La primogénita del Diablo

Parte treinta y dos. ¿Te doy miedo?.

Habia claramente dos cosas que quería hacer en este preciso instante, la primera era cavar un pozo y enterrarme viva y la segunda entrar a esa casa con el pelinegro y la bebe y no salir por meses.
-¡Eso no va a pasar y punto!- volvió a repetir Lucifer algo molesto-
Llevaban un rato discutiendo Helena, Ada y Lucifer sobre lo que me pasaba y sobre mi sexualidad. Era algo incomodo al menos para mi pero para el resto parecía algo divertido de ver.
-Lucifer...- lo llame pero nada seguía encarnizado peleando con Helena-¡Papa!- lo volví a llamar-
-¿¡Que!?- me grito-
-Que es suficiente. No puedes decirme con quien dormir y con quien no. Soy lo suficientemente grandecita como para tomar mis propias decisiones-
-Se que lo eres pero...-
-Pero nada, yo no te digo con cuantas mujeres puedes dormir o ¿Si?-
-No es lo mismo-
-Si lo es. ¿Que dirías si te dijera que no puedes volver a trabajar con Chloe nunca mas?-
Su cara volvió a la normalidad y por un segundo note como la desilusión y la tristeza cruzaban por su cara.
-Eso que sentiste, aunque lo niegues es lo que estoy sintiendo ahora. No se como explicar esto, Papa, en verdad necesito estar con el y con la bebe a solas. Si tenemos sexo o no, no me importa, solo quiero abrazarlo- le explique mientras me ponía a llorar-
-¿Porque lloras?- me pregunto estirando su pulgar para limpiar mis lagrimas-
-No se. Me siento tan rara, no me siento como yo misma-
-Es normal. Cuando alguien es mordido, el cambio produce un incremento de emociones tan fuertes y todas a las que casi siempre es imposible controlarlas pero hasta ahora haz hecho un buen trabajo manteniéndolas a raya y eso es lo importante- me consoló Helena- Estarás algo inestable por algunas semanas, y me refiero a tus emociones, algunas veces vas a estar muy sensible tanto que hasta la luz puede lastimarte los ojos, otras veces vas a estar tan enojada que vas a sentir la necesidad de matar, y otras simplemente vas a estar tan excitada que en lo único que vas a pensar es en marcar a tu compañero-
-¿Marcarlo?-
-Se refiere a morderlo. La mordida le informa a todos los lobos que se te acerquen que tienes un compañero o compañera. Y que no pueden tocarte o sufrirán las consecuencias. Es como marcar territorio-
-Entiendo. Pero no me voy a transformar como mi hermano, o ¿Si?-
-Es posible. Nunca hemos visto a una Nefilim que sea mitad mujer lobo. Era algo inexistente de imaginar o de llegar a ver-
-Soy un perro con alas. Genial, lo que me faltaba para completar toda esta locura-
-Y mitad bruja- añadió Ada con una sonrisa-
-¿Seguros que no quieren que me muerda un vampiro?. Digo como para completar el combo- me burle-
El pelinegro me abrazo por la espalda y la cara de odio de mi Papa no tuvo precio. Al sentir sus manos en mi una ola de cansancio se hizo presente.
-Necesito dormir- informe-
-Primero necesitamos curarte- me señalo Helena-
-Papa, ¿Te quedaras o volverás a Los Ángeles?-
-¿Quieres que me quede?-
-No...-
-No seas tan directa, ten un poco mas de tacto conmigo- se molesto-
-Iba a decir, no es necesario que te quedes a cuidarme, mejor regresa por si Chloe ya volvió y necesita hablar contigo-
-Si lo pones así, voy a regresar. Pero antes...-
Camino hacia mi de manera rápida y tomo la muñeca del pelinegro de mi cintura para estirarlo hacia el y tomar su cuello.
-Si lastimas a mi hija de alguna forma, el infierno será un parque de diversiones para las cosas que voy a hacerte. ¿Te quedo claro?-
Su cara había cambiado a lo que el llamaba su verdadero rostro así que supongo que eso podía darle miedo a algunas personas.
-¿Que no quieres ser abuelo?- le pregunte en burla una vez que lo soltó-
-¡Si la embarazas te mato!- exclamo intentando agarrarlo nuevamente-
-Estoy jugando. Fue una broma, no te lo tomes tan a pecho. Además ya tienes una nieta, abuelito Lucifer-
-¿Que cosa?- me pregunto sorprendido y ofendido a la vez-
Le señale con la mirada a la bebe en mis brazos.
-Aunque legalmente yo tampoco soy tu hija así que supongo que por ahora se llama Amara McCall-
-Llamare a mi abogado ahora mismo para que haga los papeles. Tu eres mi hija y como tal tendrás mi apellido. ¡Que clase de falta de respeto es esa!- se quejo ofendido-
-Eso significa que cuando eso pase, ella va a ser legalmente tu nieta-
-Bien pero no podrá decirme abuelo en publico. Que van a pensar la gente de mi siendo tan joven...-
-¿Joven?- me burle-
-Estoy a punto de desheredarte- me amenazo-
-Hazlo, Caín me dejo una fortuna así que no me da miedo quedarme sin efectivo- le replique-
-Hablaba de la bata autografiada por todo el reparto de Bones-
-No te atrevas-
Soltó una escandalosa risa antes de venir hacia mi y darme un beso en la frente.
-Si me necesitas, llámame. ¿Entendiste?-
-Lo entendí. No te preocupes-
Dirigió su mirada hacia la bebe en mis brazos y por un segundo amago a querer darle un beso pero en su lugar solo acaricio su mano y se enderezo. Después le pidió a Helena que abriera un portar hacia su Pent-house y al cruzar se giro para verme.
-Es increíble que salieras de mis bolas- negó poniendo sus manos en sus caderas-
El portal se cerro y no pude evitar ponerme a reír.
-Es el tipo mas molesto del mundo, mal hablado, sus chistes son un asco, odio sus trajes, pero me gustan sus perfumes, tiene un gusto espantoso para música, vive de fiesta, sexo, alcohol y drogas pero aun así y a pesar de todo eso, ha estado para mi en cada momento importante en estos últimos meses. Es algo nuevo pero es un buen padre- asegure sin dejar de ver por donde se fue- Si alguien le dice que dije esto, voy a negarlo a muerte, les aviso- les advertí-
-¿Entramos?- pregunto Helena-
Al entrar a la casa y subir a la habitación note el mismo olor que el pelinegro tenia en el cuerpo.
-¿Esta es tu casa?- le pregunte mientras me sentaba en sus piernas-
-Nuestra- nos señalo a los tres-
Ada me dijo que no era necesario que estuviera sola mientras me curaban que podía quedarme tranquila sentada en las piernas del pelinegro con la bebe en brazos. Al terminar de curarme el cansancio me golpeo mas fuerte que nunca y tuve miedo de que mis brazos se aflojaran al igual que mis piernas así que le pase la bebe al pelinegro y me senté en la cama.
-Deucalion puede encargarse de las manadas mientras duermo y cuando este en mis cinco sentidos voy a tener que organizar una reunión con esas manadas y los aquelarres-
-Esta bien, no te preocupes por eso ahora. Concéntrate en descansar- susurro Ada poniéndose frente a mi- Mi hermosa bebe, sigo sin creer que estas frente a mi. Después de tantos años-
-Cuando reaccione a todo lo que acaba de pasar en estas ultimas horas, me gustaría conocerte y a los chicos-
-Y lo harás, también muero por conocerte hija mía. Mi hermosa Aysel- murmuro antes de besar mi frente- Duerme hija mía, descansa-
Poco a poco mis ojos se iban sintiendo mas y mas cansados, tanto así que no pude evitar caer hacia atrás del cansancio. Cerré mis ojos lentamente sin apartar mi vista del pelinegro y de la bebe en sus brazos.
Para cuando tuve un poco de reacción y abrí los ojos la voz en mi cabeza no dejaba de gritar "Mate y marcar", una y otra vez sin parar, era realmente molesta. Al girarme el pelinegro dormía a mi lado completamente desnudo y a su lado una cuna de bebe pegada a la cama. Al levantar mi cabeza y mirar fijamente hacia la cuna vi a la bebe durmiendo y se veía tan serena que me daría cosa hacer un solo ruido para despertarla. Por otro lado la voz no se callaba y mi cuerpo comenzaba a sentirse caliente, y no porque hiciera calor, sino porque al ver al chico desnudo a mi lado todo mi cuerpo reacciono sin poder controlarme.
Si poder evitarlo pase mi mano por su espalda desde su cuello hasta su espalda baja haciendo que sus músculos se tensaran bajo mi mano.
-Deberías estar durmiendo- murmuro débilmente-
-¿Como se supone que duerma teniéndote así a mi lado?- lo cuestione acercándome a el para besar su espalda- ¿Porque hueles tan bien?-
-Suelo dormir desnudo, es mas cómodo-
-Y es mucho mejor para mi-
-¿Ah si?-
-Si, mucho mejor- solté en un leve gruñido-
Después de dejar varios besos en su espalda me dirigí hacia su cuello, lamí y mordisquee parte de este y su oreja, ganándome leves gemidos de su parte.
-Date la vuelta- le ordene-
-No creo que sea buena idea, aun no haz descansado lo suficiente-
-Que te des la vuelta- volvía repetir pero en un tono mas grabe-
El se giro poco a poco y se tapo con la sabana su muy notoria erección.
-¿Cual era tu nombre?- le pregunte atacando de nuevo su cuello-
Lentamente volví a lamer su cuello pero esta vez dándole pequeñas mordidas mientras que mi mano viajaba hasta su pecho.
-Paul...La...Lahote-
-Paul...-gemí contra su piel- Te necesito Paul...-
-Y yo a ti-
Mi mano comenzó a bajar mas y mas hasta llegar el borde de la sabana.
-¿Que tanto?- le pregunte mientras movía mi boca hasta la suya- Dime...
-Demasiado-
La habitación estaba a oscuras a penas iluminada por la luz de la luna y aun así podía verlo con claridad, su cuerpo entero temblando bajo de mi mano. Mis dedos estaban a centímetros de su erección cuando su mano tomo la mía.
-No deberíamos-
-¿Porque no?- le pregunte levantando mi cabeza de su cuello para poder mirarlo a los ojos-
-A penas nos conocemos y esto es algo nuevo-
-¿No quieres que sea tu compañera?-
-Por supuesto que quiero, eres mi mujer-
-¿Entonces?-
-Es que, ¿No prefieres que nos conozcamos un poco mas?-
-¿No tenemos toda la vida para conocernos?-
-Bueno si pero...-
Me sentía rechazada y eso me ponía triste y molesta.
-¿Te doy miedo?-
-¿Que?. No, no en absoluto-
Me aparte de el y me puse contra la pared lo mas lejos de el posible.
-Entiendo si me temes, después de todo soy un monstruo. Entiendo que no tengas deseos de tocarme-
-¿Me haz visto?. Antes de siquiera tocarme estaba tan duro como una piedra, jamás había estado tan duro en mi vida. Eres mi compañera, jamás podría rechazarte-
-¿Puedo usar tu baño?. Necesito una ducha de agua fría-
-Yo no quise..-
-Esta bien, no te preocupes. Helena dijo que iba a sentir los cambios de humor, por eso necesito la ducha de agua fría-
Me pare de la cama y salí al pasillo sin importarme que Paul se parara detrás de mi para seguirme. Entre al baño y rápidamente cerré la puerta detrás de mi, quedándome apoyada en ella.
-Por favor...- escuche murmurar al pelinegro del otro lado-
Después de darme un buena ducha me quede parada frente al espejo mirando mi cuerpo. Aunque la mayoría de las marcas había desaparecido la mordida de Peter aun prevalecía intacta en mi piel. Antes de salir del baño me envolví el cuerpo con una toalla. Al llegar a la habitación Paul estaba sentado en la cama vestido con una remera negra y un pantalón corto.
-¿Podemos hablar?- me pregunto parándose-
-Antes quiero decirte algo- cerré la puerta detrás de mi y me quede apoyada en ella- Lo siento, fue impulsivo de mi parte tocarte así, no debí hacerlo, debí controlar mejor mis emociones. Esto es algo muy raro para mi y siendo honesta eres el segundo chico que toco desde que mi novio murió hace años y en verdad yo lo siento mucho, no quería hacerte sentir incomodo-
-No tienes que disculparte a todos no ha pasado, el cambio no siempre es fácil, y a algunos les cuesta mas que otros- expreso con una sonrisa-
-También decidí que no es bueno que seamos compañeros. Mi vida no es fácil y todo el tiempo estoy metida en muchos problemas y no puedo vivir preocupada por ti o por ella. Así que yo necesito decirle a Helena que busque una buena familia para ella y con respecto a ti, en verdad lo siento y espero que encuentres a alguien que en verdad pueda estar contigo-
-No vas a dejarme. Ni a mi ni a ella, eres mi mujer, mi compañera. ¿Crees que me importa el riesgo?, ¿Mhmm?- me pregunto acercándose a mi y poniendo sus manos en mi cara para que lo mirara- Por favor no vuelvas a decir esas cosas, no puedo vivir sin ti y estoy seguro de que te quema por dentro haber dicho eso, por eso se que no puedes vivir sin mi y sin ella-
-Perdón pero no puedo tenerlos en mi vida. No con la clase de vida que tengo-
-Esa es mi decisión, no tuya. Puedes darme la opción de dejarte pero ni sueñes que eso va a pasar, eres mía y yo soy tuyo-.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.