelves a casar, seré tu exesposa y tiene una responsabilidad conmigo por eso, se que proteges muy bien de los tuyos.

Santiago se levanto dispuesto a irse, por alguna extraña razón se sentía molesto, al verlo queriéndose ir Sofia lo agarro de la mano, cuando Santiago vio su mano sujetándolo no pudo evitar ver el hermoso diseño de la gena, ayer aun con el atardecer se podían notar los leves trazos, pero hoy con el día se podían ver aun mas cuan perfectas eran. Agarro la mano y la giro para ver la palma en el centro con leves trazos ya borrosos se encontraba escrito un nombre.

- ¿Santiago?, aun cuando dices no amarme llevas mi nombre escrito en tu piel.

-De que hablas.

Ahora Sofia se sentía inquieta y nerviosa no solo fue que la vio semi desnuda al entrar sin aviso ahora resultaba que era su nombre el cual estaba escrito en su mano, se sentía extremadamente indefensa ante sus reclamos.

-Está escrito en tamil, pero aun así dice Santiago.

Santiago no pudo evitar mostrar una sonrisa al verla confundida y avergonzada, al ver su nombre tatuado en su piel aun si este era borroso le daba una sensación de triunfo y tranquilidad saber que ella le pertenecía.

-Nos vemos luego.  
 
Se acerco a Sofia y le dio un ligero beso en los labios y se fue mostrando una sonrisa que nadie se la podía quitar.

- ¿Que se supone que fue todo eso? ¿cómo es que tengo su nombre en la mano? y ¿por qué él sabe tamil? Ahhh…Aisha te odio.

Sofia estaba ruborizada por la vergüenza no entendía su comportamiento y aun si eso la desconsienta, lo que la confunde mas es la inexplicable sensación de calidez que siente al rosar sus labios.

Los días posteriores a ese Sofia salió a recorrer todo el lugar, la playa y el hotel es si todo era paradisiaco, hablo previamente con Santiago para que pasasen juntos el ultimo día y de esa forma pudiesen tomar fotos para mostrárselas a sus familiares y amigos.

-Entonces mandaste de regreso a tu amante.

-Es mi novia.

Santiago no entendía por qué, pero la indiferencia de Sofia ante la situación en la cual ambos se encontraban lo molestaba, creía firmemente que solo era odio por obligarlo a casarse entonces por que cuando hablo del divorcio lo tomo de manera tan relajada se sintió molesto.

“que pretendes Sofia porque no logro descifrarte”

Ante la respuesta de Santiago, Sofia soltó una carcajada.

-y yo tu esposa, que situación más graciosa…bueno hoy iremos a dar un paseo en el mar un paseo en bote y unas fotos en el hotel y para culminar una caminata a orillas del mar.

-Te parece si desayunamos primero.

-Bien y de paso me cuentas tus propuestas, quiero ver si puedo ayudarte en algo.

Sofia y Santiago, desayunaron y conversaron de las propuestas para la mejora del país no solo en el desayuno si no en todo el transcurso del día.
Al finalizar el día se encontraban caminando a orillas del mar donde la luna menguante se imponía en el cielo acompañado de constelaciones alrededor. El silencio entre ambos era tan cómodo como si se conocieran de toda la vida que incluso, era tan cómodo solo mirar el reflejo del cielo en el mar era el ambiente perfecto.  

-Haahhh

- ¿Por qué suspiras?

Sin darse cuenta Sofia recordó los días en los cuales se pasaba todos los recesos en el colegio conversando con Lion sobre la mejora para el país, el tiempo pasaba rápido pero nunca se cansaron de eso todos sus planes sueños y promesas, terminaron en un abrir y cerrar de ojos, una lagrima bajo por sus mejillas sin siquiera poder detenerlo.

-Solo pensé que harás un buen trabajo en los años de gobierno.

Santiago voltio y al ver la lagrima que bajaba no pudo evitar sentirse culpable, estiro una mano y se la seco, era inevitable no fijarse en una mujer inteligente y astuta sin embargo aun sentía que había algo que escondía en su corazón y no estaba dispuesta a contárselo.

-Ya lo creo, seria realmente bueno si pudieras entrenar a serena.

Aun si era así, Santiago preferiría verla enojada a triste, por lo que cambio de tema deliberadamente.

-Te lo digo Santiago, mantén a esa mujer fuera de mi radar, puedes tener tantas mujeres como quieras mientras estemos casados, pero nunca en tu maldita vida se ocurra poner a una delante mío mantenlas lo más lejos posible.

-Dices que puedo tener amantes, pero no permites que estén a tu lado, porque podrías golpearlas, si esta celosa solo puedes decirlo.

-No seas infantil, quien en su sano juicio espera que su esposa y amante sean amigas, estás loco.

-En verdad me has olvidado.

Sofia camino unos pasos delante suyo, lo miro con una sonrisa desconsolada y hablo.

-Te deje de amar y te olvide hace trece años, no guardo ningún sentimiento hacia ti, en este momento nuestra relación es como un libro nuevo, son hojas blancas que van siendo escritas poco a poco, no espero que me creas ni pido que me ames, pero si podríamos ser buenos aliados y amigos en el tiempo que nos queda no lo crees.

Santiago se reusó a creer en lo que veía y escuchaba, algo el fondo de su corazón deseaba albergar la idea de que ella aun lo amaba, cada vez que escuchaba de su boca decir eso sentía como si alguien apretara con fuerza su corazón.

-Qué pasa si digo que no puedo creerte, siento que pretendes ser madura, pero en cualquier momento saldrá esa niña caprichosa que me seguía a todos lados.

-Eso se acabó, al igual que mi niñez e crecido y creo que el tiempo de rogar por amor también, no deseo forzarte a seguir con este matrimonio por ello te daré el divorcio, luego de conseguir lo que deseo.

Santiago no pudo controlar su enojo al escucharla hablar de esa forma por lo cual alzo la voz al hablar.




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