Santiago salió del despacho dejando solo a Ricardo y se dirigió a la habitación de Sofia, aun no creía todo cuanto había escuchado, Serena apareció en su vida como su salvadora y por su comportamiento benevolente y desinteresado jamás desconfió de ella, pero el descubrir que fue plantada por la familia Cooper solo hacía que su sangre hirviese.
“Creen que soy su maldito títere…aun si Ricardo declina no lo pienso hacer…veamos qué tan resistentes son.”
Hiba a abrir la puerta de la habitación de Sofia, pero no lo toco contrario de eso camino hasta el fondo del pasillo y ingreso al balcón. Tomo su teléfono móvil y llamo a uno de sus hombres, el cual los habían acompañado.
-Si señor.
-Comunícate con la gente de Ricardo y busques por toda la ciudad Arora y si es posible el país, quiero que no quede una piedra sin remover para encontrar a Serena, después de que la encuentres llévala al país Z y entrégasela a Carlos.
-Entiendo, será de acuerdo a sus órdenes.
Luego de eso corto la llamada. Y volvió a llamar, pero esta vez a Carlos.
-A quien quieres que mate…no estas de vacaciones, porque me llamas déjame disfrutar a mí también.
-Cállate y escucha, moviliza tu gente y registren todo el país, quiero a Serena, si la encuentran acá te la enviaran, dale una buena estadía en una de tus celdas.
-No le debías un favor a esa mujer, ahora deseas que acompañe ratas, en verdad tienes corazón tratando de matar a una mujer tan joven.
-Trato de lastimar a Sofia, además de que solo es un muñeco mas de la familia Cooper.
-Ya entiendo, pero si la asesinas, lo limpiaras tú, la muerte del loco que intento quemar a Sofia aun pesa en mi conciencia, además de que tenía familia el bastardo.
Santiago corto la llamada sin responder más, aquel hombre que intento quemar a Sofia ciertamente había tenido un mal final, salió de prisión, pero a las pocas horas empezó su cacería y antes de ser asesinado fue bañado en acido, no importa como lo piense fue poco comparado a lo que quiso hacer a Sofia y ahora cuando a Serena.
Ciertamente haría pagar muy caro su engaño a Serena, sus mentiras lo alejaron de Sofia y eso era algo que no se lo perdonaría aun si ella rogaba por su vida.
Camino de regreso a la habitación de Sofia, pero en el regreso vio una habitación conocida, la antigua habitación de Sofia, lo recordaba perfectamente por que cada vez que venía, Sofia lo llevaba para mostrarle sus nuevos juguetes o las fotos que ser habían tomado.
Abrió la puerta y prendió las luces, se mostro una enorme y hermosa habitación de color rosa, los edredones de la cama de princesa era color rosa, encima de esta un cuadro familiar, y en un velador al lado de su cama una foto de los dos juntos.
Se acerco al escritorio y es esta vio un álbum de fotos y un diario el cual estaba cerrada con un pequeño candadito.
Al no poder abrirlo se dedico a ver las fotos, y en todas ellas aparecían fotos de ella sonriendo y con su familia, pero ubo una foto que le llamo la atención, el día que la vio por primera vez.
‘-Saluda Santiago, ella es tu pequeña novia en el futuro será mi nuera y tu esposa. -hablo su madre mientras lo miraba con una sonrisa.
Se acerco al cunero y en ella reposaba una hermosa bebe con las mejillas rosas, estiro su mano para tocarla y la beba le sujeto de tal forma que no lo dejo ir.
-Parece que le agradas mucho. -hablo Eloísa.
Retiro su mano y salió corriendo sentía molestia, como podían decir que una beba será su esposa.’
Ahora que lo recuerda le causa mucha gracia.
Dejo el álbum a un lado y miro el diario, quería saber que tenía escrita, si en algún momento, Sofia desease recordar, esto era crucial, pero tampoco podía invadir su privacidad de una manera ruda por lo cual le dio vuelta y vuelta sin saber que hacer, busco en los cajones, pero tampoco encontró la llave, entonces lo recordó.
‘Sabes, la llave de mis secretos lo esconde Florentina.’
Ahora lo recuerda, la muñeca favorita de Sofia, se acercó a la estantería donde se encontraban colocadas sus muñecas, y abrió la parte de atrás donde se colocaban la batería, se encontraba la llave.
Dejo la muñeca a un costado y abrió el diario, esta tenía un montón de fotos pegadas, paso las paginas sin mucho interés, pero se detuvo en la última, esta estaba arrugada y tenia rastro de que hubiesen sido mojadas por lágrimas. Miro la fecha y decidió leerlo.
- ¡Boom!
Escucho el disparo y dejo todo en su lugar para dirigirse al despacho corriendo, Ricardo había dicho que deseaba morir, pero que había ocurrido, y Sofia, jamás se escucho ruidos de ningún carro.
***
Sofia estaba helada le había disparado a Ricardo.
-Vive bien, princesa. -fueron las palabras de Ricardo.
Sofia no pudo evitar derramar lágrimas y temblar, lo miro muestras él se cubría el lugar donde había recibido el disparo, por su mente pasaron cada uno de sus recuerdos, él estuvo cuando se sumió en la depresión, la salvo cada vez que intento suicidarse, incluso cuando estuvo en el extranjero el solo la mimo y cuido.
De pronto la puerta se abrió de una patada y por este ingreso Santiago y vio un escenario horrible, Sofia tenia un arma en la mano mientras temblaba en su lugar y Ricardo ya había caído de rodillas mientras se cubría el abdomen derecho donde había recibido el disparo.
Abrazo a Sofia y le arrebato el arma.
Pero no fueron los únicos en escuchar el ruido a los pocos segundos ingreso una Katya muy alterada y sus suegros quienes pegaron un grito luego de ver a Ricardo.
Katia corrió al lado de Ricardo, mientras Eloísa lloraba desconsolada a un lado y Gerardo llamaba a la ambulancia.
En los labios de ricardo Santiago logro leer unas palabras.
-Llévatela. -no lo pensó dos veces y se llevó a Sofia.