Mire la ventana, en lo lejos se aproximaba mi padre quien ebrio se balanceaba con la brisa que en esa noche se sentía. Mi madre salió, su angustia se enhotaba.
Mis hermanos de hambre allí sollozaban, el hombre llevaba un pan viejo en sus manos.
Mi madre le da paso para que aquel entrará sus lagrimas de angustia se secaba.
-coman chiquillos ella decía, mi padre ebrio sin consciencia alguna busco una manta y en el suelo de la cocina se profundizó.
Al llevar un trozo de pan a mi boca, imaginaba una cena de ricos, con pavo y mariscos y un poco de vino . al terminar enjuague mi boca con agua fría y mezcla de carbon . Mis hermanos con sueño mi madre sin aliento, y mi padre sin corazón.
En la sala mi madre amontonaba la paja y sobre ella puso una vieja manta, mis hermanos se tumbaron en ella y allí dormidos quedaron, mi madre se recostó junto al hombre frío y sin corazón. Me recosté junto amis hermanos y en el techo notaba una grieta la cual mi madre tapó con plástico y cartón. Vi muy bien el cielo y con las fuerzas de mi corazón pedí que la navidad fuera con mucho amor.
FALTÓ DECIR ADIÓS
un nuevo día nuevo pasaba , mi madre lloraba y suplicaba , el solo ignoraba , su mirada de ira todo lo decia mis hermanos asustados, mi madre arrodillada.
-No te vayas querido piensa en los niños. Ella suplicaba y mi padre con su pie la apartaba.
-No son mi problema... El hombre grito y por la puerta salió.
Mis hermanos no entendían la situación, me acerque a mi madre abracé su cuello,seque sus lagrimas .
-Los amo pequeños,seremos fuertes sin importar que , mis hermanos corriendo se acercaron y nos abrazamostró.
Días después mi madre con lanas viejas bufandas tejió y así sin mas , salimos al mercado,nos sentamos y solo observamos el como vendía las bufandas tejidas.
Mi madre ahorro y pronto compro una cena digna para unos chiquitos con mucho apetito, logramos dormir más conformes que nunca.
Al día siguiente en el mercado el hombre frío y sin corazón llegó.
-Dame dinero, lo necesito hoy más que nunca.me acerque a él y jale su abrigo.
-Lo siento mi madre no está en este momento, solo te puedo ayudar con dos centavos que hay en mi bolsillo.
-Solo eso has hecho buena para nada, el con desprecio me los arrebato. Mis lagrimas caían y como pide tome fuerzas y las seque.
-No soy buena trabajando pues debería estar estudiando, solo a ti padre te puedo decir que te faltó decir adiós y vete de aquí y no vuelvas mi madre y hermanos están mejor sin ti, ahora somos mucho más feliz.el me miró y en silencio se alejo.
UN REGALO ANTICIPADO
Mi madre pensaba en que aria pues sus bufandas tejidas pronto acabarían, hasta que a su mente llegó la idea de hacer árboles con piñas que de los árboles se desprendían. Salió con una canasta a buscar unas piñas que decorar.
Al llegar a casa busco en sus collares, algunas baratijas que ya no usa porque no le gustaban. Tomo las tijeras y corto cada perla, al tener muchas perlas se dispuso a armar un arbolito de piñas, el cada rama pego una perla, ese arbolito si que tenía belleza. No descanso pues toda la noche adorno, mis hermanos dormían y yo ayudaba a mi mamita.
Al día siguiente salimos de prisa, mis hermanos titilaban de frío, pues la nieve que del cielo caía era infinita.
-no teman chiquitos, ya pronto llegaremos. Se quito su viejo abrigo y amis hermanos muy bien abrigo.
Al llegar al mercado mi madre sacó los hermosos arbolito que ella misma decoro. Recuerdo a la gente muy alegre pues a todos les fascinó los arbolito que mi madre fabrico. Ese día mi madre todo bendio, mi madre agotada pues todo el día parada, fue en busca de algo caliente mis hermanos y yo estábamos impacientes, ya que mi madre tardaba y eso nos inquietaba.
Allí en lo lejos se ve una figura era mi madre quien se acercaba, traía en sus manos una enorme bolsa, corriendo hacia ella tomé un extremo de la bolsa y ayude a cargarla si que esa bolsa pesaba.
-que es esto mamita y solté una sonrisa.
-son abrigos que nos ha regalado doña matilda la señora de la alfarería.
Bajo la bolsa y sacó unos cuantos abrigos viejos pero que servían, nos puso de ados a cada uno ella uso uno, y de allí salimos cálidos sin frío alguno.
Al llegar a casa mi madre alegre estaba pues el vender todo la alegraba.
-a todos les ha encantado sin duda alguna el cielo está de nuestro lado, esto es un regalo inesperado.