La primera dama

rosas violetas y un mensaje

Sofia y Santiago llegaron a la mansión Caceres, todo el trayecto fue en silencio, Sofia quería meditar todo, aun después de su confección no supo que responder.

‘-te amo Sofia y esa es la única verdad.

-…

No tienes que contestar, si te lo dije, no es para que sientas la necesitas de corresponderme.

Luego de esa breve conversación, fue al garaje y saco un deportivo, “había olvidado que ricardo deja sus autos, votados en todos lados”.’

Al llegar a la mansión, sus padres la recibieron con una sonrisa y un brazo, en el fondo se encontraba mirando, al pie de las escaleras Ricardo.

-Hermanito no vas a saludarme. - dijo Sofia mientras lo miraba con cierto recelo.

-Claro que si mi princesa. -Dijo acercándose a Sofia y dándole un abrazo y beso en la mejilla, luego procedió a saludar a Santiago.

La pareja Cáceres estuvo conversando con Santiago sobre nuevas cooperaciones en el extranjero lo cual trajo a colación las palabras de Leandro.

‘-En verdad crees que perteneces a la familia Cáceres, te utilizaron, porque no averiguas que beneficios lograron tras tu matrimonio.’

Esas palabras martillaron en su cabeza y no pudo prestar atención a nada, hasta que una de las sirvientas se acercó con una caja.

-Señorita Sofia, esto es para usted.

Sofia se despertó de sus pensamientos y lo recibió sin tanto dilema.

Santiago que estaba a su lado pudo ver el obsequio y su rostro se contorsiono.

Sofia lo vio y luego vio la caja en su mano, era un ramo de rosas color violeta, y traía una tarjeta pegada encima de ellos. Creía que Santiago se las había enviado, pero al ver su rostro y el color de las rosas pudo adivinar de quien se trataba.

Se levanto con la caja en manos y se fue, al estar en un lugar más tranquilo lo abrió y leyó la nota.

[Una por cada año lejos de ti muñeca,

 te espero en el lugar donde todo comenzó a las 10 am.

   L. C.]

Sofia sintió una enorme oleada de emociones en su interior, no quería verlo por ahora, pero también había cosas que necesitaban ser aclaradas.

Dejo las rosas y la tarjeta sobre un taburete, y camino hacia donde estaba, faltaban pocos minutos para que fuesen las diez por lo que se apresuro a tomar su cartera para irse, sin embargo, Santiago la tomo de la mano como impidiéndole irse.

Bajo la mano de Santiago y se fue sin mirar atrás.

***

Santiago se encontraba sentado conversando con sus suegros cuando llego el presente, no pudo evitar los celos y la incomodidad al verlo, fue aun mas horrible cuando Sofia se quiso ir luego de leer el dichoso mensaje, tenía planeada retenerla, pero la mirada de Ricardo insinuaba que tenia algo de que hablar por lo cual la soltó.

Después de que Sofia se fue, Santiago camino al jardín y saco un cigarro, necesitaba calmarse, a pesar de saber que tanto el alcohol como el cigarro solo retrasaría su recuperación no pudo evitarlo.

Estaba en eso cuando Ricardo se acercó.

-Me das una.

Lo que Santiago le quería dar, pero no un cigarro sino un puñete por haberlo retenido. De igual forma se lo paso.

-Ten.

-Parece que la noche estuvo divertida, lástima que no estuve para verlo. -Dijo señalando la herida en su ceja y dando una calada a su cigarro.

-No es esto lo que planeaste.

-Tal vez, necesitabas pagar el daño que le causaste a Sofia con tu inmadurez.

-Eres un desgraciado.

-No…no…no…no, el villano es otro no yo, sígueme. -Dijo dirigiéndose al interior de la casa luego de apagar su cigarro.

Santiago hizo lo mismo y lo siguió, al llegar al despacho, Ricardo lo dejo pasar, para luego cerrar la puerta con seguro.

Camino hacia su escritorio y se sentó, luego de eso le indico a Santiago que se sentase.

-Donde fue Sofia. -Fue la primera pregunta, que Santiago hizo a Ricardo.

-Fue a ver a ese desgraciado, a estas alturas debe estar lavándole el cerebro.

-Como permitiste que se acercaran tanto, conoces la fama de la familia Cooper en el bajo mundo, aun así, permitiste que se acercaran.

-Es por eso que te necesitaba, por dicha razón los obligue a ambos a casarse.

-De que estas hablando.

-Siempre creíste que Sofia se caso contigo por que te amaba y luego de que te enteraste de su pérdida de memoria, ella solo dijo que necesitaba tu fuerza.

-Como sabes tanto.

-No nos fijemos en minorías…ella se llama Mariam Castillo, miembro de una familia de escasos recursos que fue aniquilada y luego incinerada en una noche, la obligue a casarse contigo para que ella supiese la verdad de lo ocurrido aquella noche.

-Leandro también la llamo de esa forma, que prendes.

-Tú que crees, es ella Sofia o solo una copia barata de ella y si así fuese que harías.

Santiago se quedo pensativo ante sus palabras, entendió lo que dijo, Sofia o Mariam paso por un enorme trauma de ahí sus pesadillas, pero como termino todo en esto si ella no es Sofia entonces solo es una impostora.

-Ella es Sofia Cáceres, la princesa del país x y no tengo dudas de eso, tu no aceptarías y mimarías tanto a una copia de tu hermana aun si la extrañas y anhelas el poder que te dio mi grupo tras nuestro matrimonio.

-En ese entonces mi madre se dejo morir lentamente, necesitaba desesperadamente una manera para que ella se aferrase a la vida y una tarde la encontré comiendo con Leandro, una fiel copia de Sofia eso era, vi mi esperanza en ella, la cura para el corazón afligido de mi madre, ahora que lo sabes que harás si ella no es Sofia.

Santiago se quedo paralizado, pero algo en su interior le gritaba fuertemente que ella era su Sofia, su princesa en su corazón, su niña y su esposa, lo miro de manera desafiante y respondió.




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