La primera dama

Llegada de Ricardo

Fuera de la mansión presidencial, nadie sabía en lo más mínimo lo que ocurría.  

Ricardo llegó en el primer vuelo de la mañana, su hermana no contestaba ninguna llamada y las respuestas de Santiago siempre fueron ambiguas por lo que tuvo que idear un plan para llegar a saber que es lo que ocurría o porque Sofia se había mantenido incomunicada. 

Con la ayuda de Katia se enteró de los acontecimientos fuera del hotel...no entendía la razón por la que Sofia intentó irse con Leandro si decía que amaba a Santiago, en la fiesta de su cumpleaños había visto la interacción de ambos y para nada era mentira. 

Pero como es que su relación llegó a este punto...no importaba como se pintase el escenario siempre estaría del lado de su hermana. 

- Llévame a los condominios del centro. -Le dijo al chofer antes de sentarse, su secretario había hecho un gran trabajo en organizar una movilidad y poner en marcha su itinerario. Por lo que no tubo preocupaciones. 

Al llegar a la puerta del condominio donde era el máximo punto al cual podía llegar, ya que la entrada de autos era muy restringida, en aquel lugar marcó un número y a los pocos minutos llegó un auto a recogerlo.  

Caminó con tranquilidad hacia la sala con la guía de Carlos, se había comunicado con él antes de venir...cuando se fue con Sofia años atrás él fue el más reacio a que su amistad se rompiese por culpa de una mujer, sin embargo, Ricardo no dio su brazo a torcer y se dio una ruptura en la amistad de años, ahora tiempo después la misma historia podía repetirse por culpa de Santiago, pero esta vez estaba dispuesto a ganar. 

- Que fue lo que pasó. - Habló Carlos, hace poco recibió una llamada y descubrió que Ricardo lo esperaba a las afueras del condominio...fue una grata sorpresa, pero al mismo tiempo era sinónimo de alarma. 

- Donde esta tu prometida. - Habló sin rodeos Ricardo. 

Carlos caminó escaleras arriba y a los pocos minutos bajo con Cynthia quien se apresuró a saludar calurosamente a Ricardo. 

- Ricardo- Dijo Cynthia con emoción. -Cuando llegaste y porque no me avisaste que venias...Sofia sabe. 

Ricardo sonrió ante su cambio de actitud, sin todas esas torpes ataduras se había vuelto más animada y podía decir que el aura que la rodea había mejorado, lo cual le causó una gran satisfacción. 

- Cynthia...sé que ya no es tu trabajo el estar pendiente de mi hermana, pero eres su amiga sabes algo de ella. - Preguntó Ricardo. 

Carlos ayudó a Cinthya a sentarse, para luego ir a preparar café de esa forma les daría espacio para que conversen con comodidad...al regresar con los cafés pudo notar muy alterado a Ricardo. 

- Maldito bastardo...confie la seguridad de mi hermana en sus manos...como pudo. -Gritaba Ricardo, lleno de furia. 

Carlos se acercó, para tratar de tranquilizar a Ricardo, dejó la bandeja en la mesita de noche y se sentó en uno de los sofás frente a él. 

- ¿Que ocurre? ...han pasado años desde que te vi tan alterado, incluso cuando recibiste un balazo tu temperamento rígido se mantuvo.-Habló Carlos un tanto confundido...la única vez que vio de esa forma a Ricardo fue hace 13 años, cuando Santiago lastimó a Sofia al traer a Serena de regreso para su cumpleaños, pero ahora todo estaba arreglado e incluso se enteró de la boda de Serena si bien era raro no era imposible. 

- Sospecho que Santiago tiene encarcelada a mi hermana...mierda...como no lo preví. -Dijo enojado Ricardo. 

Cinthya lo vio y no pudo evitar sentir impotencia, aun si había dejado su trabajo desde su compromiso, Sofia seguía siendo una buena amiga y benefactora que la ayudó en los peores momentos de su vida y ahora ella se encontraba en problemas, se sentía horrible, pero ahora lo importante era tranquilizar a Ricardo.- cálmate Ricardo...cuando los casaste, Santiago no estaba interesada en ella y mucho menos sabias que las cosas se desarrollaran de ese modo. 

- Si, pero Sofia...ella es mi niñita...mi princesita...nunca debí dejarla con Santiago, creí que su posesividad y obsesión fueron dejados hace mucho, hash...me volveré loco...Ricardo ayúdame a sacar a mi hermana, pero sin hacer mucho escándalo. 

Minutos después Carlos llamó a sus mejores hombres, además de discretos para que de esa forma irrumpiesen en la casa de Santiago y sacasen a Sofia. 

*** 

Los días fueron fatales para Sofia...pero pronto dejó de lado muchas cosas y se mantuvo tranquila, su relación con Santiago se había estancado y no había mejoras en muchos sentidos, pero no tenía planeado arreglar nada. Extrañaba a su hermano, pero esperaba en todos los sentidos que no viniese por ella. Ahora que Katia estaba embarazada debería pasar más con ella y su bebe. 

Se encontraba meditando de esa forma cuando la puerta se abrió y ahí estaba Santiago, el hombre que la había encadenado, se acercó a ella con un jugo de piña en mano. 

-Te traje tu jugo favorito. -Decía Santiago mientras se acercaba a ella. 

- ¿Cuándo me soltarás? -Dijo Sofia, ignorando su atención para con ella. 

Aun y con todo ese desplante, Santiago solo sonrió y se acercó a ella, dejó reposar el vaso sobre la mesita de noche antes de hablar. -Tu hermano viene hacia acá con un grupo de hombres. 

El rostro de Sofia se descoloco, como habían terminado las cosas de ese modo, trato por todos los medios esconder este asunto de su hermano, pero parece que sus esfuerzos fueron en vano. 

Santiago vio su cambio de ánimo y continuo. -Te he de soltar, no deseo problemas con mi cuñado...nuestros problemas maritales se quedan en esta casa y no hay por qué ventilarlas...si te portas bien y logras que tu hermano se valla de aquí, entonces te daré la libertad para que puedas andar por toda la casa como solías hacerlo. 

Sofia no quería mentirle a su hermano, pero sabía perfectamente que, si ahora no cooperaba con Santiago, podrían ocurrir grandes problemas y eso era algo que quería evitar a toda costa. -Está bien. 




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