Parte treinta y cuatro. Yo soy su nueva Alfa.

Carol nos informo que todos los lobos ya estaban esperándome afuera. Le agradecí por haberme ayudado a pesar de su condición.
-Estoy embarazada no enferma-aseguro-
-Si pero aun podría haber sido peligroso-
-¡Oh niña!, he hecho cosas peores-
-Si como embarazarte a los cuarenta- se quejo Briana-
-Y dale con eso otra vez, ya lo hablamos-
Bri solo revoleo los ojos y salió de la carpa algo molesta.
-No se tomo muy bien lo del embarazo- informo Carol-
-Nos quedo bastante claro- se burlo Ada-
Después de unas cuantas risas la imagen de Amara se hizo presente en mi cabeza.
-¿Puedo pedirles algo?- les pregunte antes de tener que salir de la carpa-
-Lo que sea- aseguro Helena-
-¿Pueden enseñarme a cambiar un pañal?, ¿Oh y a prepararle el biberón a la bebe?, ¡Oh mierda casi me olvido!. ¿Y a saber cuando tiene frió o calor?. Es que no tengo idea de como criar a una bebe, digo ni siquiera lo pensé mucho cuando acepte, y no tengo ni un mínimo de conocimiento básico en bebes-
Carol soltó una pequeña risa antes de poner su mano en mi hombro.
-Nosotras te enseñamos, no te preocupes-
-Gracias-
Al salir de la carpa el silencio era sepulcral, era tal que ni siquiera los animales emitían sonido alguno. A medida que me acercaba a donde se encontraban todos reunidos podía ver a varios tipos de rodillas forzados a estar así gracias a la magia de algunas brujas.
-Mi Alfa- me saludo Deucalion entregándome un vaso de whisky- Lo envía su padre-
-Gracias-
Bebí el whisky sin problemas bajo todas las miradas ansiosas a mi alrededor y note que todos los Cullen estaban ahí y había dos chicas nuevas con ellos. Viéndolas bien eran las dos mujeres del restaurante las que estaban con los dos lobos. Incline un poco mi cabeza hacia ellos en modo de saludo y el ellos hicieron lo mismo. Después de unos segundos concentre mi vista en los diecisiete hombres que se encontraban frente a mi.
-Ya pueden soltarlos- les informe a las brujas- Deucalion, ¿Podrías decirme que paso?- le pedí sin verlo-
-Rebelión mi Alfa. Se niegan a tomarla como su Alfa a pesar de haberles ganado fácilmente en una pelea justa. También han hablado muy mal de ti y se han atrevido a golpear a tus hermanos e intentaron ir contra tu madre-
-¿Todos tienen familia?- pregunte acercándome a ellos un poco mas pero nada salía de sus bocas- Briana-
- "Aquellos quienes ahora están en este campo oirán la verdad de las bocas de los traidores"- comento mientras salía una nieva azulada de sus manos-
Una barrera nieva los cubrió por unos segundos y cuando finalmente se desvaneció comenzaron a hablar.
-¡Yo si tengo familia!- grito uno de los tipos del fondo-
-¡Y yo!-
-¡Y yo también!-
Para cuando terminaron de gritar siete de ellos tenían esposa e hijos así que les pedí que sus familias vinieran ante mi.
-¿Porque quieres ver a sus familias?, ¿Vas a matarlos?- me pregunto Rifus Lorian, si mal no recuerdo ese era su nombre-
No le respondí. Cuando las familias llegaron las mujeres se veían temblorosas y constantemente sujetaba a sus hijos contra ellas para protegerlos.
Me acerque a la primera familia y vi como uno de los hombres se levanto apurado para llegar hasta mi para impedir que le hiciera algo a su familia, a lo que Carol uso un hechizo para dejarlo inmóvil en el piso permitiéndole ver lo que iba a hacer. Volví a dirigir mi mirada hacia la mujer y sus tres hijos, dos varones y una nena. Los varones no pasaban de los siete años mientras que la pequeña tendría dos años mínimo. Al llegar frente a ellos me puse en cuclillas para saludar a los niños que se escondían detrás de su madre.
-Hola, ¿Como se llaman?- les pregunte dándoles una pequeña sonrisa-
Nada. Ni una palabra.
-Esta bien...lo entiendo...doy miedo- comente sentándome delante de las mujeres y sus hijos quien a pesar de estar asustados me miraban con curiosidad- ¿Nadie va a decirme su nombre?-
La primera niña que estaba a upa de su madre comenzó a moverse para todos lados queriendo que su madre la bajara así que solo la mire y esta la bajo sin problemas. La pequeña me miro por unos segundo a antes de correr hacia mi. Al llegar a mi sus manos fueron directamente a mi cara.
-Hola- le sonreí enseñando mis dientes- Hola bebe-
-Ella no puede escucharte, es sorda- murmuro el padre de la niña-
Asentí y coloque mis manos en sus orejas, mis manos se iluminaron con pequeño brillo y la madre de la pequeña se asusto y trato de intentar pararme pero Deucalion la paro al instante. Unos segundos mas tarde quite mi mano de sus orejas y volví a hablarle.
-Hola. Hola- le dije con una sonrisa-
La pequeña me miro y se toco las orejas.
-Hola bebe- volví a hablarle-
Esta vez toco mi boca sorprendida del ruido que salía de ella.
Deucalion soltó a la mujer que me miraba sorprendida y con lagrimas formándose en sus ojos. Unos segundos después me pare y tome a la niña en brazos para llevarla con su mama.
-Su sordera no fue de nacimiento, ¿Verdad?-
-No...ella...fue porque era alérgica a un medicamento- comento entre lagrimas-
-¿Tus otros hijos están bien?- le señale a los pequeños que no se habían movido de su lugar-
-Ellos...si, están bien-
No paraba de llorar así que me gire y le hice señas a Carol para que soltara al hombre. Este de inmediato corrió a abrazar a su mujer y a su hija.
-¿Porque, porque la ayudaste?-
-Porque yo no lastimo niños, nunca lo hice y nunca lo haré. Excepto a mi hermano cuando se comió mi helado-
-Los rumores...-
-Rumores, rumores, ¿Quien crees que creo la mayoría?- me burle girándome para ver a ver a las demás mujeres- ¿Alguno de sus hijos necesita una ayuda parecida a esa?-
-Mi hijo...- comento una de las mujeres de la punta-
-¡Samanta cierra la boca!- le grito uno de los hombres que estaba adelante en la fila-
-Carol, ¿Puedes mostrarle modales?-
-Si, mi Alfa-
Mientras yo me acercaba a la mujer, lo escuche quejarse de dolor. Intente no sonreír, no quería quedar como una loca aunque todos así me consideraban.
-Hola, ¿Dime que necesitas?-
Creí que me miraba a mi con miedo pero no, lo miraba a el. Y conocía bien esa mirada, tuve varios casos en el FBI de violencia domestica.
-Yo...esta bien...no es nada-
Sentía como me hervía la sangre y probablemente le aplaste la cabeza de un pisotón en un rato pero ahora debía encargarme de esta mujer y su pequeño hijo. Me agache para poder hablar con el pequeño.
-Hola, me llamo Brenda. ¿Cual es tu nombre?-
-Tho...mas-
-Hola Thomas, es un lindo nombre. ¿Cuantos años tienes?-
Me enseño su mano mostrándome cuatro dedos.
-Cuatro años...increíble, eres todo un hombrecito. Dime Thomas, ¿Quieres tocar mis alas?-
-¿Tienes...alas?-
Su voz temblorosa me rompía el corazón. Antes de sentarme en el piso me asegure de que todos estuvieran a una distancia prudente y extendí mis alas. Su mirada pareció iluminarse por unos segundo.
-¿Quieres una?- le pregunte moviendo mi ala derecha hacia el- Elige la que quieras-
Algo desconfiado extendió su mano y toco la que quería.
-Puedes tomarla, solo hazlo con toda la fuerza que tengas-
Y así lo hizo. Entonces la extendió hacia mi. Extendí mi mano y hice señas para que se acercara a mi. Una vez que lo hizo tome la pluma y la puse en su muñeca mientras mis manos la cubrían. Unos segundos después una luz de color rojiza cubrió mis manos y el cuerpo del pequeño.
Al desaparecer la luz mi mano mientras estaba en contacto con su piel tuve una pequeña visión en la que el tipo que se encontraba quejándose de dolor le estaba dando una paliza a la madre del pequeño y este para defenderla se metió y termino recibiendo varios golpes realmente fuertes en su pequeño cuerpo. Podía escuchar a mi loba gritar que quería arrancarla el cuello de una mordida al tipo y siendo honesta yo también lo quería muerto.
-Fuiste muy, muy valiente al proteger a tu mami. ¿Sabes?, de ahora en adelante nadie mas va a lastimar a mama, ni a ti porque ahora tienes esto- le enseñe su pulsera- Esto quiere decir que si alguien intenta lastimarlos, yo voy a defenderlos-
-¿En serio?-
-Si amor, ¿Quieres saber algo mas?-
El asintió enérgicamente y dio un paso mas hacia mi.
-Que a partir de ahora tu y tu mama van a vivir en un lugar especial. Donde hay muchos niños para que puedas jugar y hacer amigos nuevos, y vas a tener tu propia habitación-
-¿De verdad?-
-Si amor, ¿Quieres conocer el lugar?-
-¿Podemos?- le pregunto a su madre quien no dejaba de llorar-
-Si mi vida, podemos- comento la mujer entre lagrimas-
Escondí mis alas y me pare tomando al pequeño entre mis brazos.
-Mami, no quiero que Papi venga con nosotros- murmuro el pequeño-
-Y no lo hará. Te lo prometo- le asegure-
Mire a Briana por unos segundo y un portal se abrí dejando ver el comedor de la reserva en donde todos estaban comiendo. Cruce con el niño en brazos y la mujer casi pegada a mi.
-¿Si sabes que nos tienes abandonados verdad?-
Al girar mi cabeza hacia un lado Isaac estaba viniendo hacia mi con una sonrisa. Le pase el pequeño a su madre y lo abrase con fuerza.
-Te prometo que tomare unas buenas vacaciones pronto-
-Se te extraña mucho-
-Lo se todos me aman- me burle- Isaac ellos son Thomas y su mama...-
-Tara-
-Y su mama Tara. Ellos van a vivir aquí-
-Bienvenidos, Steve los va a acompañar a que coman algo y después les mostrara su cabaña-
Después de que me despedí del pequeño y su madre volví a cruzar el portar pero esta vez Isaac me siguió. Cuando el portal se cerro me acerque al tipo que aun seguía abrazo a su familia y le toque el brazo. Una leve pero informativa visión me dio las caras de quieren lo presionaron para atacar a mis hermanos y madre así que deje ir a los tipos que tenían familia ya que solo habían sido peones de los otros imbéciles.
-Bien...¿Que se supone que haga con ustedes?-
Les ordene a los tipos que deje ir que se llevan a sus familias a sus respectivas carpas porque lo que iba a pasar no era bueno que lo vean los niños. Primero me acerque al tipo maltratador y comencé a romperle los brazos.
-¿Sabes que odio mas que una mentira?. A los tipos que maltratan a su familia y sobre todo que golpean niños. Esas mierdas no deberían de existir. Tu no deberías existir-
Le rompí el cuello y continúe con todos hasta llegar a Rifus Lorian. Ya que era un Alfa no iba a matarlo rápido, primero le iba a regalar su poder a alguien que lo merecía hace mucho tiempo. Lo tome del cuello y comencé a arrastrarlo hasta quedar frente a Isaac.
-Me perdí tu cumpleaños pero te tengo un buen regalo-
-¿Enserio?- me pregunto con una sonrisa-
-En serio-
Isaac saco sus unas y las enterró en el cuello del Lorian robándole poco a poco su poder mientras que los ojos de Isaac cambiaban de amarillos a rojos. Al terminar le rompí el cuello y lance su cuerpo junto con los demás.
-Voy a aclares algo así que presten mucha atención. Puedo entender que no todos estén de acuerdo con mi liderazgo, es entendible, después de todo los Alfas que tuvieron antes de mi eran unas malditas vergüenzas. Así que supongo que les va a costar algo de tiempo adaptarse a mi y mis reglas pero no se preocupen, lo harán. Porque eso que paso hoy, si yo me entero que alguno de ustedes se atreve a tocar a un solo niño o se atreve a lastimar a una sola mujer, lo voy a desmembrar parte por parte mientras siguen vivos y con el poder de curación de las brujas esa tortura la sufrirán una y otra vez hasta que me aburra de sus patecos lamentos y los mate de una vez. ¿¡Les quedo claro!?- les pregunte levantando la voz-
-¡Si Alfa!- gritaron al unísono-
-Mas les vale. Y ahora voy a designar las nuevas manadas. Voy a dividir las manadas en tres grupos y estos tres grupos estarán liderados por mis hermanos en mi representación. ¿¡Les quedo claro!?-
-¡Si Alfa!- volvieron a gritar-
-Primera manada, Vasili Linetti, Varg Wirful, Markan Montenegro, estarán bajo el liderazgo de mi hermano Julius. Segunda manada, Kreal, Rifus Lorian, Daez Darzee, estarán bajo el liderazgo de mi hermano Lhioss. Y tercera manada, Vukodlak, Garou Velazques, Greco Del Río, estará liderada por mi hermano Thomas. Ellos responden ante mi. También recibirán nuevas locaciones de viviendas tendrán una semana para mudarse a las nuevas reservas-
-¡Si Alfa!-
Extendí mi mano y los cuerpos delante de mi comenzaron a desaparecer consumiéndose al igual que las alas de Lucifer esa vez.
-La ex manada de Draven Branwen, será liderada por mi-