La primogénita del Diablo

Parte cincuenta y seis. Me dijo Papa.

Habían pasado casi cuatro semanas desde que Briana y sus hermanas mataron a su madre. Muchos en el aquelarre tardaron bastante en entender porque lo habían hecho hasta que Helena les mostro todo tal cual como yo les habia mostrado. Eso les habia hecho entender el porque de su muerte y el porque de que Bri haya tomado el poder y puesto de su madre en el consejo. 
Por otro lado todos en el aquelarre esperaban ansiosos el Sabbat, se decía que hechiceros y brujas realmente poderosos asistirían solo para ver mi coronación. Algo que me ponía realmente nerviosa ya que eran demasiadas especies juntas, hechiceros, brujas, vampiros, lobos, banshee, hombre y mujeres coyotes, y demás especies. Con el paso de las semanas no me quedo otra que contarle a mi padre lo que las brujas estaban organizando y como era de esperarlo quiso meterse ayudar así que con tal de que no me molestara con detalles que honestamente no quería, accedí a que el y Eva ayudaran. 
También hoy después de tantos días por fin se realizaría la cena para revelar que Aiden habia vuelto así que Bri me pidió si podía hacerse cargo de la comida y las decoraciones. Desde lo que paso con su madre habia vuelto a vivir al aquelarre solo para poder cuidar a sus hermanas y estar al pendiente de las necesidades de todos ahí. Mientras todos cumplían con sus roles yo me dedicaba a visitar manada por manada para ver que tal les iba. Por suerte los chicos habían podido cumplir a la perfección con mis reglas y habían hecho un trabajo magistral administrando los lugares y a las personas. También habían celebrado varios nacimientos, ya sean de nenes o de nenas, todos se festejaban por igual y de igual manera se les ofrecía a las madres una persona para que las asista durante el día para que ella pudiera descansar si el papa no podía hacerse cargo del bebe por trabajo o otras responsabilidades. 
Para cuando visite Volterra me sorprendí al ver el cambio de ambiente que habia hecho Robert y Masen tanto en el castillo como a sus alrededores. El ambiente en si era muchísimo mas tranquilo y sin miedo por parte de los habitantes del lugar. 
Por mi parte cada vez que volvía a casa se sentía como respirar, habíamos tomado por regla tener cenas familiares todas las noches, no importara quien molestara, primero era nuestra pequeña familia. Paul pasaba cada vez mas tiempo con los niños sin que yo se lo pidiera, simplemente salía de el, el querer arroparlos para dormir o prepararles el desayuno, aunque en esa parte siempre debía intervenir ya que cocinaba horrible. 
También las cosas entre nosotros habia cambiado bastante, éramos mucho mas abiertos el uno con el otro, si sentíamos miedo, si estábamos felices, o si simplemente necesitábamos un abrazo, solo nos lo pedíamos sin ningún problema. En cuanto a relaciones sexuales, parecíamos conejos, habia veces en las que esperábamos a que los niños se durmieran para salir corriendo a la habitación de invitados y pasábamos horas el uno enredado en el otro. 
Incluso ahora mientras les preparaba la ropa para el baño a los niños el no se despegaba de mi. 
-Amor ya, tengo que bañar a los niños porque faltan menos de dos horas para la reunión- 
Por suerte para mi Thomas estaba afuera con mi Mama porque ella le estaba enseñando a plantar plantas de frutillas porque mi hijo era fanático de las frutillas y al enterarse de que podía tener toda una huerta de frutillas para el solo no espero si un segundo para pedirle a mi Mama que le enseñara como mantenerlas. 
-Seré rápido- murmuro en mi oído antes de morder lóbulo- 
-Nuestro hijo esta afuera- le advertí intentando no ceder- 
-Lo haremos en silencio...por favor- 
-La pue...- 
-Esta cerrada- 
-¿Estas segu...- 
Me soltó para correr hacia la puerta y verificar que estuviera cerrada. Cuando verifico que efectivamente la puerta estaba cerrada volvió hacia mi para levantar mi vestido con mucha rapidez mientras nos besábamos y nos acercábamos a la mitad de la habitación en donde estaba la alfombra de lana. Habíamos tomado la costumbre de no hacerlo en la cama ya que hacia demasiado ruido y eso podría despertar a los niños, así que mejor optábamos por la alfombra, tanto de nuestra habitación como de la habitación de invitados. 
Dejo de besarme y me giro con necesidad ayudándome a ponerme de rodillas sobre la alfombra. Una vez que se coloco detrás de mi prácticamente arranco mi tanga para después darme algunas mordidas en la espalda mientras que pegaba su pecho a mi espalda. Últimamente le encantaba tomarme así, le encantaba sentir que me tenia dominada, y no podía negarlo a mi me excitaba demasiado tenerlo así, dominándome por completo. Su boca se posiciono en mi hombro, justo en donde me habia marcado la primera vez y comenzó a pasar su lengua por mi piel mientras pasaba su glande por mis labios vaginales avisándome que estaba listo para hundirse en mi tanto como le fuera posible. 
Unos segundos y de una dura embestida por parte suya entro en mi haciendo que tuviera que taparme la boca para no gritar. 
-Mi hembra- gruño cerca de mi oído- Dime...-me ordeno- 
-Tuya, tuya- 
Movi mi cuerpo hacia atrás para hacer que comenzara a moverse y sus manos sujetaron mi caderas impidiendo que me moviera. 
-Aun no- 
-Amor...- 
Lo escuche aullar levemente contra mi marca mientras que uno de sus brazos paso por debajo de mi para sostenerme y así poder llevar su mano hacia mi cuello para inclinarme un poco hacia atrás. 
Cuando comenzó a moverse sus embestidas era lentas y calmadas hasta que no lo resistió y comenzó a mover sus caderas con agresividad contra mi haciendo que pequeños gemidos salieran de mi boca sin control. Su miembro parecía llegar mas y mas profundo dentro de mi volviéndome loca en el proceso. A pesar de que estas semanas lo habíamos hecho incontables veces y en todas las posiciones posibles, hoy se sentía realmente diferente, quizás sea porque hay luna llena y ambos sabíamos que la luna llena para los lobos es algo que nos sacaba el control por completo, simplemente no sabia que pasaba pero si de algo estaba segura era que esta vez se sentía completamente diferente. 
-Mi amor- suspire al sentir como todo mi cuerpo comenzaba sufrir los primeros espasmos de mi muy creciente orgasmo- 
-Mia. Mi mujer- gruño de manera animal en mi oído- Solo mía- 
Unos minutos después mi orgasmo me golpeo con una fuerza arrasadora haciendo que cada parte de mi cuerpo comenzara contraerse mientras mis manos sujetaban con fuerza la alfombra y mis dientes se presionaban contra mi labio inferior para no gritar. 
Unos segundos después Paul me aplasto por completo con su cuerpo mientras se corría dentro de mi y a su vez sus dientes volvían a enterrarse en mi hombro, causando una mezcla de placer y dolor que no habia experimentado la primera vez que me mordió. 
Me encontraba de rodillas pero con las piernas aun abiertas y Paul completamente dentro de mi y su cuerpo cubriendo el mio mientras respiraba agitado. 
-Eso fue mas intenso que de costumbre- murmure acariciando su mano- 
-Yo...no se que me paso pero sentí como perdí el control al tocar tu vientre- 
No me gusta como suena eso. 
-¿Que cosa?- 
-¿Sera posible que estés...?- 
-No, no es posible tomo pastillas así que no es posible- 
Una hora y media después los niños ya estaban bañados y cambiados. Al terminar de bañarme me quede mirándome al espejo, no habia ninguna luz en mi interior así no era posible que estuviera embarazada. 
-Loba- la llame mientras me cambiaba- 
<Si lo estas, no puedo sentirlo>, me respondió con toda tranquilidad. 
-Es que no es posible- 
<¿Quieres que te recuerde quien eres o prefieres que alguien mas te lo diga?>. 
-Porque se quien soy te digo que no es posible, no puedo ver ninguna luz y siempre veo luces cuando hay bebes- le asegure saliendo del baño ya cambiada- No es posible- repetí- 
Diez minutos después comenzaron a llegar todos, mi hermano Scott, mi mama Melissa, Chris, mi padre Rafael y Julieta la hermana de John, ella habia sido mordida por un Alfa hace años así que mi Papa trato de ayudarla y poco a poco empezaron a salir y con el tiempo bueno, se convirtió en parte de la familia, también Stiles, Lydia, Malia, Liam, Mason, Theo, Corey, Derek, Peter, Deucalion trayendo con sigo a Isaac, Alec y Nolan, también llego Deaton, Parrish y Noah el padre de Stiles. Solo faltaba que llegaran Jackson, Ethan y Aiden pero lo harían una vez que saludáramos a todos y los reuniéramos para que estuvieran preparados. 
El primero en corre hacia mi para levantarme en brazos fue mi hermano y mientras me giraba en el aire podía escuchar a Thomas diciéndole que me bajara. Una vez que lo hizo mi hijo corrió hacia nosotros para separarme de Scott así que lo mire extrañada y lo levante en brazos. 
-¿Que pasa amor?. El es Scott mi hermano, ¿Recuerdas que te hable sobre el?- 
-Se van a marear mis hermanitos si sigues dando vueltas- soltó antes de abrazarme por el cuello- 
Me quede helada mirando a Scott quien no dejaba de verme sorprendido. 
-Hijo mírame- le pedí mientras sentía todas las miradas sobre mi y aun mas la de Paul a mi costado. Una vez que Thomas me miro acaricie su mejilla con suavidad- Mi amor, no tengo nada dentro de mi- 
El negó repetidas veces con la cabeza y tomo mi cara en sus manos. 
-Mami mis hermanitos están dentro de tu panza- aseguro y sentí como se me iba saliendo el alma- 
-¿¡Estas embarazada!?- escuche decir de detrás de mi así que me gire con sumo cuidado porque sentía mi cuerpo como gelatina. Era Lucifer con Eva, Chloe, Linda y Amenadiel y mi Mama a su lado con una sonrisa en su rostro- 
-Yo...yo...no...no...se- confesé honestamente- 
-¡Tu bola de pelos asquerosa, estas muerto!- le grito a Paul acelerando el paso hacia al lobo- 
-Corre- le pedí a Paul- 
Este ni siquiera lo dudo y comenzó a corre por alrededor de la mesa pero con lo que no contaba era que a mi papa Rafael tampoco le habia hecho gracia enterarse de que iba a ser abuelo así que espero que Paul se acercara para sujetarlo de su remera para después acercarlo a su cara, una cara completamente enojada. 
-¿Mami vas a salvar a Papa?- me pregunto Thomas- 
Era la primera vez que mi hijo le decía Papa a Paul y mi corazón no dejaba de latir a un nivel exageradamente alto. 
-Ve tu mi amor, muéstrales quien es el hombrecito de la casa- 
El sonrió y lo baje al piso. Una vez que sus pies tocaron el piso salió corriendo para pegarle a mis padres para soltaran al pelinegro el cual en cualquier momento iba a visitar a San Pedro. 
-¡Suelten a mi Papa!- les grito empujándolos por las piernas- 
Vi la cara del pelinegro desencajarse al punto de no creer que lo que estaba escuchando por parte del niño. 
Por mi parte estaba estática en mi lugar con la mirada perdida en Thomas cuando sentí como tomaban mi cara. 
-¿Estas bien?- 
Era mi Mama Melissa tomando mi cara. 
-No es posible- 
Mi Mama Ada se puso a su lado y coloco su mano en mi vientre para confirmar si estaba o no embarazada. 
-Dime que no- 
-Lo estas- afirmo con una sonrisa- 
Ambas me abrazaron de la emoción y yo queriendo que me tragara la tierra. También se acerco a mi Amenadiel y al igual que Ada coloco su mano en mi vientre. 
-Es cierto, abra otro Nefilim pronto- aseguro con una sonrisa- 
Mientras todos trataban de tomarse la noticia con tranquilidad para no alterarme porque claramente me habia afectado a un nivel que no sabia que no habia cruzado. 
Mis padres seguían peleándose con Thomas porque no querían soltar a Paul así que camine hacia ellos con cuidado y tome a mi hijo en brazos para después ponerme delante de ellos para darles la espalda y abrazar a Paul escondiendo mi cara en su pecho. El nos abrazo a ambos con fuerza mientras escuchaba como Chloe y Eva reprendían a Lucifer por su actitud, mientras que Julieta lo hacia con mi papa. 
Para cuando me separe un poco de Paul el no dudo en besarme con una sonrisa en sus labios. 
-Te dije que habia algo diferente hoy- 
-Pensé que era la luna, no que estaba embarazada- 
-Vamos a tener un bebe- susurro con una sonrisa- 
-Dos bebes- afirmo Thomas con una sonrisa- 
-¿Como lo sabes?- 
-Porque los escucho a los dos- 
-¿Los escuchas amor?- 
-Si, dicen que no pueden esperar para abrazarte Mami- 
No sabia que responder así que solo sonreí y volví a esconder mi cabeza en el pecho del pelinegro. 
Una hora después de que se calmaran las aguas todos empezaron a felicitarnos por mi embarazo aunque los lobos no podían entender porque no podían sentir o escuchar a los bebes a lo que Amenadiel les explico que quizás es por la misma razón porque los ángeles no pudieron sentir mi nacimiento. Antes de que el portal se abriera fui a buscar a Amara ya que según Thomas estaba por llorar y efectivamente tenia razón. Ellos tenían una conexión entre si que aun no podía entender, y eso en algún punto era increíble y demasiado raro a la vez 
 




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