La primera dama

Santi

A la mañana siguiente Cinthya iba entrando por la puerta con Max y Rex, dos perros de raza husky siberiano que Sofia había adoptado luego de que fueran rescatados de un incendio hace dos años, siempre estuvieron con ella en Europa y ahora que permanecería ahí un tiempo quería tenerlos a su lado.

Al verlos llegar Sofia sintió una enorme alegría y por su parte los perros ladraban repetidamente como si regañaran a Sofia por haberlos abandonado por mucho tiempo, jalaron de la correa con fuerza por lo que Cinthya no pudo detenerlos y estos corrieron hacia Sofia y se lanzaron encima suyo tumbándola.

-Max, Rex basta...jaja...no me laman...QUIETOS.

Al escuchar la orden de Sofia los perros se detuvieron y se sentaron delante de ella agachando la cabeza, Sofia los miro y sintió una enorme culpa por no poder enojarse con ellos.

“que hare con ustedes chicos, sencillamente no puedo enojarme si ponen esa carita”.

Cinthya ha estado todo en tiempo con ella durante los últimos 5 años y sabia cuan preciados eran los perros para Sofia, ya que ella jamás los había abandonado más de una semana.

-Se nota que la han extrañado mucho, señora.

-Si ya lo noté, pero no me digas señora me siento incomoda...por los años que llevamos estando juntas puedes llamarme Sofia y si no te gusta señorita.

-Está bien señorita, disfruto su viaje.

-Hum...realmente lo hice.

Cinthya la miro y pudo notar que las cosas no iban bien por lo que la aconsejo.

-Señorita, si no es muche descortesía de mi parte me gustaría darle un consejo.

-Nunca dejaras el formalismo verdad.

Sofia al volver el rostro para verla noto que le esquiaba la mirada, por lo que solo pudo dejar que eso continuase así.

-Puedes decirme no te quedes callada.

-No puede simplemente divorciarse ¿por qué razón debe sufre en este matrimonio?, un matrimonio sin amor no funciona y si hay niños es peor solo se lastimarán más, porque no se divorcian y cada uno sigue por su lado no...me...gustaría ver llorar a la señorita.

Después de decir aquellas palabras sus lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

Sofia la miro y se acercó a consolarla, una joven de apenas 20 años que sufrió abusos hacia su persona y hacia su madre por culpa de su padre, pero aun así trato siempre se mostrarse fuerte y madura en todo momento.

-Se que piensas que no estaré bien, pero créeme él solo debe protegerme en todo momento y nunca en su vida se atrevería a lastimarme, después de todo Ricardo no es alguien con quien se pueda jugar.

-Es cierto, me alegra que tengas alguien en quien confiar y que te proteja, pero no olvide que yo también la puedo proteger.

-Lo se Cinthya, pero ahora no deseo que le hagas nada, dime cómo vas con todo lo que te ordene.

-No se preocupe la sede se moverá temporalmente al país, al menos hasta que la obra este completa...lo demás que me pido que investigara, su esposo lidera las encuestas ahora que se dio a conocer que es un hombre casado y por supuesto que tiene una familia completa.

-En cierto modo la gente es predecible les gusta que el hombre que los va a gobernar sea decente con principios y por su puesto un hombre de familia.

-Tiene razón, ahora el problema es la prensa amarilla, estarán detrás del señor a todo momento, por lo que será complicado para el venir a casa y que usted no sea descubierta o que él pueda ir a ver a esa mujer sin levantar sospechas.

-Él lo sabrá manejar...elegiste los sirvientes.

-Si también les indique que deben mantener silencio y que recibirán una remuneración cuando su periodo de empleo termine.

-Bien ahora ve a arreglarte que en la noche tengo una cena con los amigos de Santiago y desearía que estuvieras presente.

-Así lo hare, ahora me retiro.

Después de que Cinthya se fuera, Sofia llevo a los perros a su casa y jugo un rato con ellos, luego los amarro para que no causasen disturbios.

***

Santiago se encontraba en su oficina perdido en sus pensamientos mientras serena le daba masajes en la cabeza.

-Santi...

Al escuchar la forma con la cual lo llamo no pudo evitar que unos recuerdos se filtraran a él.

Una Sofia de unos 5 años corriendo y cantando alrededor de él, mientras cantaba una canción de cumpleaños al finalizar gritaba como si de eso dependiera su vida.

-Santi, sopla la vela y pide un deseo...vamos Santi el deseo que pediste te lo voy a cumplir dímelo.

La niña era tan inocente y siempre llevaba una sonrisa en el rostro mientras corría detrás suyo para todos lados, como si eso fuese el deporte más atractivo del mundo.

Al ver que Santiago no respondía, Serena volvió a llamar.

-Santi...

-No me vuelvas a llamar así.

-Está bien, pero te preguntaba si podemos cenar juntos, me recomendaron un restaurante nuevo que acaba de abrir y me gustaría ir.

-Lo siento, pero hoy tengo un compromiso al cual no puedo faltar.

-Yo...yo...entiendo.

 

Al ver que Santiago no reacciono ni a sus actitudes, podía decir que Sofia debía de estar haciendo algo.

“maldita no me lo vas a quitar él es mío, y nadie me lo va a quitar”

-Estoy un poco ocupado podrías retirarte, te veo otro día.

Serena se encontraba molesta, por la actitud de Santiago hacia ella, pero debía salir por esa puerta feliz o de lo contrario podrían comentar a sus espaldas y lo único que tenía para enfrentar a Sofia era que todos los empleados la confundieran con la esposa de Santiago, ya que no comunicaron la identidad de la esposa.

***

En la noche Sofia ya había terminado de cocinar y acomodar la mesa cuando tocaron la puerta y Cinthya se dirigió a abrirla, fue la primera en llegar por lo cual estuvo ayudando a Sofia.

Mientras Cinthya se encargaba de los invitados Sofia subió a cambiarse la ropa para atenderlos.

Cinthya abrió la puerta y entro Carlos y Santiago.

Al no ver a nadie cerca para recibirlo Santiago pregunto a Cinthya.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.