La primogénita del Diablo

Parte cuarenta y dos. Te extrañe demasiado.

Habían pasado dos días desde lo del asesino, el disparo de Stiles, el secuestro de Bri, y yo me sentía cada vez mas inquieta, o bueno, no yo sino mi parte lobuna. No dejaba de llorar por su compañero asegurando de que el la estaba pasando muy mal y que necesitaba verlo.
-¿Estas bien?- me pregunto Bri chasqueando sus dedos en mi cara-
-No, quiero matar a mi loba-
-¿Sigue llorando?-
-Llora, suplica, se enoja, se queja, me grita, y repite una y otra vez, es exasperarte tener que escucharla. Ya no la soporto-
-Dale lo que quiere-
-No-
-En algún momento necesitas perdonarlo-
-No tengo porque hacerlo y no quiero hacerlo-
Me recosté en la cama mirando el techo cuando Thomas entro con lagrimas en sus ojos y miro a Briana para después mirarme a mi y subirse a la cama.
-¿Que paso mi amor?-
El ni siquiera me respondió solo se arrastro hacia mi lado para después sacar mi pecho izquierdo y comenzar a mamarlo.
-¿Es para lo único que me quieres?- le pregunte ofendida-
El negó sin soltar mi pecho.
-Me convertí en una vaca lechera- asegure soltando una pequeña risa-
-Al menos sabes que tu leche esta buena, desde que volviste no te sueltan ninguno de los dos- señalo Bri en tono de burla-
-Tu no te rías que vas a terminar igual-
-¡Dios me libre!-
Me puse a reír mientras me acomodaba para que Thomas quedara acostado. Unos segundos después mi loba comenzó a gritarme que su lobo estaba demasiado débil y que eso era malo ya que podría estar en peligro.
-Bri puedes traer a Paul-
-¿Que?-
-Puedes traerlo. Siento una presión en el pecho y mi loba me esta gritando que su lobo esta mal-
-Esta bien. Yo lo traigo-
Unos minutos después Thomas se quedo completamente dormido así que quite mi pecho de su boca, le quite los zapatos, lo descambie y lo tape bien para que pudiera dormir tranquilo. Mire a Amara quien dormía como un angelito y me levante de la cama para ponerme un vestido ya que la ropa apretada me estaba molestando. Cuando termine de cambiarme un portal se abrió frente a mi dejándome ver a Paul completamente bañado en lagrimas. Parecía un perro mojado con la mirada del gato con botas en Sherk. Corrió hacia mi y me abrazo con fuerza hundiendo su cara en mi cuello.
-Tranquilo, tranquilo...-murmure al ver que no dejaba de llorar-
<Gracias>.
Quería decirle que aun no me diera las gracias, no iba a perdonarlo solo no quería que se matara o algo así.
-Paul...tranquilo- susurre en su oído mientras acariciaba su espalda- Ya esta-
-No...no esta...-
-Vamos te preparare algo de comer-
-No tengo hambre- aseguro apretándome mas contra su cuerpo-
-Puedo escuchar a tu estomago, puedes abrazarme mientras te preparo algo-
-No...-
-Por favor...yo también tengo hambre-
Levanto un poco su cabeza pero lo solo un poco para verme a los ojos. Acaricie su mejilla con suavidad.
-Déjame prepararte algo antes de que los niños se despierten-
Su mirada fue directamente a la cama en donde Thomas estaba durmiendo y hacia el borde la cama donde estaba la cuna de Amara. Me levanto en brazos haciendo que enredare mis piernas al rededor de su cintura y salió del cuarto para caminar por el pasillo hasta la cocina. La casa en si no era muy grande, un baño con bañera incluida, dos habitaciones, una cocina chiquita pero bien amueblada, una pequeña sala de estar y un pequeño patio.
Una vez en la cocina me dejo en el piso y me abrazo por la espalda mientras yo me ponía a cocinar.
-¿Ese era el niño al que su padre le pegaba?- pregunto aferrado a mi espalda-
-Si-
-¿Y su mama?-
-Murió al nacer y su padre tomo como sustituta a su hermana gemela y la obligo a ser la madre el pequeño-
-¿Porque esta contigo?-
-Porque lo adopte. Cuando lo hice note que el estaba en la visión que tuve y en la cual también estaba Amara y tu-
-¿La de la casa?-
-Si-
-No debí irme-
-Hablaremos de eso luego-
Habia puesto los fideos en el agua así que comencé a cortar y saltear mucha cantidad de pechuga de pollo, para después saltear un poco de panceta, cebolla, y le agregue crema y mucho queso de rallar para que quedara una salsa. Cuando estuvieron listos los fideos los agregue en la salsa y le agregue el pollo, al terminar le serví una buena cantidad en su plato y yo me serví un poco ya que yo ya había comido con los niños hacia un rato.
-No quiero soltarte-
-No me voy a ir, voy a estar sentada a tu lado-
Nos sentamos uno al lado del otro y cuando termine de comer escuche llorar a Amara. Paul puso su mano sobre mi pierna al ver que intente levantarme.
-Voy a ir a buscarla antes de que despierte a Thomas, solo dos minutos- asegure dándole un pequeño beso antes de salir corriendo a buscar a la bebe-
Una vez que la tome en brazos, observe a Thomas quien ni siquiera se había dado cuenta de que la bebe se despertó. Salí de la habitación con la bebe en brazos acomodándola para darle pecho cuando note que Paul se estaba parando.
-Ni siquiera pasaron dos minutos-
-Fueron como diez- afirmo sentándose de nuevo-
Le sonreí y me volví a sentar a su lado. Acomode bien a la bebe y comencé a darle pecho bajo la mirada de Paul, quien no dejaba de ver mi pecho.
-Come o se va a enfriar-
Asintió y comenzó a comer de nuevo pero mirando de reojo la bebe quien no soltaba mi pezón por nada del mundo. Cuando termino de comer le pedí que sostuviera a la bebe para que yo pudiera lavar los platos.
-¿Como puedes darle pecho?-
-Un hechizo. Aunque la primera vez a penas si salió leche y en la segunda llore de dolor por que se me llenaron de leche muy rápido y la bebe a penas si tomaba hasta que le agarro el gusto ahora ni siquiera quiere tomar formula. Igual que Thomas, a penas si come, si fuera por el viviría tomando teta- le explique con una sonrisa-
-¿El también toma de tus pechos?-
Sentí una pizca de celos en su voz.
-Si, todo el tiempo. Mis tetas ya no soy mías, son de ellos dos- asegure-
Lo escuche murmurar pero no entendí lo que dijo ya que mire hacia el pasillo y Thomas estaba parado pegado a la pared como si estuviera escondido.
-Ven amor-
Lo llame estirando mis brazos hacia el a lo cual tardo unos segundos en reaccionar y venir corriendo hacia mi.
-¿Porque no me llamaste de la cama?. Esta haciendo algo de frió-
Lo abrace y su mirada seguía fija en Paul quien tampoco dejaba de verlo.
-Thomas...mírame- le pedí, tardo varios segundos pero lo hizo- El es Paul...- me acerque para que pudieran quedar mas cerca uno del otro-...Paul, el es Thomas, el nuevo hermanito de Amara-
-Hola- saludo Paul completamente seco-
-El no me gusta- afirmo el pequeño escondiéndose en mi cuello-
Tuve que contener mi risa aunque lo que mas quería era decirle el niño que tenia completa razón y ponerme a reír como loca.
-Tu tampoco me gustas- le respondió Paul mirándolo mal-
Thomas levanto un poco su cabeza y le saco la lengua, ahora si tuve que apretar mis labios para no reírme.
-Amor, eso no se hace-
-Pero es feo-
-Lo se mi amor, pero aun así esta mal hacer eso-
-¿Aunque sea feo?-
-Aunque sea tan feo como un mono-
Asintió y volvió a esconder su cabeza en mi cuello. Al levantar mi vista Paul me mira con mala cara.
-No me mires así, te lo ganaste con todo y méritos-
-Mam...-
Thomas estaba a nada de llamarme "Mama o Mami" y se callo. Eso me dolió un poco.
-Dime mi amor-
-Quiero teta-
-Esta bien, ¿Vamos a la cama y así dormimos un poco mas?-
Asintió lentamente.
-¿Tu tienes sueño o quieres qued...-
-Voy contigo-aseguro el pelinegro-
Dame paciencia Zeus porque si me das mas poder desaparezco. Al llegar a la habitación cerré la ventana para que no entrara tanto el viento y encendí el ventilador en el numero uno, después tome dos acolchados mas gruesos y los acomode en la cama mientras Thomas seguía en mis brazos. Cuando termine le dije el pequeño que se metiera en la cama que yo iba a recostar a Amara en su cuna y me acostaba a su lado. Al final quede en medio del pequeño y de Paul, quien observaba fijamente mientras que Thomas tomaba leche de mi teta.
-Deja de mirarlo- le susurre por lo bajo-
Paul estiro su mano y con su dedo toco la teta en la cual estaba el pequeño. Esto no le hizo ninguna gracia al niño ya que le quito el dedo enseguida.
-No...mía- murmuro el pequeño con mi pezón entre sus dientes-
Me va a morder y voy a matar a alguien.
-Yo también quiero- afirmo el pelinegro volviendo a estirar su dedo-
-No...-
Esto se había convertido en una pelea por mi teta, era lo mas bizarro que me había pasado en un tiempo.
-Paul basta. Es suficiente- le ordene tomando su mentón para que me mire- Tiene cuatro años, ¿Si?, basta-
-Esta tocando algo que es mio- aseguro molesto-
-¿En donde esta tu nombre?. ¿No esta verdad?. Así que deja de molestarlo-
-Pero...-
-Pero nada-
Después de un rato Thomas se quedo dormido así que lo acomode bien para después taparlo y guardar mi pecho dentro del vestido.
-No puedo creer que pelearas con un niño de cuatro años por una teta-
-Eres mi compañera, no me gusta que otro te toque-
-Debiste pensarlo antes de saltar- le respondí en voz baja-
Vi la tristeza en su mirada. Me dolió ver esa mirada pero mas me dolió que me dejara sola cuando le pedí que se quedara.
Se acerco mas para esconder su cabeza en mi cuello y pasar su mano por mi abdomen para pegarme mas a el.
-Prometo no volver a dejarte, fui un idiota, en verdad enloquecí cuando te fuiste. Te extrañe demasiado-
-También te extrañe- murmure acariciando su brazo-
-Jacob me contó el plan para mañana-
-Van a ser unos días complicados-
-Quiero estar ahí contigo-
-No- me apresure a decir-
Paul levanto su cabeza para verme con una mirada de sorpresa.
-Necesito que te quedes con los niños-
-No, yo voy contigo-
-Lo digo enserio-
-Yo también-
-Paul, no puedo tenerte por ahí dando vueltas-
-No voy a dar vueltas-
-Necesito estar concentrada-
-Y lo vas a estar-
-No puedo contigo ahí, lo digo enserio, además no confió en nadie mas para que cuide a los niños-
-No quiero ser niñero- murmuro como un niño pequeño-
-Entonces actúa como padre-
-¿Pa...dre?-
-Bueno, los adopte como hijos a ambos-
-¿Pero ser padre?, eso es un poco...mucho-
-Entiendo. Bien si vas a estar ahí, no me interrumpas porque voy a tratarte como a todos los demás, debo mostrarme implacable y si no puedes soportarlo entonces no vallas. ¿Se entendió?-
-Entendí y lo que dije de ser padre, no me siento listo para ser uno, quizás en el futuro pero no ahora-
-Ya lo entendí, no hace falta que aclares nada- le sonreí-
Entendí el mensaje fuerte y claro. Aunque también se que no puedo esperar que todos hagan lo mismo que yo. Y que para mi es malo de depender emocionalmente de alguien. Es por eso que siempre prefiero hacer las cosas yo sola. 




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