Leandro espero poder encontrarse con Sofia, a pesar de lo ocurrido no se rendiría tan fácilmente por lo que decidió esperar el regreso de Sofia, no creía la historia de que ella hubiese ido por voluntad propia para él, estaba claro que Santiago la había obligado o eso es lo que quería creer.
Se encontraba en el hotel, cuando de pronto alguien toco la puerta y fue cuando abrió que se dio cuenta que las cosas pronto tomarían otro rumbo.
-Regina que haces acá.
-No dime tu, que estás haciendo…perdiéndote por una mujer la cual ahora esta disfrutando de una segunda luna de miel o en verdad crees que se fue por trabajo.
-Cállate. -dijo levantando la mano, pero luego el retiro haciendo un puño en ella. -por nuestra amistad, no hables mal de ella.
-Leandro acaso no te das cuenta, cuando lo aceptaras ella es Sofia…la misma Sofia que te rechazo y dijo que se casaría con Santiago…mira lo logro y no tardara en recuperar sus recuerdos en verdad todavía crees que te mirara, una vez recuerde quien es.
-Ella no es así…
-Por favor reacciona…tienes un hijo al cual no has visto por una semana, por estar esperando a aquella mujer…bien si yo soy el impedimento. -dijo sacando papeles de su bolso y llevándolo al interior, colocolo los papeles en la mesa de noche. -firmémoslo ahora, si ella no te hace caso ni con esto entonces debes olvidarla.
Leandro vio los papeles en la mesa y los firmo sin pensarlo mucho, poco después firmo Regina…las lagrimas en el rostro de Leandro se hicieron notorio y no pudo soportar mas los sentimientos encontrados, tenia a una persona que realmente se preocupaba por él, en todos esos años se sintió culpable por no corresponder su amabilidad, pero ahora con el divorcio creía que aun si el no encontraba su felicidad ella lo haría…
-Que hare si no acepta…si en verdad me olvido…
Regina lo abrazo y luego lo consoló. -Siempre me tendrás como amiga y tienes un hijo, nunca estarás solo…una vez regrese concierta una cita…sean sinceros el uno con el otro…si ella aun tiene sentimientos por ti, arriésgalo todo, pero si no lo hace olvídala…siempre estaré para ti.
***
Dos semanas habían pasado desde que Sofia fue de viaje con Santiago por lo cual era hora de volver, todo había marchado bien…la campaña, sus emociones se habían vuelto estables y Ricardo se había recuperado por completo…lo que aseguraba el inicio de una nueva batalla, si bien Sofia había perdido una vez y casi mata a su hermano esta vez haría hasta lo imposible para asegurar su victoria y enviar a Regina a prisión o matarla por lo que le hizo a su familia, esta vez no le importara a quien se lleve por delante.
Como sus emociones se habían vuelto estables, lo primero que haría seria recuperar sus recuerdos y la sala ya estaba preparada para su intervención una vez pisara la capital, no perdería ni un solo segundo más.
Al llegar a la capital, Santiago la llevo a la clínica para realizar la recuperación de memoria, la sala se en contrataba llena de aparatos.
- ¿Va a estar bien? -pregunto Santiago.
-Claro que si…deseo recordar, aun si es triste…quiero saber todas las cosas que se me han estado ocultando…quiero saber por que perdí mis recuerdos.
-Está bien.
Después de eso Sofia ingreso a la sala y Santiago espero afuera, adentro lo esperaba el doctor y tenia unos aparatos en las manos.
-Lista…-dijo el médico.
-Así es.
-Bien…recuéstese en la camilla. -Luego de eso coloco el aparto en la cabeza de Sofia. -utilizaremos esto para enviar pequeños estímulos a tu cerebro.
'Sofia se quedo dormida y lo primero que vio en aquel sueño o recuerdo fue. Era una hermosa fiesta, ella tenía como 5 años.
-Hermano, cuando llegara Santi…lo extraño mucho además de que la señora Raena es tan buena.
-Solo te preocupas por el…soy tu hermano y estoy aquí pequeña glotona.
-No lo soy.
-Sí lo eres.
-No lo soy.
Después de es pequeño fragmento pasaban uno y otro en el cuan compartía tiempo con su familia…pero por alguna razón en ningún recuerdo pudo ver a Santiago…lo único que veía eran sombras, pero nada concreto.'
La terapia termino y ella salió, al salir abrazo a Santiago. Se había dado cuenta que, a pesar de sus propias inseguridades, él fue el único que no necesito pruebas para saber que ella era realmente Sofia y eso la alegraba.
-Que paso recordaste algo lindo. -dijo Santiago, mientras acariciaba su cabeza.
-Si a mi familia...-dijo Sofia aun sin soltarlo.
-Es bueno…y recordaste las cosas que me decías…
-Santiago solo pude ver tu sombra, hay algunas cosas que no recuerdo.
-Tómalo con calma, es la primera terapia…estoy seguro que lo recordaras más adelante.
-Gracias por estar siempre conmigo.
-No tienes por qué…siempre voy a estar contigo princesa…no importa si me recuerdas o no…voy a lograr que tu corazón se incline hacia mí.
“Y si ya lo hizo.”
Sofia solo sonrió y luego de eso se dirigieron a su casa…dentro de unos días sería el debate y después de eso la segunda vuelta, por lo que querían descansar lo más que pudieran.
Al llegar a su casa Sofía corrió a ver a sus hijos perrunos y estaban con Lina.
-Creo que contigo a su lado se olvidaron de mí. -dijo Sofia acercándose a Lina. Los perros ladraban y saltaban alrededor de Sofía, Lina la vio y sonrió antes de saludarla.
-Me adoran, pero no tanto como a ti, después de todo eres su madre.
-Ya lo creo…esta vez no destrozaron nada verdad. -dijo agachándose para acariciar a sus mascotas.
-No lo hicieron. -dijo Santiago apareciendo detrás suyo.
Se acerco acaricio a los perros quien fueron a lado suyo y luego le dio a Sofía para que se levantara.