La primera dama

Regreso de Serena

Gorra. 99: 

Serena tomo el primer vuelo de la noche para ir al país Z, estaba convencida que no importaba el método que usase lograría tener de vuelta el corazón Santiago, aun si sus actos se hicieron que él, la odiase, apelaría a sus acciones del pasado para lograr ablandar su corazón y revivir sus sentimientos del pasado no importaba si solo era culpa y el sentimiento de sentirse bien con el mismo, mientras pudiera estar con él se encargaría de que a poco sus sentimientos cambiaran. 

Al bajar del avión, reviso sus mensajes y se encontró con un mensaje que la sorprendió.  

“Hoy me reuniré con ella dentro de 2 horas.” 

Serena tomo sus cosas y se apresuró en llegar al hotel, dejo sus maletas con su asistente y subió a la habitación de Leandro con solo su bolsa de mano. 

Toco la puerta ya los pocos segundos su medio hermano habia abierto la puerta. Tomo la postura que siempre mostro a todos y de la manera mas despreocupada y sarcástica hablo. - Pero que animado hermanito, el amor te trae mal. 

-Que quieres no estoy de humor para atenderte...y no me llamas hermano, por que aun si compartimos la misma sangre, eres solo la bastarda de mi padre. - dijo Leandro, mostrándole la posición que ella ocupaba en su familia. 

-Eres muy duro conmigo hermanito.- dijo serena acercándose a él y alargando su mano para acariciar su rostro, cuando Leandro de la manera más fría retiro su mano. 

-No uses truquitos conmigo, di lo que padre te mando a decir y lárgate. 

-Mmmm...porque estas apresurado. -dijo Serena haciendo pucheros.-siempre quise un hermano menor y ahora que lo tengo, no puedo aferrarme a él, mi corazón duele de solo pensarlo. 

Leandro se encontró molesto por su actitud era claro que su padre la había mandado por algo, pero sus ambigüedades en las respuestas lo estaban cansando, por lo que levanto la voz. 

-SEREN... 

-Bien, bien.-dijo Serena mientras levantaba las manos como señal de rendición.- solo que de tanto hablarme dio sed, serias tan amable de prepararme un té de manzanilla, por favor endúlzalo con miel, un poco de azúcar y unas gotas de mucho amor. -Dijo antes de quiñar un ojo. 

Lion estaba cansado de su actitud, pero no podía hacer mucho, por lo que le preparo el té con la convicción de que al sacarle la información la botaría. 

La suite contaba con una cocina, por lo que pudo preparar la manzanilla sin ninguna dificultad y luego regresó a la sala para dárselo. 

-Ten, bébelo y habla para que te vayas. 

-Nuevamente eres cruel.-serena tomo un poco de su té y luego lo dejo antes de levantarse y hablar. -padre pide que vuelvas de inmediato para que continúen las lecciones de traspaso. -luego de eso serena se levanto y se fue. 

Al salir de la habitación, llama a su asistente. 

-Está todo listo. -pregunto a Serena por el teléfono. 

-Si. - respondió el otro lado de la línea. 

-Bien...es hora de llamar a nuestro invitado. 

*** 

Santiago se encontró revisando unos papeles en su empresa cuando recibió una llamada, decidió que había salido más temprano de lo habitual de la mansión, por algunos proyectos por terminar. Contesto la llamada sin interés alguno. 

-Espero, por tu bien que la llamada sea de carácter de urgencia o de lo contrario no lograremos comprendernos.-dijo Santiago. 

-Cariño...cuanto tiempo sin escuchar tu voz...yo también te extrañaba. -se escuchó por la línea del teléfono. 

Déjate de tonterías Serena...soy un hombre ocupado y casado...-antes de que pudiera decir algo Serena hablo. 

-Hablas de la mujer que en estos precisos instantes está ingresando al hotel Darian con un look algo discreto por lo visto quiere pasar desapercibida, me pregunto con quien se reunirá. 

Esas pocas palabras lograron que más venas en la frente de Santiago sobresaliera. 

-Que pretendes...que desconfié de ella no lo lograras. 

-Pero porque eres tan despectivo conmigo... tuvimos una relación de tres años. En verdad no sientes nada por mí. Solo por esta vez...ven a verme al mi antiguo departamento dentro de 30 minutos.-después de decir eso corto la llamada sin esperar su respuesta. 

La compresión de Serena le decía que el definitivamente vendría, 3 años de relación y sabia a la perfección que odiaba quedarse con la intriga. 

Santiago llego a zona residencial y se dirigió a su departamento. No tardó mucho en llegar a su destino, al tocar salió el asistente a abrir la puerta y decir que pasara para luego irse. Entro al living y en ella se encontraba a oscuras reproduciendo un video en un proyector mientras comía palomitas. 

Ven, no es divertido si lo veo sola. -dijo Serena llamándolo a un lado del sofá para que se sentara. 

Santiago se acercó, pensó que lo mejor sería seguirle la corriente y dejar que se fuera cuando antes mejor. De esa forma no se cruzaría con Sofia, pero al ver lo que se reproducía su rostro mostro muchas emociones, rabia, desilusión, celos y odio. 

-Qué es esto dijo en tono molesto. 

-Que pasa mi vida...ahora ya no reconoces a tu esposita, esa niñata por la cual me cambiaste...bueno si es así, déjame presentártelos, frente tuyo tienes una reproducción de lo que está ocurriendo en este preciso instante en el hotel Daryan. Los protagonistas son Sofia Cáceres, tu amada esposa y Leandro Cooper, mi hermanito. 

-Serenaaaa...no pruebes mi paciencia. 

-Silencio se viene la mejor parte, es una lástima que el video no tenga audio, pero aun podemos verlos. 

Santiago se encontraba irritado, ver como Sofia derramaba lagrimas delante de otro hombre, su enojo era para esa otra persona. El temor de poder perderla se apodero de él. 

Serena seguía comiendo de la manera más tranquila posible sus palomitas mientras hablaba.-debo admitir que tu esposa me sorprende, es muy emotiva. Mira...que mala, abandonarlo después de discutir. 




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