Sofia tomó el celular y después de dos pitidos escuchó una voz conocida.
- Te dije que no te ayudaría en tus tonterías... ¿Por qué me llamas? -esa fue la vos de Lion, al escuchar esa respuesta podía deducir que la relación entre estos dos hermanos no era muy buena.
Pero dejando de lado sus problemas Sofia habló.
- Soy yo...Sofia.-dijo con la voz temblorosa
Lion tenia los boletos listos para partir del país cuando recibió aquella llamada, después de lo ocurrido con Sofia creía que lo mejor sería regresar cuanto antes y concentrarse en la empresa, jamás esperó que Sofia lo llamase y la pregunta esencial, ¿Por qué no llamó de su número?, ¿Por qué la llamada se realizó del número de Serena?, si ambas no se llevan bien a todo esto solo atinó a decir con una enorme preocupación. - ¿Sofia estas bien? ¿cómo estás? ... ¿Por qué me llamas del número de Serena...te hizo algo?
El silencio reinó por unos minutos hasta que se escuchó un llanto proveniente del otro lado de la línea, lo que causó que el corazón de Lion se sacudiera y entrara en pánico.
- Por favor contesta. -dijo Lion un tanto asustado.
Sofia había roto en llanto luego de que Lion le preguntara como estaba, en todos estos días, muchos de los que se acercaron a ella solo la consolaron o dedujeron como se encontraba y nadie pregunto por cómo se encontraba, por lo que este acto desencadeno el llanto de Sofia...trató de calmarse un poco y contestó.-Lion...sácame de este lugar por favor...yo...yo no lo soporto...por favor...sálvame.
Lion escuchó cada una de sus palabras y no pudo evitar alterarse aún más...el último día que la vio, estaba decidida a dejarlo y parecía feliz con su decisión por lo que la preocupación y el dolor ahondo en su corazón al pensar que Sofia podía estar sufriendo sola. - ¿Que pasó...porque estás así? -dijo tratando de calmar su corazón y tratando de que su voz sonase normal para tranquilizar a Sofia.
A los segundos se escuchó la voz llorosa de Sofia. -Él me encerró...yo...porque me hace esto...trajo a tu hermana a la casa y se pasea por toda la casa con ella...yo no hice nada malo...Lion...yo solo quería ser feliz...te fui a ver para terminar todo...pero él se enteró... él cree que yo aún tengo algo contigo...si no salgo de aquí...él terminará matándome...sácame...por favor...llévame lejos.
Cada palabra era como una apuñalada para Lion, pensó dejar todo atrás, pero quien iba a pensar que el desgraciado de Santiago la encerraría y maltrataría de tal forma. Esto solo hacía que su interior ardiese de la ira, desconfiar de Sofia, la cual lo había amado a él y solo a él, desde que fue pequeña en verdad Santiago era un bastardo.
- Yo te sacaré de ahí...cálmate y escucha bien lo que harás...espera al anochecer para salir, tendré un carro cerca de la mansión, si logras hacerlo entonces podremos escapar. -dijo Lion mientras trataba de calmarla con su voz.
- ¿En verdad lo harás?...gracias. -dijo Sofia en un susurro débil antes de cortar la llamada.
Serena vio y escucho todo, no podía creer el cambio de actitud de Sofia y su decisión para dejarlo todo cuando la lastimaban, era realmente admirable y lamentable al mismo tiempo, no pudo evitar sentir celos y envidia, tanto su hermano como Santiago la amaban incondicionalmente y estaban dispuestos a dar la vida por ella.
- Eres increíble...tener dos hombres en la palma de tu mano...es una lástima que mi hermano no se pueda divorciar. -dijo Serena, para luego levantarse y dejar una pastilla en la mesa. -es un somnífero...úsalo correctamente, diré que suban un vino junto a la cena.
Sofia se quedó perpleja por esta acción era como si tuviese planeado todo desde el principio lo cual le causo una confusión. - ¿Como... tú sabias que esto iba a ocurrir?.
- Soy una adivina...solo vete en silencio y en lo que resta de tu vida no vuelvas. -dicho esto Serena salió de la habitación rumbo a la cocina para ordenar que preparen la comida favorita de Santiago.
***
Santiago llegó en la noche de la empresa, sabía que Sofia aún no había cenado, por lo que se dirigió a la cocina y encontró a Serena ayudando a acomodar la bandeja de comida en el cual estaban todos sus platos favoritos y una botella de vino descorchado. - ¿A dónde llevas eso? pregunto Santiago.
Serena volteo a verlo y de la manera más relajada posible contesto. -Llegaste. -luego se acercó e intentó besarlo, pero Santiago la cogió de la mano y la retiró con fuerza, lo que causó que Serena gimiera del dolor antes de contestar. -Pedí que cocinaran tus platos favoritos, pero como no llegabas tenía planeado subir y cenar con tu esposa...ahora que vamos a vivir juntos debemos llevarnos mejor, ¿No lo crees?.
El rostro de Santiago se distorsiono antes de contestar. -No te dije que no hicieras cosas inútiles...preocúpate por mantenerte viva y no te entrometas en mis asuntos.
La mirada que trasmitía Santiago era gélida y causaba temor en todos, aun así, Serena intentó calmar su ansiedad y realizar un cometario para tratar de aminorar la tensión, pero solo logró que Santiago la mirara aún más despectivamente, para luego retirarla, tomar la bandeja y subir con ella al dormitorio donde se encontraba Sofia.
Cuando Santiago entró por la puerta, Sofia se encontraba leyendo un libro en el sofá, al escuchar la puerta abrirse, levantó la vista y vio a Santiago ingresar con una bandeja en mano.
- Te traje la cena cariño...hoy son mis platillos favoritos espero que lo puedas disfrutar conmigo.
Sofia sonrió y dejó que se acercara sin una sola pregunta ni recriminación, a los ojos de Santiago aquella acción le pareció casi irreal, después de lo ocurrido, Sofia solo llevaba llorando y gritando la mayor parte del tiempo y la sonrisa hace tiempo había desaparecido de su delicado rostro, colocó todo en la mesita de noche.
- ¿Por qué estas tan feliz hoy? -dijo Santiago antes de darle un beso en los labios a Sofia.