La primogénita del Diablo

Parte ocho. Rumores, rumores, rumores.

Rumores, rumores, rumores. Una pila enorme de ellos desde anoche, uno tras otro. Y todos me involucraban de diferentes formas, eso para mi era bueno, al menos por ahora, significaba que los ataques contra mi hermano cesarían por un tiempo, al menos hasta que descubran que los rumores son mentiras, eso me daría tiempo de pensar en algo. 

Hoy tenia demasiadas cosas que hacer, primero hablar con Pierce, presentar mi renuncia, irme directo a Beacon Hills a ver mi madre y mi hermano, y por ultimo ir Forks a ver a los Cullen que tanto querían hablarme.

Llame a mi hermano mientras desayunaba para avisarle que los rumores eran puras mentiras pero necesitaba que todos creyeran que eran ciertos, y que eso pararía los ataques contra el, al menos por ahora. El lo entendió a la perfección y me dijo que no preocuparme por eso y que me asegurara de volver a casa cuanto antes. 

Entrando la tarde llame a Pierce para saber en donde estaba, que hablar. El me dijo que estaría en el Lux esperándome.

Al llegar lo vi hablando con Dan, eso era malo, el jamás hablaba con Dan a no ser que sea para molestarlo. Baje las escaleras con cuidado observando la situación, ambos parecían estar deprimidos. Suspire con pesadez antes de acercarme.

-Agente- se apresuro a decir Dan al verme-

-Dan. ¿Te molesta si hablo con el Teniente a solas?-

-No, no por favor. Iré a buscar algo de comer-

-Gracias-

Una vez que Dan se fue a paso lento mientras nos observaba con detenimiento me senté en el asiento que el había ocupado y pedí un jugo de manzana.

-¿Jugo de manzana?- se burlo Pierce sin ganas-

-Te vez como me siento- replique-

-Supongo que si-

-¿Ya te diste por vencido?-

-Ya no se que mas hacer. Me rindo. Ya no puedo con esto-

-¿Tienes la información sobre mi madre?-

El llevo su mano hacia el bolsillo de su pantalón y saco un pendrive para entregármelo.

-Todo lo que necesitas esta en esta cosa-

Estire mi mano para tomarlo pero el aparto la suya unos centímetros.

-¿Como puedo morir?-

-Chloe Decker-

-No entiendo-

-Vuelve a Lucifer vulnerable, es tu única oportunidad de morir como tanto quieres-

-¿Y como lo hago?-

-Obsérvala, a ambos, a ella y a Lucifer y lo sabrás. Créeme algo me dice que ella es la clave de tu muerte. Ahora mi información-

Me entrego el pendrive sin volver a objetar.

-¿Los rumores que hay sobre ti, lo escuchaste?-

-Si lo hice, es mas ayer confirme uno de ellos, aunque sea mentira por ahora me sirve-

-Usa eso lo mas que puedas-

-Lo se. Oh y casi lo olvido. Renuncio. Voy a volver a Beacon Hills, algo me dice que tengo que volver-

-¿Ese radar que te hace tan famosa en tus casos?-

-Si, solo se que tengo que volver-

-Gracias por la información-

-De nada, yo si cumplo mi palabra-

-Me di cuenta-

-Nos vemos Pierce-

-Nos vemos Luna-

-¿Porque Luna?-

-Por el brillo en tus ojos-

Ese fue el peor cumplido de la vida. Sonreí antes de terminar de beberme el poco jugo que quedaba en mi vaso.

Una vez que salí del Lux, tome un taxi para volver al hotel, tenia que ver lo que había en el pendrive. Cuando llegue al hotel entre tan rápido a la habitación que no me di cuenta que había alguien adentro. Una señora mayor de unos sesenta o setenta años sentada en mi cama mientras miraba hacia la ventana.

-¿Hola?-

-Tardaste mucho, ¿No crees?- me pregunto sin apartar la vista de la ventana-

-¿Se equivoco de habitación o algo?-

-¿Lo hice?- me pregunto con un tono de diversión en su voz-

-¿Y yo que voy a saber?, Por eso pregunto-

-¿Te han dicho que tus ojos son hermosos?-

¿Sera traficante de órganos o algo así?.

-Voy a llamar a recepción, estoy muy segura de que se equivoco de habitación-

-¿Buscas a tu madre verdad?-

Me detuve en seco al escuchar eso.

-¿Pierce se lo dijo?-

-Si, el nos lo dijo-

-Hubiera empezado por ahí, creí que era una traficante de órganos o algo así. Señora no debe hacer esas cosas muchas personas van armadas y yo soy una-

-No te tengo miedo, preciosa-

-Debería, no soy buena cuando me enojo y no me llame así me pone muy incomoda-

Camine hasta la mini congeladora para tomar una cerveza, esta señora me había puesto los pelos de punta, ¿No sabe lo que es un peine o algo así?.

-Te pareces mucho a tu madre-

-Interesante-

-El mismo color de ojos, la forma de tu cara, tus pestañas, tu manos- me señalo- La manera en la gesticulas cuando hablas. Me recuerdas a ella de joven-

-Que bien-

-¿Quieres verla?-

-¿Esta muerta?-

-No, pero desearía estarlo-

-¿Esta en coma o algo así?-

-No, solo esta cautiva desde hace veinticuatro años-

-Esa es mi edad-

-Lo se, mi niña. A tu madre le hubiera encanto criarte, ¿Sabes?, ella aun te ama mas que la vida misma-

-No estoy entendiendo nada. ¿Y si mejor me explica desde el principio?-

Una mezcla de emociones comenzaron a brotar en mi interior, pero una de ella y la mas fuerte, quería matar, necesitaba hacerlo.

-Mi nombre es Helena y soy tu abuela materna. Tu madre se llama Ada, ella era la sacerdotisa de nuestro aquelarre-

-¿Abuela materna?,¿Aquelarre?, ¿Son brujas?-

-Si, mi niña. Lo somos-

-Lo que me faltaba. Esto es genial- murmure antes de sentarme en la cama mientras bebía un trago de mi cerveza-

Enserio tengo un imán para estas cosas. ¿Porque siempre me pasa esto a mi?.

-Ya lo veras que si es genial, mi cielo. Ya lo veras. Te contare un poco de tu mama. Se suponía que ella debía pasar un par de meses conviviendo con los humanos par poder aprender de ellos-

-¿No conviven con humanos?-

-No, nuestro aquelarre no es muy abierto a nuevas personas. Los humanos pueden ser peligrosos-




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