La primogénita del Diablo

Parte veintidós. La reunión.

-Se detuvieron a buscar algo, llegaran en un par de minutos- aviso Alice-
Se acabo no voy a perder mas el tiempo en esto, ya les di la oportunidad.
-Bueno, adiós Leah un placer conocerte nos vemos en dos días- me despedí mientras caminaba hacia la puerta- Soliciten otra reunión para mas adelante y asegúrense que los que tengan que hablar conmigo estén presentes. Nos vamos- le ordene a Lucifer-
-Por favor princesa, solo unos minutos mas-
Edward me tomo de la muñeca y no pude evitar ver casi todo su pasado, su muerte, su transformación, a las personas que mato, a su esposa, la misma mujer que estaba en restaurante, a su...¿Hija?. ¡Oh, mierda!, la pelea que Alice vio con sus dones, el trato que hicieron los Vulturi, y el embarazo de su hija. ¿Por eso querían verme?. ¿Quien demonios creen que soy, Batman?.
Cuando me soltó de su agarre caí al piso de rodillas, y escuche varias voces decir mi nombre y a otros llamarme "Princesa", estaba empezando a odiar ese apodo. Podio sentir sus manos acercándose a mi, no quería seguir viendo sus vidas, no si no quería desmayarme.
-¡Que nadie me toque!- grite por lo bajo-
-¿Estas bien?- pregunto Lucifer de rodillas a mi lado-
-No, así que no me toques-
Tarde varios minutos en ponerme de pie y al hacerlo me gire para verlos, al menos se veían genuinamente preocupados. Camine hasta Leah quien no se había movido de su lugar pero si se sostenía con fuerza al filo del balcón y al acercarme detrás de ella había unos cinco lobos enormes.
-No quiero que nadie me toque, ¿Se entendió?. A excepción de Leah-
-¿Porque yo?- murmuro-
-Porque a pesar del asqueroso olor a lobo que hay en tu piel me recuerda a mi hermano y eso me calma de querer matar a todos en este lugar- susurre cerrando los ojos con fuerza-
-Si lo hicieras no te culparía, yo quiero hacerlo-
No pude evitar soltar una pequeña sonrisa.
-Así que por eso querían verme. Desobedecieron a los Vulturi y ahora no quieren afrontar las consecuencias- solté en un suspiro-
-¿Como lo...-
-No lo se, no puedo leer su mente-
-Y no vas a poder querido Edward, es imposible ya que sus dones no funcionan en ángeles y mi hija al ser una Nefilim es mitad ángel, mitad humana y por lo que veo a veces predomina mas su lado angelical que su lado humano-
-No cambien el tema. Ustedes se metieron en esto, arréglenlo ustedes mismos. No hago caridad-
-Podemos pagar-
-Ciertamente no necesito dinero, tengo de sobra-
-¿Entonces que quieres?-
Se como alguien se acercaba a mi.
-Si me tocas te mueres- gruñí antes de girarme y ver a Rosaline con su mano estirada- Ustedes desobedecieron a los Vulturi, y ahora lloran porque no quieren recibir el castigo que se merecen, ¿Porque he de ayudar a alguien tan cobarde?-
-Mi hija...ella...es especial-
-Que sea mitad, mitad me da lo mismo. Cada acción tiene sus consecuencias, y esta es una de ellas-
-¡Es solo una niña!- me grito Rosaline-
-No lo fue cuando abrió las piernas, ¿O si?-
-Como puedes decir algo así-
-¿Algo así como?. Decir que esa mocosa va a hacer que los maten a todos solo por no saber usar un puto condón o el hecho de que no me interesa tener que ayudarlos-
-Podemos darte lo que quieras. Lo que sea, solo pídelo-
Solté una sonrisa burlona y arrogante.
-No tienen nada que yo quiera, ni lo tendrán-
-Tenemos un enemigo en común-
-Sabemos que Aro creo una alianza con los mismo cazadores que van detrás de tu hermano, podemos ayudarte con eso- se apresuro a decir Carlisle-
-Eso no va a durar-
-Esta reclutando vampiros sin parar-
Si era cierto esto se podría ir fácilmente a la mierda.
-Por favor, te daré lo que quieras-
Una explosión a poco metros de donde estábamos nos me hizo girar enseguida. Un portal se había abierto y muchas mujeres y niños estaban cruzando a toda prisa y no fue hasta que el portal se cerro que pude ver a Helena entre esas mujeres. No dude ni un segundo en saltar e ir corriendo hacia ella justo a tiempo porque se derrumbo en mis brazos, se estaba desangrando debido a un enorme rasguño en su abdomen.
-¡Abuela!-
Al levantar un poco mi cabeza Bri se arrodillo frente a mi con su pelo hecho un desastre y varios cortes en su cuerpo y su cara.
-¡Mama!-
Gritaron varias mujeres al rededor. Y entre ellas Carol. Recosté a Helena en el piso con cuidado y su mirada no se apartaba de la mía, coloque mis manos sobre su herida y deje que el calor de mis manos la curara, tal como lo hice con Deucalion. Tarde un poco ya que sus heridas eran profundas.
-Déjame revisarla-
Carlisle se encontraba a mi lado con algunos de sus aparatos médicos. Me pare y camine hasta Carol quien no dejaba de mirar a su madre.
-¿Que paso?-
-El envió hombres a quemar el aquelarre por completo después de que uno de los nuestros salvara a una bebe de ser asesinada por su Beta-
-¿La bebe es hija de la mujer que azoto en hace unas horas?-
-Si, ¿Como lo sabes?-
-Me hizo una vídeo llamada para que viera como las mataba- dije entre dientes- ¿Pudieron cruzar el portal todas o quedo alguien?-
-Pudimos cruzar a tiempo. Lhioss nos aviso a tiempo-
-Su crueldad va en aumento, no le gusto nada saber que alguien le hace frente con tal facilidad- comento la mujer de al lado de Carol-
-Hacerle frente no es lo único que voy a hacer. Debería olvidarme de toda esa mierda de reunión de Alfas e ir ahora mismo y matarlo de una vez por todas-
-No puedes hacer eso, tu cuerpo aun esta débil-
-Estoy lo suficientemente bien como para matar a todos en ese lugar. ¿Cuanto mas voy a esperar?. Primero envía hombres a matar a mi hermano, después a mi, después secuestra mas niños del aquelarre, y ahora me llama para ver como mutila a una pobre mujer embaraza, sin contar con las cosas que le hizo a Ada y sus hijos, a su hija...-
-Tienes que calmarte...ahora- me ordeno Lucifer acercándose a mi poco a poco-
-¿Como quieres que me calme?, ¿Acaso no estas viendo lo que acaba de hacer?-
-Tu cara...-
-Me importa un carajo mi cara, Lucifer. Quiero matarlo-
Un remolino de emociones se formaba en mi interior y la única que podía sentir era la ira, estaban enojada, realmente enojada. Quería destriparlo ahora mismo, quería manchar mis manos con su sangre, quería arrancarle ese asqueroso corazón. Podía sentir mi respiración cada vez mas y mas pesada comenzando a notar como todo a mi alrededor parecía brillar con una luz rojiza.
-Scott...- fue lo único que pude decir antes de sentir como mi sangre comenzaba a hervir-
Unos segundos después escuche un enorme rugido detrás de mi. Podía reconocer ese rugido en donde sea. Mi hermano se puso delante de mi mostrando sus colmillos y sus ojos rojos me llenaron de paz.
-Scott. Malo-
-Lo se. Ven- ordeno abriendo sus brazos-
Unos minutos después sentí mas presión en mi cuerpo.
-Mi niña-
Era la voz de mi mama.
-Acá estamos-
Era la voz de papa. No pude evitar ponerme a llorar. Me sentí tan cansada de todo esto, ya no quiero pelear mas, ya no puedo.
Al separarnos pude ver la cara de pocos amigos de Lucifer mirando a mi papa. Así que para no hacerlo sentir mal camine hasta el para abrazarlo.
-¿Estas bien?- murmuro cerca de mi oído-
-Lo voy a estar cuando coma algo dulce-
Soltó una pequeña risa.
-Te comprare toda una pastelería solo para ti-
-Eso me gusta-
Cuando me separe respire hondo y estire mi mano hacia mi familia para presentarlos a todos. Helena ya se encontraba de pie y venia hacia mi con lagrimas en sus ojos.
-Caín...- trate de decir-
-Vimos lo que hizo y escuchamos lo que te dijo. No tienes la culpa de nada, el era lo suficientemente capaz como para saber que estaba bien y que estaba mal- susurro en mi oído-
-Helena...-
Ella me miro como si me estuviera reprendiendo por no llamarla "Abuela".
-Abuela. Ellos son Melissa, mi mama. Rafael, mi papa. Y Scott mi hermano. Y el es Lucifer Morningstar mi papa biológico- señale uno por uno- Helena es mi Abuela biológica, la mama de Ada, mi madre biológica y la…compañera del "Lobo negro"-
-Es un placer conocer a las personas que adoptaron y criaron a mi hermosa nieta. Gracias por cuidarla-
-Mas bien ella nos cuido a nosotros- aseguro mi mama- Es mi bebe, no hay nada que no haría por ella-
-Es mi niña-
-¿Tuya?- pregunto Lucifer en tono de burla- Es mía-
-Es MI hija-
-Salió de mis bol...-
-¡Basta los dos!. Compórtense como las personas adultas que son, me están haciendo pasar vergüenza, ¿Que va a decir la cabeza de fósforo de mi?-
-Que parecías un pollo prendido fuego- la escuche decir detrás de mi-
Me gire para verla y aunque trataba de demostrar que estaba bien podía percibir su dolor. Me acerque a ella y tome sus manos.
-Puedo curarme sola- se quejo-
-¿Que clase de prima seria si no te ayudo?-
Al terminar de curarla seguí con Carol.
-Lamento lo que te hizo Caín- murmuro en voz baja-
-No tienes porque, me dio una lección importante al final-
-¿Cual?-
-Ya lo vas a ver. Pero primero tengo que curar a todas lo que estén heridas-
Mientras Helena hablaba con mis padres, mi hermano, Lucifer, Carlisle y Esme, yo me aseguraba de que todas sean curadas, al terminar no pude evitar soltar algunas lagrimas al ver a la bebe que rescataron, se veía tan chiquita, tan indefensa. Al tocarla la vi correr hacia mi gritando "Mama", no tendría mas de tres o cuatro años, después de abrazarme al intentar levantarla en brazos note mi enorme panza de embarazada y un chico de pelo negro con dos niños en sus brazos caminando hacia mi con una sonrisa, detrás suyo venían tres niños mas de diferentes alturas, pero no parecían tener mas de siete u ocho años. Me concentre en el chico, tenia el mismo tatuaje que Leah, llevaba pantalón corto negro, estaba descalzo y su torso al desnudo. Cuando la solté no pude mantenerme de pie así que caí de rodillas.
-Aun no estas recuperada del todo- me advirtió Bri ayudando a levantarme-
-Acabo de tener la visión mas rara del mundo-
-¿Que viste?-
-A esa bebe en unos años gritándome, "Mama" mientras me abrazaba-
Bri coloco su mano en mi frente y grito.
-¡Abuela esta delirando!-
-No estoy delirando, es lo que vi-
Helena llego a mi lado con una mirada tranquila y coloco sus manos en mi cara. Una sonrisa se formo en su cara.
-Esta débil y tiene hambre pero no esta delirando. Acaba de verse embarazada y a su familia viniendo hacia ella-
-¿Embarazada?- cuestiono Lucifer llegando a mi lado-
-Quien se atreva a ponerle una mano encima a mi hija le voy a llenar el cuerpo de plomo-
-Por fin en algo estamos de acuerdo sustituto-
-Querrás decir de plata. Su futuro compañero es un lobo- sonrió Helena- Y al parecer esta mas cerca de lo cree-
-Eso no va a pasar- asegure quitándome con cuidado las mano de Helena de mi cara para luego caminar hasta Carlisle- Ayúdame a esconderlas por estos dos días y te traeré las cabezas de Aro, Caius y Marcus en bandeja de oro-
El miro a su familia y todos asintieron sin dudar ni por un segundo.
-Sera un placer ayudarla princesa- aseguro inclinándose levemente hacia mi-
-Tenemos un trato entonces-
-Si, lo tenemos-
Mientras lo Cullen les indicaban a todas donde podían quedarse y las ayudan con los niños, Helena, Carol, Bri, mis padres, mi hermano, Lucifer y yo hablábamos sobre como llego Scott, si nadie había creado un portal o algo parecido.
-Te escuche llamarme-
-¿Como?-
-Fue como si tiraras de mi a través de la luz. No se como explicarlo, solo se que un agujero se abrió y te vi, te escuche y supe que me necesitabas-
Los lobos que dicho sea de paso no se habían movido ni un poco con tanto alboroto, escuchaban atentamente cada palabra que mi hermano decía, no podían quitar su vista de el, y eso me estaba empezando a molestar.
-Solo te llame una vez-
-Fue suficiente para saber que me necesitabas-
-Gracias-
-Eres mi hermana y te amo, y no quiero que nada te pase-
-Estoy bien-
-Sentí tu dolor, Bren, no estas bien, ni física ni emocionalmente-
-Lo voy a estar después de que haga todo lo que debo hacer-
-¿Y después de eso que te asegura que no seguirán llegando mas y mas cosas?. Siempre estamos en peligro y tu te sobrecargar de mas. Eso tiene que parar-
-Concuerdo con el pulgoso. Necesitas vacaciones hija-
-No le digas pulgoso, apestoso puede ser pero pulgoso jamás- le advertí burlándome-
-No soy ninguna de las dos- comento oliendo su ropa disimuladamente-
-¿Mama?- la llame-
-Tiene razón Scott, el olor a perro mojado es asqueroso-
-Dejen de mentir-
-Hermano puedo acostumbrarme a tus pulgas pero jamás al olor a perro mojado- me burle abiertamente-
-Yo no soy el que dejaba plumas de paloma por toda la casa-
-De pollo, parece un pollo asado- afirmo Bri-
-Me gusta ese apodo- aseguro mi hermano-
-Podría usar un fósforo para prender fuego y cocinar un perro, ¿Que les parece?-
-Dejen de pelear, ¿No les parece que ya están grandes para eso?- pregunto en burla Helena-
Después de eso Scott y mis padres se despidieron de mi para volver a Beacon Hill para prepararse para dentro de dos días y de paso contarles a los demás lo que había pasado. Mientras tanto Helena, Carol y Bri entraron para ver como estaban todas y para asegurarse que los niños estuvieran bien.
-Tienes que volver a Los Ángeles-
-No voy a irme-
-Papa...-
-No voy a dejarte sola. Además no me perdería el verte destrozar a esa bola de pelos-
-¿No vas a interferir cuando mate a los Vulturi?-
-Quiero estar ahí cuando lo hagas, así todos sabrán que el Diablo apoya a su hija al cien por ciento-
-Cuando mencionaste mi cara...¿Se parecía a la tuya?-
-No, tus ojos se volvieron rojo fuego y tus venas se tornaron negras, tus alas estaban brillando como nunca incluso mas que en el hotel, y la luz que te rodeaba...era majestuosa-
-Siento que cada vez pierdo mas y mas el control. No se si pueda seguir así-
-¿Que quieres decir?- me miro confuso-
-Que si algún día Amenadiel vuelve, quisiera preguntarle como hago para deshacerme de mi parte angelical-
-No puedes decirlo enserio-
-No puedo seguir así, Papa. ¿Y si pasa lo mismo que en Italia y esta vez es mas grande?, ¿Y si la próxima vez Scott no puede pararme?. ¿Que pasa si lastimo a alguien que amo porque no puedo controlarme?. No quiero que eso pase-
-Mi princesa...-
-No puedo...ya no puedo seguir así-
-Si Amenadiel vuelve, seré el primero en preguntarle. Te lo prometo-
-Gracias-
-Iré adentro a llamar a Linda, si alguien sabe algo de Amenadiel puede ser ella-
-Esta bien-
Lucifer se fue dejándome sola con los lobos. No tenia miedo ni nada parecido, solo...necesitaba sentarme.




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