La primera dama

Rosas

Capitulo 33:

Serena se encontraba molesta, Santiago estuvo evitándola todo este tiempo y ahora Sofia venía a la oficina, mientras ella hablo relajadamente con Santiago en el interior, ella debía quedarse sentada afuera esperando.  

Al principio se ofreció a prepararle el café por que deseaba ingresar a la habitación de Santiago y dejar algo suyo ahí para así demostrar que todo en un futuro le pertenecería, pero Santiago no la dejo ingresar y contrario a eso le dijo que podía ir a la sala común de los empleados de piso y prepara café.

Sin embargo, al regresar se encontró con Enzo en la puerta, ansioso, quería ingresar, pero él le prohibió el paso y dijo que esperase porque Santiago se encontraba con una visita importante, espero pacientemente, pero contrario a su imaginación quien salió de la oficina no fue un socio si no Sofia.

Al verla sintió rabia, porque Sofia podía estar cerca de Santiago y ella solo debía esperar, espero demasiado en todo ese tiempo fuera del país, ella le robo todo, novio, familia y estatus en el pasado, y nuevamente o estaba haciendo el presente.

Se acerco a Sofia, con la clara intención de derramarle el café encima suyo, al percatase de sus intenciones, Enzo la cubrió y el café cayó encima suyo.

-Señor Enzo yo lo siento, no era mi intención...tropecé y usted.

-Está bien señorita, puede pasar ahora no hay nadie en la oficina del presidente.

-Gracias...un gusto verla nuevamente, espero podamos hablar con calma en el futuro.-hablo mirando a Sofia.

Después de eso entro a la oficina de Santiago y Sofia al ver la espalda de Enzo mojada, pudo notar que había sido probablemente una quemadura fuerte.

-Necesitas tratarte eso.

-Yo...lo hare, no es nada grave.

-Déjame revisarlo así me sentiré más cómoda, era más que claro que ese café era para mí.

-Gracias señora, pero como podría permitir que usted me curara soy un simple empleado.

-Señorita, no soy tu señora, lo dije claramente no trabajas para mí, si me llamas señora tan descuidadamente en el futuro enfrentaras un despido y no deseo eso, haces bien tu trabajo y por eso eres el jefe a cargo de todos los secretarios de Santiago.

-Bien, no planeo retrasarla, puede irse por mí no se preocupe iré al hospital para ver la quemadura.

-Estaré más tranquila si lo haces ahora me voy.

Enzo quedo fascinado por belleza y actitud de Sofia, contrario a ella Serena era una mujer ambiciosa.

***  

Sofia paso por el mercado a realizar las compras, además de pasar a ver como se encontraba la infraestructura y los servicios de este, tenía suficiente dinero para ir a un supermercado, pero en el pasado iba con Lucia y su madre a los mercados de barrios bajos y encontró que en cada puesto el vendedor o vendedora tenía una historia de cómo sus productos llegaron al lugar, era un ambiente mucho más animado de lo que era un gran supermercado.

Después de las compras se apresuró a regresar a casa, para realizar los preparativos y cocinar la cena, al llegar y pasar a la cocina encontró a Rosario la nana de Santiago cocinando el almuerzo.

-Nana, volví.

-Mi niña, fuiste de compras nuevamente cuando te dije que podía hacerlo cualquier muchacha.

-No me molesta además hoy vendrá madre por lo que quiero cocinar algo rico para ella, desde que llegaste no he puesto un pie en la cocina, pero hoy debes permitirme cocinar...sí.

-Está bien, pero ahora ve a cambiarte, ponte algo más cómodo, porque después del almuerzo empezaremos y voy ayudarla, aunque no quieras.

***  

Santiago por su parte, se encontraba abarrotado de papeles, pero debía llegar temprano a casa por lo que tomo el intercomunicador y llamo a Enzo sin embargo este no contesto hasta pasado dos timbres.

-Si presidente.

-Pasa a mi oficina.

Enzo se apresuró allegar y al entrar pudo ver el semblante cansado de Santiago.

-Algo en que lo pueda ayudar.

-Quiero que reprogrames toda mi agenda, hoy saldré temprano.

-Pero la reunión de hoy es importante.

-Se que puedes hacerlo, y si no se puede posponer, represéntame lo has hecho en el pasado no veo problema alguno en que lo vuelvas a hacer.

-Aun si lo represento el contrato debe firmarse.

-La firma puede realizarse mañana.

Después de decir eso, salió de la oficina y se dirigió a una florería, compro rosas rojas y manejo a casa.

Al llegar encontró a Sofia y su nana con delantales cocinando.

Rosario levanto el rostro y vio a Santiago con flores en la mano, sonrió ante el acto del joven.

-No trajiste flores para tu nana también.

-Lo hare en el futuro.

-Muchacho mal agradecido, ahora que te has casado solo tienes ojos para tu esposa y te has olvidado de esta anciana.

Sofia los miro y no pudo evitar sonreír al ver su interacción.

-Nana...las flores las traje para Sofia como disculpas por lo ocurrido en la empresa.

-Espero que no hayas hecho nada malo, Sofia en una buena niña y no me gustaría que la lastimaras con tus tonterías.

-Lo se nana.

-Bueno los dejo, ahora que Santiago llego, que te ayude a cocinar, debe aprender para en el futuro cocinarte.

-jaja.

Santiago se acercó a Sofia y le extendió el ramo de rosas.

-Lamento lo que ocurrió en la oficina.

-No ocurrió nada grave gracias a Enzo, pero Serena debería tener más cuidado.

-Me dijo que se tropezó y casi derramo todo el café sobre ti, prometí que no te encontrarías con ella, pero parece que soy ineficiente.

Santiago se sentía extremadamente apenado, cuando Serena se lo conto sintió una enorme amargura al pensar en que aquel café pudo haber caído sobre Sofia y lastimarla en ese caso no se lo perdonaría, después de eso Santiago envió fuera de la oficina Serena y le prohibió volver a la empresa en el futuro.

-No salí lastimada y eso está bien, ahora ponte un delantal y ayúdame a cocinar ya que nana se fue, las demás sirvientas están ocupadas, entonces eres el único que puede ayudarme.




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