La primera dama

No la he olvidado

8:35 pm Ciudad Arora.

Después de un vuelo de emergencia Carlos y Cinthya habían llegado al hospital.

Sofía saludo a su asistenta y a Carlos, le causó extrañeza el que llegarán juntos, pero no dijo nada ya que la prioridad era su hermano.

Cinthya ingreso a ver el estado de Ricardo y converso con Sofía sobre su condición, el tiempo que tomaría su recuperación y entre otros temas.

Por su lado Santiago le dio una mirada a Carlos, como indicando que lo siguiera.

Llegaron a la cafetería del hospital y Santiago hizo una pregunta que sorprendió a Carlos.

-¿Que tienes con Cinthya?

-No es de tu incumbencia.

Santiago apretó los puños encima de la mesa y lo miro de manera amenazante.

-Carlos… estas hablando de la asistente de mi esposa, no voy a permitir que tus idioteces me traigan un problema con Sofía.

-Solo ignorarlo como siempre… ambos somos adultos y sabemos lo que hacemos.

-Si no tienes intención de tener nada serio déjala.

-No lo voy a hacer… cuida de tu esposa y yo de mi vida…ella me gusta como ninguna otra mujer lo había hecho, es distante e indiferente a mi encanto…la quiero a mi lado, pero todo a su tiempo… solo guarda esto como secreto por ahora.

-Está bien, si haces algo mal seré el primero en partirte la madre…solo espero que Sofia no se entere.

-De que no debo enterarme. - hablo Sofía detrás de Santiago, ninguno de los dos se había percatado de la presencia de Sofía por lo que no sabía que decir.

Santiago volteo a verla y se sorprendió cuando la vio de manera relajada con un doctor a su lado.

-Es que Santiago, no quería que te enterarás que Serena esta desaparecida. – hablo Carlos.

Luego se eso se levantó y camino de regreso a la sala de Ricardo, sabia el problema que causaría su comentario, pero no le importó.

“Si me amenazas, debe haber consecuencias amigo.”

Dijo en su mente burlándose de Santiago.

***

Santiago no respondió al comentario de Carlos, solo se dedico a ver a Sofía quien frunció el ceño ligeramente y luego camino de manera tranquila con el doctor a otra mesa.

-Sofía. – dijo Santiago.

Se acerco a la mesa donde se había sentado con el médico, le sonrió a Santiago y luego al doctor para proceder a presentarlos.

-Carlos, te presento a Santiago mi esposo… y la mujer que está buscando es si amante. – fijo Sofia de manera irritada.

-Sofia. – dijo Santiago a modo de reprimenda para que no hablasen de sus problemas delante de otros.

-Santiago el es Carlos, tocayo de tu amigo…y ex prometido de mi hermana que en paz descanse.

Santiago se quedó en blanco al escuchar lo último.

Sabía que tenía una hermana de su familia adoptiva y que había muerto, pero jamás se imagino que muriera antes de casarse. Pudo ver en el rostro de Sofia cirta tristeza por lo que no dijo mucho, solo informo que la esperaría afuera y se fue.

Sofía lo miró irse y sintió una rabia.

-Estas bien Mariam. – habló Carlos, después de escuchar su comentario.

-Si no te preocupes por mi, dime como has estado desde la ultima vez que nos vimos…ya lo superaste.

-Lo aprendí a llevar con el tiempo, pero no es lo mismo… trabajo día y noche en el hospital para no pensar, pero creo que no puedo.

-Y no has pensado en volverte a casar, supongo que estás solo ya que dices que pasa la mayor parte de tu tiempo en el hospital.

-Es cierto…aun después de mucho tiempo, no he logrado olvidarla, soy feliz manteniendo su recuerdo a mi lado pero hay veces la extraño y es difícil continuar.

-Gracias, por guardar el recuerdo de mi hermana de esa manera.

-No hay por que, yo estoy agradecido de poder compartir mis sentimientos con alguien que la conoció bien.

Sofía sonrió leve y superficialmente para luego levantarse y estirar la mano para despedirse.

-Fue un gusto verte, pero debo irme o de lo contrario perderé mi vuelo.

Carlos tomó su mano y lego puso la otra encima de la mano de Sofía para hablar.

-Si pasa algo con tu matrimonio o familia no dudes en llamarme, siempre serás mi cuñada y estaré más que feliz de ayudarte en nombre de tu hermana.

-Lo sé, estaré bien solo quiero que trates a mi hermano y guardes en secreto si condición.

-No tienes ni que pedirlo, no fui yo quien eliminó tu historial médico… no has tenido más episodios similares.

Sofía se sintió culpable por dentro, pero no se lo dijo.

-No… cuídate.

Dicho eso Sofía se marcho… afuera del hospital la esperaba Santiago, Sofía solo se sentó y no hablo en todo el camino. Era algo que debía ocurrir siempre que viajarán… vinieron sin decir palabra alguna y regresaron de la misma forma, Santiago trato de hablar con ella, pero Sofía se negó.

Llegaron pasada la media noche a la casa, Sofía se dirigió a la cocina por algo para comer y beber, Santiago la siguió y al ver que sacaba de un estante una caja con chocolates sonrió, era algo que no había cambiado y eso era su obsesión por el chocolate. Sofía tomó toda la caja de chocolate y planeaba llevarlo a su cuarto, pero a la mitad del camino, Santiago la tomó del brazo y la llevo a uno de los sillones en la sala de estar… al llegar se sentó y sentó a Sofía en sus piernas para luego abrazarla de la cintura.

-Que tienes… Suéltame Santiago.

-No hasta que me digas por qué estás enojada.

-No lo estoy solo no me apetece hablar… estas feliz ahora.

Dijo Sofía queriéndose ir lo que hizo que el agarre de Santiago solo fuese más fuerte.

Santiago acuno su rostro en el cuello de Sofía y pudo percibir ese aroma que lo volvía loco.

-Solo te amo a ti… y el que busque a Serena no cambia nada.

-Es cierto…el que la busques no cambia nada, por que ya tengo listo los papeles de divorcio… me quedaré a tú protección como la hermana de tu amigo, pero el divorcio es definitivo.

Santiago la giro de tal manera que Sofía quedó a horcajadas sobre el.




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