La primogénita del Diablo

Parte treinta y tres. Marcas en el cuello.

Paul me beso lento, tomándose todo el tiempo del mundo, yo por mi parte me sentía en las nubes. Lo malo es que mis hormonas no estaban igual de contentas y un nombre comenzó a resonar en mi cabeza una y otra vez.
-¿De casualidad sabes quien es Dean Winchester?- le pregunte interrumpiendo el beso-
-¿Porque nombras a otro tipo cuando estamos...?-
-Es que su nombre sigue apareciendo en mi cabeza intermitentemente. Y esto solo significa una cosa, o una muy buena o una muy mala. ¿Tienes computadora?-
-¿Y no puedes esperar hasta después?- me pregunto apuntando con su vista hacia abajo-
-No, lo siento. Tiene que ser ahora- le dije separándome de el y yendo a buscar la ropa que me dejo Helena en la silla cerca de la cama-
-Por favor-
-Perdón pero no se calla y no se va a callar hasta que sepa quien cuernos es ese tal Dean-
Al terminar de cambiarme me asegure que la bebe estuviera durmiendo y salí rápido del cuarto a buscar la computadora. Era una computadora de escritorio algo vieja pero al menos tenia acceso a Internet.
-¡Por favor que no sea otro problema!, ¡Por favor que no sea otro problema!-
Me repetí una y otra mientras entraba a la base de datos del FBI.
-¡Por favor, por favor!-
Dean Winchester, cero resultados.
-¡Me lleva la mierda!- exclame parándome agresivamente-
-¿Quien es Dean Winchester?-
Si mi corazón ya estaba lo suficientemente dañado por tantas emociones juntas, con la estúpida de Briana me iba a dar un infarto de muerte asegurada.
-Te lo juro que un día de estos, te lo juro te voy a matar, y no de una forma muy bonita- le dije entre dientes-
-A veces eres tan flojita prima. Pero aun no respondiste mi pregunta- se burlo-
-¿Crees que si supiera quien cuerno es Dean Winchester lo estaría buscando en la base de datos del FBI?. Y yo que creí que solo las rubias eran tontas.-
Cerré sesión y me senté de nuevo en la silla completamente recostada en ella.
-¿Y porque lo buscas?-
-¿Recuerdas que te conté lo del muelle?-
-Si, lo recuerdo. La voz-
-Si, bueno, volvió y ahora no deja de decir ayuda a Dean Winchester, y no se calla, pero si no se quien es, ¿Como se supone que lo ayude?-
-¿No es la voz de tu loba?-
-No esa voz suena como la otra persona, esta que me pidió que ayudara a Dean, era mi voz-
-¿Tienes mas de dos voces en tu cabeza?-
-Hasta donde yo sabia solo era la mía, al menos hasta la pelea con Draven-
-Podríamos pedirle ayuda a la Noemia, ella es buena en hechizos rastreadores, de seguro lo encuentra-
-Eso seria bueno. ¿Cuanto tiempo dormir?-
-¿Te despertaste hace rato?-
-Si-
-Casi cinco días-
-¿Cinco días?-
-Casi, cinco días-
-Es lo mismo-
-¿Que paso con las manadas?-
-Ese tal Deucalion lo hace bien, le encanta dar ordenes. Pero hay algunas cosas que no puede controlar-
-¿Que cosas?-
-Los alfas que venciste, se niegan a acatar las ordenes y están causando alguna que otra revuelta-
-¿En donde están?- le pregunte poniéndome de pie-
-En el campo en el que pelearon, se armaron campamentos hasta que estuvieras lista para designar a tus nuevos betas-
-¿Ada?-
-Ella ha venido a cuidarte todos los días y a la bebe. Ahora mismo debe estar con sus hijos. Deberías haber visto como los tratan en la manada, como si fueran escoria-
-Mira que me he esforzado por ser buena pero claramente la gente no colabora. Siguen buscando que me ponga violenta-
-Y deberías. No tienes idea del miedo que infundiste al destrozar esa porquería. Fue increíble en verdad. Esa mirada de psicópata en tu cara al arrastrarlo. ¡Mierda!, hasta a mi me heló la sangre de solo verte a los ojos. No voy a volver a repetir esto pero...estoy orgullosa de que seas mi prima-
-Debiste darme chance de a grabarlo-
-Ni creas. Si alguien pregunta lo voy a negar-
-Si, si como digas cabeza de fósforo-
Me encamine hacia la puerta como si nada mas en el mundo importara pero me detuve en seco después de abrirla.
-¿Porque te paras?-
-No puedo irme- asegure-
-¿Que, porque?-
-¿Y la bebe pendeja?-
-¿Y el lobo?-
-No puedo usarlo siempre de niñera, pobre hombre-
-Dame unos minutos- me pidió-
La vi decirle algo a su anillo en voz baja y unos minutos después apareció una chica de piel morena parada frente a mi.
-¿Hola?- la salude al ver que después de verme su mirada cayo directamente al piso-
-Ella es Marie, nuestra prima. Es hija de tía Elizabeth, una de las hijas menores de la abuela-
-Hola Marie- la volvía a saludar con una sonrisa-
-Princesa- me saludo inclinando su cabeza ante mi-
Eso me dio un tic en el ojo. Voy a tardar años para que entiendan que no deben llamarme así.
-Marie somos primas, no debes hacer eso. ¿Enserio todas van a hacer eso?-
-Acostúmbrate, antes de ser parientes eres la hija de nuestro señor-
-Somos familia pendeja, no tienen que hacer eso-
-¿Y eso que?. Nadie en su sano juicio se atrevería a llamarte prima después de que el mismísimo Lucifer te llamara hija delante de todos y amenazara de muerte a cualquiera que se atreva a ponerte una mano encima. No se tu pero no importa cuantas veces insistas van a llamarte princesa por el resto de tu vida-
-Ya veremos, ya veremos- dirigí mi atención a la chica a mi costado quien no dejaba de verme al temblorosa- Marie, si estas ocupada puedo cuidarla yo, no te hagas ningún problema-
-No, no, no, yo lo hago- se apresuro a decir con rapidez-
-¿Segura?-
-Si, estoy segura-
-Gracias prima- le dije con una sonrisa-
Por un instante pareció olvidarse de quien era yo y levanto su vista para verme. Su mirada había cambiado y paso de tener una mirada apagada a una con brillo en cuestión de segundos.
-¿Quizás mas tarde podrían presentarme a las demás primas?, ¿También tenemos primos?-
-Mas tarde te presentaremos a todos. Solo que antes vas a tener que trabajar en el tic que tienes cada que alguien te llama princesa-
-No tienes idea de lo incomodo que es-
-Lo que digas princesa-
Después de que Marie entrara y cerrara la puerta detrás de nosotras me di cuenta de que un enorme lobo gris nos miraba desde el costado de la casa.
-¿Nos van a vigilar todo el camino?- le pregunte a Bri mientras caminábamos-
-Es tu compañero pendeja-
Me detuve en seco al escucharla.
-¿Que cosa?-
-Es el pelinegro- me dijo en tono de burla-
Me gire hacia mi costado y lo observe bien.
-¿Que no lo reconoces?-
-Bueno...no recordaba que fuera tan grande y...que pareciera un perro-
Juro que intente no reírme pero me fue imposible, a lo que me gane un pequeño gruñido por parte del pelinegro a medida que se acercaba a mi.
-Perdón, es que estoy acostumbrada a la transformación de mi hermano y la única vez que alguno se transformo en un perro fue Derek y no se veía tan grande-
Paul se me acerco lo suficiente y comenzó a refregar su cabeza por mi cuerpo, como si estuviera impregnando su olor en mi.
-Ya, ya, tranquilo, tranquilo- le pedí dando unos paso hacia atrás- Ya quedo claro, ¿Si?, ya-
-Podemos seguir o van a seguir con sus...lo que sea que haya sido eso- comento Bri de brazos cruzados detrás de mi-
-Si, si, vamos-
Volví a girarme por completo y continúe caminando junto a ellos. Después de un rato llegamos al enorme campamento instalado en el mismo campo donde se llevo a cabo la reunión. Mientras caminaba siguiendo a Bri mientras me indicaba donde estaba la carpa principal, todos a mi alrededor se inclinaban ante mi. He de admitir que siendo ellos quienes se inclinan, me gustaba y hasta me sentía poderosa.
-Llegamos- me señalo Bri una carpa bastante alta casi al centro del campo-
Ada se encontraba afuera y se la veía algo enojada, eso me enojo a mi. Al verme su cara cambio por completo a una radiante sonrisa así que no pude evitar salir corriendo y abrazarla. Era como una necesidad muy grande el estar cerca de ella y protegerla.
-Parece que alguien despertó de buen humor- murmuro en mi oreja mientras me abrazaba-
-Algo así. Pero solo quería abrazarte-
-Mi bebe, puedes abrazarme todo lo que quieras amor mío-
Al separarme los tres chicos estas a nuestro costado así que me acerque a ellos y los abrase.
-¿Porque nos abrazas?-
-Porque son mis hermanos, así que deberían acostumbrarse porque a Scott lo abraza constantemente-
-El Alfa Real-
-Antes de ser el Alfa Real era un nerd malo con las chicas y en los deportes, vivía todo el día con su mejor amigo y vivian metiéndose en problemas-
-¿Era un nerd?-
-Y de los buenos- me burle- Y aun así nunca se quejo de mis abrazos, es mas se enojaba cuando no lo abrazaba-
-¿En verdad?-
-Oh si, siempre. Al igual que mi mama cada vez que le llevaba el desayuno, el almuerzo o la cena al hospital-
-¿Hospital?, ¿Estaba enferma?-
-No, no, es enfermera y tomaba turnos dobles casi todos los días porque no nos alcanzaba el dinero-
Ellos asintieron con lentitud y al hacerlo note algunas marcas en sus cuellos.
-¿Quien fue?-
-¿Quien fue que?-
-¿Quien les hizo eso?- les señale sus cuellos- Esas marcas no las tenían antes de desmayarme-
-No fue nada, no te preocupes-
-¿Que no me preocupe?. Atacan a mis hermanos cuando no estoy, ¿Y dices que no me preocupe?-
-No vale la pena, hay problemas mas grandes-
-Voy a decirte algo y quiero que presten mucha atención. Mi familia siempre es primero, me guste o no, sea correcto o no, les guste o no. Es lo que es y si no me dices quien fue o quienes fueron, créanme que las cosas se van a poner feas para todos en este campamento-
-Solo fueron algunos de los betas de nuestro padre-
-Quiero sus nombres y que me muestren sus caras- les ordene-
-Princesa...- intento decir uno de ellos-
-Ahora mismo, soy su hermana. Y como les dije, nadie le pone una mano encima a mis hermanos-
Mi voz había cambiado un poco así que trate de tomármelo con calma pero mis acciones no iban a ser para nada calmadas. Si los respetan a ellos como van a respetarme a mi siendo su nueva líder. Eso era algo que debía dejar bien en claro desde el primer momento. Se quejaron por un rato mas pero en ningún momento di el brazo a torcer así que a regañadientes me dijeron los nombres y me enseñaron las caras de los lobos que los atacaron. Al parecer no solo eran los betas de Draven, si que también algunos Alfas a los que les había ganado estuvieron involucrados. Eso mi hizo hervir la sangre a tal punto que si los mataba sinceramente no me importaba en absoluto.
-¿Quieres enfrentarlos en privado?- me pregunto Bri observándome mientras yo veía la hoguera esperando a que trajeran a los lobos-
-No, ni de chiste esto va a ser privado. Ellos humillaron públicamente a mis hermanos, Bri, merecen lo mismo-
-¿Y solo vas a humillarlos?-
-Si mueren no me importa- confesé-
-¿Y no temes parecerte a Draven?-
-Mi hija no se parece a ese monstruo. Y jamás se va a parecer a el- intervino Ada con Helena a su lado-
-Solo decía- se defendió Briana-
-No Bri, no me da miedo, pero si me da miedo que se metan con mi familia. Quizás crean que porque a penas conozco a esos chicos o a ustedes, creen que pueden atacarlos sin consecuencias y no puedo permitir eso, un ataque contra ustedes es un ataque contra mi. Hoy fueron ellos, mañana quizás sea mi hija o Paul, así que no me importa que piensen que soy cruel, no me interesa si con eso todos ustedes están a salvo-
-Es lo mismo que hiciste con tu hermano- afirmo Helena- Pero lo de el fueron rumores-
-En su mayoría si, lo eran. Pero ahora mismo y con todo lo que se viene, no puedo permitir que solo sean rumores-
-Hija voy a decirte algo. Draven solo quería poder, era su único objetivo, tener mas y mas poder, pero tu mi amor, lo que tu haces no se parece en nada a lo que el era, tu buscas la paz para tu familia, deseas un mundo en que tu hermano pueda estar tranquilo sin tener que esconderse por lo que es y por el poder que lleva con sigo. Mi amor tu eres la persona mas pura que he conocido en toda mi vida mi bebe, y te juro que me arrepiento cada día por no haber luchado mas por seguir a tu lado pero ahora mismo creo que lo que hice, estaba destinado a pasar de alguna u otra forma para que pudieras ser fuerte y enfrentar todo lo que la vida te pusiera delante de ti. Mi bebe preciosa, eres el alma mas pura que tiene este mundo- finalizo Ada poniendo sus manos en mi cara-
-Y algo psicópata...-murmuro Bri-
-Estábamos teniendo un momento madre e hija, ¿Porque la tenias que cagar así?- me queje antes de ponerme a reír- Gracias por eso, Mama-
Los ojos de Ada se iluminaron de tal manera que no pude evitar abrazarla. Al separarnos no pude evitar limpiar su lagrimas y besar sus mejillas. 




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