La primera dama

Confesión

Cap. 102: 

Sofia los vio y después de esas cortas palabras se desvaneció, sentía como todo a su alrededor giraba y se tornaba oscuro. 

Unos brazos la rodearon, sintió el familiar perfume, pero no pudo decir nada, la poca fuerza que tenia se había desvanecido 

-Llamen al médico urgente. -grito Santiago mientras la cargaba a su habitación. 

Serena lo miro y no pudo evitar mostrar odio y desprecio hacia el cuerpo que tenía Santiago en sus brazos. - Santi...habías prometido que estarías conmigo hoy. -dijo haciendo pucheros. 

Santiago giro con un rostro distorsionado y le hablo con una voz que congelo a todos en la sala. -no olvides la razón por la que te traje...escucha bien, nunca trates de pasar sobre mi esposa o sobre mi...no hagas un escándalo, si no te gusta vete. - luego de esas palabras subió, solo cuando estuvo arriba como si recordase algo hablo. - llama a mi médico de cabecera nana, de esto ninguna palabra a Cinthya...no la quiero metiendo sus narices en esto. 

-Si mi niño...-después de ver desaparecer a Santiago con Sofia en brazos, ella volteo a ver a Serena al igual que las otras sirvientas. 

Serena al verlas se dio cuenta que para dominar esta casa y lograr quedarse, lo primero que debía hacer era lograr que Sofia se vaya. No podía hacer mucho si ella se encontraba aquí, giro a una de las sirvientas y hablo.-llévame a mi habitación...y la que se encuentra a tu lado, deseo que nos acompañe, para que me prepare un baño de espuma, lo necesito. 

Ambas sirvientas querían matar a Serena, debido a ella su señora había enfermado y se había desvanecido...debían hacer de su estadía un infierno para que se retire por su propia voluntad, después de todo el señor no le tenía tanto aprecio como a Sofia, y eso se lo había dejado claro. -como desee. -respondieron ambas al unisonó. 

En estos meses Sofia las había entrenado a la perfección, eran auténticas doncellas y mucamas dispuestas a dar la vida y matar por su amo. 

El camino a la habitación no era largo por lo que llegar al final del pasillo del ala izquierda, se le indicó su habitación dejándola entrar. Serena decidió leer una revista mientras una de ellas desempacaba su maleta y acomodaba sus cosas y la otra preparaba su baño. 

***  

El médico de cabecera no tardó en llegar y al ver a Sofia acostada con el rostro pálido se asustó. Le realizo un examen rápido y cuando yubo un análisis concreto hablo.-parece que el desmayo fue debió a que ha ingerido alimentos, además del desgaste emocional...le recomendaría que tratara de no estimularla, la señora ha sufrido de depresión y una recaída en este momento solo podría complicar su salud. 

A que te refieres exactamente...como puede recaer en depresión. Dijo Santiago casi a gritos. - y que, si esto ocurre, que es lo peor que puede pasar. 

El medico lo miro y solo suspiro y retiro la mirada para ver a Sofia que descansaba. - no sé cómo reaccione, la mayoría de estas personas se dañan o dañan a otras personas, o en algunas ocasiones, se encierran en ellas mismas y se vuelven un cascaron vacío, sería una persona sin emociones. Le recomiendo que el médico de la señora la atienda, al tener mejor comprensión de su condición física el tratamiento sería el más adecuado...la señorita Cinthya...-antes de que terminara de hablar Santiago interrumpió. 

Este tema trátelo de la manera más confidencial posible, no deseo que nadie sepa de la condición de Sofia.-después de decir eso volteo su mirada a Sofia... no podía creer lo que escuchaba, estaba enojado con ella hasta la medula, pero la amaba...la amaba con todo su corazón y pensar en verla así le preocupa. 

El medico se retiró, cuando estaba por cerrar la puerta, aun así, volteo el rostro y miro a Santiago quien tenía sujetado de la mano a Sofia...el ambiente en la casa era muy pesado y diferente a como solía ser, solo esperaba que esos acontecimientos no afectaran a Sofia y más ahora que se encontraba en ese estado. 

El medico salió de la habitación y camino a la cocina donde encontró a Rosario, cogió una manzana de la mesa y hablo. -cuida de la nutrición de Sofia...en su estado lo mejor es alimentarla bien, el estrés solo le causara más daño. 

Rosario se encontraba preparando un té cuando escucho aquello, lo miro y no pudo evitar preguntar. - ¿cómo esta? 

-Mejor...le coloque una solución intravenosa, sé que no debo entrometerme en esto...el ambiente en la casa no es bueno y la seguridad a aumentado, recomendé a Santiago llamar al médico de cabecera de Sofia, pero solo atino decir que mientras menos personas sepan mejo. 

Rosario no pudo evitar sorprenderse, quería golpear a Santiago por todas las cosas que hacía...ver sufrir a Sofia hacía que su corazón doliese, pero como hacerlo...después de lo ocurrido en la mañana se encontraba distante de ella y la evitaba tanto como podía. 

*** 

En la habitación Santiago se acostó al lado de Sofia y la abrazo, cuidando de no lastimarla...para él, ella siempre fue una niña que se asemejaba a una muñeca de porcelana, si no lo sostenías con cuidado o apretabas mucho se rompería...cuando la vio por primera vez fue cuando era una bebé, era una beba con las mejillas rosadas, que niña más hermosa o era lo único que podía pensar. 

-Cuando me dijeron que serias mi esposa...te tome la mano y la bese, tal y como mi madre me había dicho que debía hacer, aquel beso representaba mi primera promesa hacia ti, el que solo te tomaría a ti como mi esposa, no me molesto en un principio por que creí que eso era normal en una familia prominente, que mis padres eligiesen a mi pareja...más tarde comprendí que no era normal y que no tenía por qué arrastrarte a eso, quería dejar que tomaras tu propia decisión y a la vez quería tomar yo la mía.-mientras hablaba una que otra lagrima había corrido por su mejilla, aun miraba el rostro de Sofia, a pesar de haber recuperado un poco de color aún seguía pálida, trato de continuar su relato mientras la miraba descansar.-creí que todo terminaría bien si tomábamos caminos diferentes, me ilusione con Serena...sentí una atracción y admiración hacia una mujer valiente, que estaba dispuesta a arriesgar su vida por mí, un completo desconocido...que tonto fui, estaba dispuesto a pasar el resto de mi vida con ella solo por eso, pero nunca me detuve en pensar en cómo lastimaría a esa pequeña que corrió detrás mío desde que tubo uso de razón, de aquella niña que no necesitaba de mucho para demostrar que me amaba, pero era un completo idiota, mi vida...más tarde cuando te fui a ver borracho aquel día, no quise ir tan lejos, ese golpe que recibiste por mí, con aquel cuerpo tan delicado y frágil me choco y mucho. - acaricio el rostro de Sofia una y otra vez. -sabes que fui a verte al día siguiente antes que despertaras, no tuve el valor de entrar...y cuando lo quise hacer, tu hermano y padre me echaron y prohibieron me acercara a ti, me fui enojado, más tarde me convencí de que fue lo mejor y llene de odio mi corazón hacia ti, borrando todos los bellos recuerdos para no extrañarte. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.