Parte nueve. ¿Que le paso a mi cara?.

Mi corazón latía a mil por segundo, mi cabeza me daba vueltas, todo mi cuerpo me dolía, mi vista estaba completamente nublada por las lagrimas. Sentía que me ahogaba nunca en mi vida me había sentido así. La mujer se arrodillo a mi lado con una sonrisa en su cara.

-No hay porque temer pequeña Luna, solo cierra los ojos y te prometo que acabara antes de que los vuelvas a abrir-

Unos segundos después comenzó a cantar en un idioma que no reconocí. Cerré mis ojos con fuerza y lo único en lo que podía pensar era en que quería que Lucifer para esto, deseaba que el estuviera aquí conmigo.

Abrí los ojos con cuidado y toda la habitación estaba a oscuras a excepción de mis manos en las cuales mis venas estaban brillando con una luz rojiza, eso me asusto bastante, nunca antes me había pasado. Me levante con cuidado ya que sentía algo de peso en la espalda. Con mucho cuidado y a paso lento busque el interruptor de la luz para poder encenderla. Una vez que lo hizo puede ver que lo pesado eran mis alas y al ver mis manos mis uñas eran de color negras. Me acerque al espejo que había en el baño y por poco me caigo de rodillas al verme.

-¿Que mierda me hizo esa vieja loca?. ¿Que es esto?- grite asustada-

Mi cara estaba igual que mis manos, y unos pequeños cuernos sobresalían de mi frente eran de color negro, mi pelo se había tornado rojo brillante y mis ojos se parecían a los de Parrish solo que mas rojos y al rededor algunas venas de color negro. Mis labios también habían cambiado un poco volviéndose mas oscuros.

-¿Como mierda me saco esto?, ¿Que putas madres hago?-

Comencé a caminar por toda la habitación en busca de mi celular, una vez que lo encontré marque el numero de Lucifer, supongo que si es el Diablo sabrá como quitarme esto.

-Esto es una mierda. Esa vieja me las va a pagar, el puto perro pulgoso me la va a pagar, todos me las van a pagar cuando me quite todo esto-

Lucifer no atendía, y no atendía. Probé con Amenadiel pero nada, tampoco contestaba. ¿Llamo a Pierce?. El me metió en esto con esa vieja bruja el tenia que saber como hacer para desaparecer esto. 

Varios minutos después me quede helada al ver como la puerta se abría de una patada. Era Lucifer y se veía muy molesto. Y detrás suyo Amenadiel.

-¿Que fue lo que le dijiste a Caí...- comenzó a gritarme pero se detuvo en seco al verme-

-¿Dime que sabes como eliminar esto?. Por favor tienen que decirme como- les suplique-

Ambos se quedaron en silencio mirándome con cara de asombro.

-¿Aun te quedan dudas de que es tu hija?- comento Amenadiel con una expresión de diversión en su cara-

-¿Que carajos te paso?- me pregunto Lucifer observándome con detenimiento-

-Cuando llegue de ver a Pierce había una vieja loca sentada en mi cama, me empezó a contar que era mi abuela biológica y que mi mama biológica se llamaba Ada y que era una sacerdotisa y que se acostó con un hombre y se embarazo, y que después un lobo se imprimo en ella y que al lobo no le gusto nada que estuviera embarazada, entonces ella se escapo y por eso nací en Argentina, pero después tuvo que dejarme o ese lobo me iba a matar. Entonces me dijo que la reunión de Alfas que se va a hacer en unas semanas van a intentar robarle el poder a mi hermano y me dijo que para liberar mi poder oculto me iba a ayudar y baam, me da un planchazo en el pecho con su palma y me caí redondita al piso y sentí como me moría, y cuando desperté parecía sacada de una puta película de terror y no de las buenas. ¿Ahora dime como mierda vuelvo a ser yo?-

-Eso estuvo muy...completo- comento Amenadiel cruzándose de brazos sin dejar de mirarme con asombro-

-Ustedes me preguntaron que me paso y yo les hice un resumen, ahora necesito ayuda. ¿Ahora como me saco esto?, no puedo volver a Beacon Hills así. ¡Carajo!-

-¿Dijiste…Ada?- pregunto Lucifer-

-Si, Ada, ese es el supuesto nombre de mi madre biológica-

-Oh...-

El se sentó en la cama con la mirada perdida.

-¿Tuviste sexo con ella, verdad?- pregunte tratando de sentarme en una de las silla pero mis alas me lo impedían-

-Hace mucho tiempo-

-¿Recuerdas los nombre de todas las mujeres con las que duermes hermano?-

-Y hombres y si, ¿Tu no?-

-¿Hace cuanto?-

-Bueno hace mucho milenios, tengo una buena memoria y ad...-

-¿Hace cuanto tiempo te acostaste con Ada?-

-Fue en los noventa, solo subí dos veces a la tierra en ese tiempo, fue una época tan atareada en el infierno-

-¿En que año exactamente?. Se mas especifico carajo-

Este tipo me estresa a un nivel astronómico.

-Noventa y tres, creo. ¿Cuando se estreno Jurassic Park?-

-¿Me estas diciendo que viniste a la tierra solo para ver una película de dinosaurios?-

-¿Como te atreves a decir eso?, ¿Acaso tu falta de cultura sabe quien dirigió esa película?-

-Si, se quien lo hizo, he visto muchas películas pero ahora por culpa de esa película, ¡Yo me veo así!- le grite exasperada-

-Estas bien...para una fiesta de disfraces-

-Dime como deshacerme de esto o te voy a enterrar los cuernos en el pecho-

-Tienes tanta ira acumulada- negó repetidas veces-

-Si no me dices no te diré que fue lo que dije a Caín. Tu eliges-

-A mi no me amenaces pequeña bestia-

-Pues esta bestia te va a romper la cara hasta cansarse- lo amenace-

-Miren afuera-

Claramente lo ignoramos ambos por estar desafiándonos con la mirada.

-¡Que miren afuera!- nos grito Amenadiel-

-¡Que!-

-¡Que!-

Gritamos ambos al mismo tiempo para luego mirar hacia afuera. El cielo se hacia tornado gris oscuro y se podían ver relámpagos muy marcados en el. 

Unos minutos después algo comenzó a arder en mi interior, como si algo quisiera salir. Caí al piso con mis manos en mi pecho mientras y una sensación de ardor por todo el cuerpo.