La primogénita del Diablo

Parte doce. Los quiero vivos.

Al llegar al matadero entre con cuidado sin hacer ruido alguno. Unos minutos después sonó mi celular. Numero desconocido. Conteste pero no respondí.
-No fue tan difícil encontrarte-
Era el. El lobo negro.
-Y tampoco fue tan difícil obtener tu numero-
-Si me lo hubieras pedido te lo hubiera dado, somos personas grandes como para hacer este tipo de cosas- le comente divertida-
-Y pensar que tuve que matar a uno de tus ex compañeros del FBI para obtenerlo-
-Oh, por favor dime que fue a Peters, ese tipo era un idiota-
-Creo que su nombre era Stilinski, si mal no me lo informaron-
-Es posible y dime, ¿Que tan difícil fue matarlo?-
-No lo fue tanto, era demasiado débil-
-Bueno, si era débil su muerte no fue para tanto-
Cerré mis ojos y me concentre en Stiles, se que podía encontrarlo ya lo habia echo antes, tenia que ver que estaba haciendo. Tarde varios segundos en encontrarlo pero lo hice, estaba discutiendo con mi papa porque no encontraba su teléfono. Solté un respiro suave tratando de calmarme al saber que Stiles estaba bien.
-¿Y bien, para que querías mi numero?-
-La ultima vez te dije que no habia enviado a mis mejores hombres, y hoy estuve de muy buen humor así que decidí compensártelo-
-¡Que amable de tu parte!, pero debiste dejarlo para la reunión de Alfas-
-No te preocupes por eso, tengo muchos mas-
Oh querido, si tan solo supieras que voy a adueñarme de todo lo que te pertenece. No voy a dejarte nada.
-¿Entonces crees que se demoren mucho en llegar hasta donde me encuentro?, es que tengo cosas que hacer-
-De hecho ya están ahí, espero que sean de tu agrado-
-¿Que te parece si me llamas en media hora mas o menos?, es que tengo una pregunta que hacerte-
-Si sobrevives la responderé con gusto-
-Seguro, y otra cosa, salúdame a tus hijos, diles que después de que te mate ellos serán mis nuevas mascotas-
Le colgué. Si de verdad eran mis hermanos de sangre o media sangre, tenia que asegurarme de que no iba a salir lastimarlos.
-¡Se están tardando demasiado y tengo cosas que hacer!-
Podía escuchar varios aullidos a fuera del matadero.
-¿Les encanta el suspenso o solo están retrasando sus muertes?-
No me servía de nada que murieran, solo lograría reducir el numero de integrantes de la manada por lo que tendría que darles una paliza y dejarlos inconscientes. Mientras llegaban tome mi celular y le envié un mensaje con la ubicación a Lucifer, diciéndole que necesitaba su ayuda y que era urgente. Unos segundos después me llego una manito levantando el pulgar. También le envié un mensaje a Philip con la dirección de donde estaba y le dije que enviara hombres y equipos de retención lo mas rápido que pudiera, debía mantenerlos encerrados hasta después de la reunión de Alfas.
Algunos minutos después comenzaron a aparecer ya transformados, se veían casi como mi hermano solo que eran mas grandes físicamente, mas corpulentos. Conté unos veinte fácilmente, pero no me sorprendería que aparecieran mas. Deucalion me habia enseñado como desmayarlos sin tanto problema pero tenia que ser rápida, los lobos se curaban demasiado rápido.
-¿Enserio creen que con veinte de ustedes van a hacerme algo?, ¿Con quien creen que estas hablando?- me burle-
-Con una muerta- respondió uno-
Lleve mis dedos hacia mi cuello para tomarme el pulso.
-Yo me siento muy viva, al menos estoy mas viva que los dos estúpidos que enviaron a matarme primero-
-Eran nuestros hermanos- gruño uno de los lobos detrás de mi-
-Lamento eso no fue mi intención matarlos...bueno si fue mi intención, dijeron cosas muy feas sobre mi persona y no podía dejar eso pasara-
-Podrías haber dejado que te mataran y asi ahorrarnos el viaje-
-¿Pero donde estaría la diversión entonces?, ¿No van a decirme que no les da curiosidad enfrentarse a la hermana del Alfa real?-
-Preciosa no te ves tan mala como dicen-
-¿Que no sabes que las mas tiernas son las mas peligrosas?-
Cuando terminaron de acomodarse quedaron formando un circulo a mi alrededor.
-Es una lastima que tengamos que matarte, el jefe podría divertirse con tu cuerpo-
-¿Crees que se divierta con el mío también?-
Todos giraron sus cabezas para ver de quien se trataba, era Caín.
-¿Pediste ayuda?, ¿Asustamos a la hermanita del Alfa?-
-¿Asustada?. Ustedes porque no vieron lo que hizo en Italia- comento otra voz-
Lucifer apareció justo detrás de Caín con una sonrisa picara en su cara. Y por otro lado Amenadiel.
-Nos mandaron a matarte a ti sola pero nos servirá de entrenamiento matar a estos inútiles también-
-¿Inútiles?, ¡Ja!, yo veo a al Diablo, a un Ángel, a un hombre inmortal y yo no me quedo atrás, creo que un simple entrenamiento no les va a ser suficiente-
-¿El Diablo?- pregunto uno mirando con una enorme sorpresa reflejada en su cara-
-Si el diablo, pero yo lo conozco como, Padre-
-¿Que estas...-
-Mi padre biológico es el Lucifer Morningstar-
-Que tal- los saludo-
-¿Vamos a pelear o van a seguir mojándose los pantalones?- les pregunto Caín-
-No los maten, los quiero vivos-
-¿Vivos?- me replico-
-Si, vivos. Quiero jugar a la ruleta con ellos y matarlos por mi cuenta uno por uno para enviárselos a su estúpido Alfa-
Caín me miro interrogante pero aun así no dijo nada al igual que Lucifer por otro lado Amenadiel me mira con aprobación, supongo que después va a tratar de convencerme de que no los mate. Cuando comenzó la pelea logre dormir a cuatro de ellos, ni siquiera tenia tiempo para mirar que estaban haciendo los demás ya la gran mayoría se concentraban en mi. Creo que de todas las peleas que tuve hasta ahora esta fue la única en la que no lesione de gravedad a nadie o en la que no haya matado. Para cuando termine y por fin pude mirar a los demás, Caín se veía de la mierda, arañado por todos lados al igual que Amenadiel pero Lucifer lo único que tenia dañado era el chaleco de su traje. Yo por mi parte recibí arañazos de todos lados, alguno se sentían profundos y otro solo me rompieron la ropa.
-¿Para que demonios los quieres vivos?- pregunto Caín muy agitado-
-No me sirve una manada sin integrantes-
-¿Quieres adueñarte de su manada?-
-Si, pero antes quiero romperle cada hueso del cuerpo-
-¿De quien estas hablando?- intervino Amenadiel-
-Del tipo que hizo que mi madre me abandonara cuando era una bebe recien nacida, del tipo que mando hombres a matar a mi hermano y a mi hace algunos días, del tipo que todavía cree que tiene el derecho de seguir jodiendo mi vida-
-¿Quien?- cuestiono Lucifer-
-El lobo negro-
-Quiero su nombre-
-Nadie conoce su nombre real y nadie conoce su cara- comento Pierce-
-Por eso necesito ver a esa señora, la que dijo ser mi abuela biológica, así voy a poder ver su cara-
-¿Asi como viste lo que paso en Italia?- pregunto Amenadiel-
-¿Que paso en Italia?-
-¿No haz visto las noticias?-
-El cráter de origen desconocido que apareció de la nada, ¿Fuiste tu?-
-Si, solo que cuando desperté no recordaba nada hasta que lo toque a Lucifer, lo vi todo desde su perspectiva-
-Por eso necesitas a Helena para poder ver en sus recuerdos-
-Quizás si me concentro podría verlo y así ver su cara-
-Esto es absurdo yo puedo hacer que lo traigan ante mi- vocifero molesto Lucifer-
-No, ya te lo dije es algo que tengo que hacer por mi cuenta-
-¡Esto es increíble!- exclamo molesto-
-Entiendo que quieras intervenir, lo entiendo. Pero entiéndeme a mi, es algo que necesito hacer por mi misma, necesito demostrarle que a pesar de todos sus esfuerzos por matarme, jamás estuvo ni cerca de hacerlo, quiero ser yo quien se lo diga, quiero ser yo quien lo mire a los ojos y le diga que soy la bebe que no pudo matar, no como lo que le hizo a su hija recién nacida-
-¿Helena te lo conto?-
-Si, lo hizo. Por eso necesito que me prometan que no van a intervenir en esto, quiero ser yo quien lo mire a los ojos y le quite hasta la ropa que lleva puesta, quiero que cuando me vea, vea su peor pesadilla-
-Le diré a Helena que quieres verla-
-Gracias, aun así, tu y yo tenemos que hablar, me debes una explicación-
-Mañana cuando nos hayamos recuperado hablaremos a sola tu y yo-
-Y yo-
-No, esto es algo que solo es para ella-
-Es mi hija y no vas a quedarte solo con ella. No mientras yo exista-
-Veo que asumiste tu paternidad, ya era hora-
-Lucifer, lo que deba hablar con Caín es mi problema, no tuyo-
-¡Esto es el colmo!-
-Quiero dejarte algo muy en claro. No porque seas mi padre vas a intervenir en mi vida, no eres quien para hacerlo, puedo entender que esto es nuevo para ti, pero no quieras controlarme o las que cosas que hago soy lo suficientemente mayor como para saber que hacer y que no, ¿Se entendió?-
-Entonces no me busques cuando necesites ayuda, yo no soy ningún guardaespaldas-
-Solo te pedí ayuda porque creí que llegarías rápido y que sabias pelear. Que no se te suba la cabeza que mi intención era buscar protección de algún tipo contigo. Eres mi padre biológico mas no mi papa- le aclare-
Vi su mirada antes de que se fuera, podía ver el enojo en ella pero también algo de tristeza y decepción, debo admitir que sentí un apretón en el corazón al ver sus ojos pero debía mantenerme firme, no puedo mostrar debilidad delante de Caín, estoy segura de que el aprovecharía cualquier punto débil y lo usaría contra mi, además no podía olvidar que el es el "Hombre del pecado" después de todo.




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