La primera dama

era mi amiga

capítulo 82:

Sofia y Santiago habían pasado tres días en la casa de playa, ya que el no planeaba dejarla ir, sin embargo, debían aceptar que sus días tranquilos habían terminado y debían volver a su realidad.

Sofia se levanto primero y vio el rostro de Santiago y por alguna razón sus manos delinearon su rostro con delicadeza, le parecía increíble tenerlo tan cerca y ser feliz de esa forma, cuando sus manos tocaron sus labios, Santiago hablo.

-Si despierto así…creo que querré otra ronda. -dijo mirándola de una manera picara.

Sofia se asusto y retiro su mano.

-Creí que estabas dormido.

-Me desperté al sentir tus manos en mi rostro...

-Si es así levántate.

-No quedémonos así un rato más…-dijo abrazándola. -no deberíamos practicar más si deseamos tener un hijo.

-No lo creo. -dijo Sofia ocultando su rostro.

-Mi madre quiere un nieto pronto y no me molestaría. -dijo besando el cuello de Sofia. -cumplir su deseo.

-Santiago hoy tengo terapia.

-Aún es temprano y podemos llegar a tiempo.

-No lo creo…-dijo entre risas.

-Yo sí. -dijo para luego ponerse encima de Sofía. -además le pago lo suficiente como para que cambie su horario de atención. -Dijo besando a Sofía.

***

En un hotel cinco estrellas se encontraban Regina, Leandro y su hijo, desayunando.

-Leo…cariño quieres ir a algún lugar…-pregunto Regina.

-Dicen que la librería es mucho más basta en información en este país.

-Eso lo mejoraremos en nuestro país más a delante…ehhh. -dijo Leandro.

-Lo sé, pero quiero libros nuevos.

-Porque no vamos a un parque de diversiones y luego comemos mucha comida.

-Siii. -dijo Leonardo.

-Leandro…no creo que sea buena idea. -reprendió Regina.

-Porque no, si a él le gusta está bien. -respondió Leandro.

-Su estómago es frágil, no puede comer demasiado.

-Pero mamá. -respondió Leonardo.

-Nada de peros, tu mamá tiene razón comeremos, pero poco…después de todo aun tenemos mas de una semana aquí.

Luego de esa breve conversación quedaron en salir al parque.

Se veían como una pareja realmente armoniosa, comieron helados y luego disfrutaron del parque caminando de un lado a otro.

***

Sofía y Santiago llegaron a la clínica para realizar la segunda terapia, según datos del médico después de esta el cerebro podría tratar de recuperar algunas cosas sin la necesidad de estimularlo.

Sofia se recostó para el procedimiento y esta vez pudo observar con claridad el rostro de algunas personas las cuales se le hicieron borrosas en algún momento, recuerdos con su familia y amigos.

Sofia se encontraba jugando cerca a la alberca del club, había ido con toda su familia cuando de pronto se acerco un hombre, con un chico a su costado…ella tenía alrededor de 10 años en ese momento.

-Hola me llamo…Leandro. -dijo el adolescente al acercarse a Sofía.

-Hola me llamo Sofía.

Sus padres se habían ido a conversar un poco lejos pero jamás perdieron de vista a la piscina, su hermano se encontraba, hablando con muchachos de su edad, por lo que se le hizo fácil entablar conversación con el nuevo niño.

-Ahhh…ahí viene mi amiga…Regina ven juguemos juntas. -de pronto una niña pelirroja se acerco a ellos, se quedo mirando un buen rato a Leandro para luego sonreírle.

-Eres nuevo acá verdad.

-Si mis padres…vinieron a este país a establecerse porque en EE. UU, no nos iba tan bien. -respondió Leandro.

-Regina por que no jugamos los tres a las escondidas. -pregunto Sofía.

-No…estoy muy grande para eso. -dijo Regina.

Leandro miro con una dulce sonrisa a Sofía y luego dijo. -si quieres podemos jugar solo los dos, que te parece si yo cuento y tú te escondes.

-Está bien. -dijo para luego correr a esconderse.

Regina por su parte estaba tan enojada por que la habían excluido que se quedó en la piscina.

El escenario cambio muy rápido a cuando ella tenia doce años, era muy amiga de Leandro y Regina y se pasaban horas en el club jugando o en casa de alguno, el problema fue aquella mañana en la cual los padres de Leandro, junto con él se presentaron en su casa a pedir su mano.

Al tener poco tiempo en el país, necesitaban la ayuda de una familia que ya hubiese ganado un nombre o hubiese establecido sus bases, a pesar de haberse convertido en la familia más rica del país X al tiempo de su llegada, eso no quitaba el hecho de que no tenia la confianza del mercado lo cual dificultaba su establecimiento…lo que hizo que el padre e Leandro pensase que la solución más fácil seria casar a su hijo con quien en ese momento se había vuelto en la segunda familia mas poderosa del país…tuvieron cooperaciones, pero eso no era todo lo que quería.

Sofia se encontraba en la sala por lo que escucho la conversación, había recibido todo lo que quería y era muy amiga de Leandro, pero en su pequeño corazón solo tenía a Santiago.

-No quiero…todos dijeron que me casaría con Santiago…no me casere con nadie más. -dijo mientras lloraba.

-Princesa no es así…solo están conversando no es un hecho. -dijo Ricardo consolándola.

-Quiero que se vayan…Leandro eres malo…te dije que me casaría con Santiago. -seguía diciendo Sofía.

-Sofí…yo no. -no termino de hablar cuando Sofía boto un jarrón y grito.

-YA NO QUIERO SER TU AMIGA.

La terapia termino y por los ojos de Sofía ya corrían lágrimas, no podía entender que había pasado y como, resulto ser que su enemiga era su mejor amiga y que además de eso había lastimado a Leandro sin darse cuenta…recordar el rostro del niño el cual se veía adolorido por sus duras palabras era como una apuñalada en el corazón.

Al salir se encontró con Santiago y este al verla así él la abrazo, Santiago la consoló, no quiso preguntar que episodio de su vida había recordado, mientras estuviese bien no le importaba.




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