La primogénita del Diablo

Parte setenta y tres. Se llama Dionisio.

Ahora si le iba a doler. Amenadiel le dio un puñetazo en la nariz con toda la furia acumulada en su interior y al perecer eso si le habia dolido al desgraciado ya que se sobo por unos segundos mientras sonreía. 
-Solo mírala. Tan indefensa. Igual que tu hijo y sus hijos- 
Cuando Amenadiel volvió a soltarle un puñetazo este fue detenido por Maze quien lo empujo unos metros hacia atrás. 
-Maze. ¿Por que lo defiendes?.  
-Porque me prometió un alma- 
Mi padre soltó una risa burlona y la miro con incredulidad. 
-Eso es imposible- 
-¿Por que?. ¿Por que solo soy un demonio?- 
-Exacto- 
Maze reacciono al instante soltándole una patada a mi padre haciendo que atravesara gran ventana de cristal en súper cámara lenta. 
-¿Eres consiente de que Charlie podría haber salido herido por causa tuya?. ¿Que, Linda no era tu mejor amiga?- 
La demonio me ignoro completamente para ir a enfrentarse a mi padre. 
-Levántate. No terminamos- 
-¿Por que confiarías en Miguel?. ¡Es un mentiroso!- 
Deje de prestarles atención y me concentre en romperle la cara a Miguel, ahora si iba a matarlo con todo y ganas. 
-Amenadiel déjamelo a mi. Tu quédate con Linda y Charlie o ve a ayudar a mi padre. Esta mierda es mía- 
-No, lo haremos juntos. Nadie toca a mi hijo- 
Miguel sonrió y comenzó el combate. Puñetazos, patadas, rodillazos, todo fue valido en esta pelea hasta que vi que Maze le estaba partiendo el culo a mi padre así que deje a Amenadiel solo por un instante mientras me peleaba con la demonio. 
-No tienes derecho a meterte- 
-Lo hiciste personal cuando se metieron con mi primo y mi familia- 
Los navajazos de su parte no se detenían ni por un segundo, eso era algo de admirar pero me esta agotando su estúpida actitud así que le di el golpe final arrojándola de un puñetazo en el estomago hacia el otro lado de la habitación para que ya no estorbara y así poder matar a Miguel de una buena vez. Cuando Miguel estaba por golpear a Amenadiel mi padre paro su golpe y yo le di un puñetazo en el pecho haciendo que su cuerpo cayera contra las escaleras con fuerza. 
Para cuando quise darme cuenta la pelea ahora era dos contra tres ya que Maze habia entrado de nuevo en la pelea así que volví a lanzarla lejos pero esta vez de una buena patada en su costado. 
-Ya deja de estorbar maldita idiota- le dije mirándola con desdén- 
Cuando me gire mi padre y Amenadiel tenia sujeto del cuello a Miguel así que aproveche para golpear la parte de atrás de sus rodillas haciendo que cayera al piso para después tomarlo les pelo y ponerme frente a el para golpearlo una y otra vez. 
-No vas a volver a meterte con mi familia- murmure antes de darle el ultimo golpe- 
Al menos hasta que una luz me cegó por completo obligándome a que cerrara los de golpe. 
-Papa- 
Escuche decir a Lucifer pero aun así no podía abrir los ojos. 
-Niños. Saben que detesto que se peleen- 
Abrí mis ojos lentamente para encontrarme de frente con un hombre moreno con canas vestido completamente de blanco. 
-Padre. Estas aquí- 
-Bien, los escucho- 
-¿Escucharnos?. ¿Estas jugando cierto?- 
-¡Brenda!- exclamo Amenadiel sorprendido- 
-Brenda un cuerno. Este imbécil ha estado jodiendo mi vida y la toda mi familia por semanas, y llegas como si nada y dices, "Los escucho", como si esa mierda arreglara todo- me queje soltando a Miguel con fuerza contra el piso- 
-Es una salvaje- 
-Salvaje la puñalada en los ojos que te voy a dar hijo de tu poderosa madre- 
-Padre, ¿Has visto como me atacaban?- 
-Y ahora se hace el pobrecito, maldito idiota- 
-Mira como me dejo la cara Lucifer- se quejo ignorándome por completo- 
-Da gracias que no te agarre antes- 
-Claro, yo tengo la culpa de todo- ironizo mi papa- Anda, papa, cúlpame de todo, como siempre- 
-No, padre, todo esto es culpa mía. Me descontrole, congele el tiempo y, al ser el mayor debí controlar a mis hermanos. Perdón- 
-¿Por que se culpan?- los cuestione- 
-Brenda- 
-Brenda nada. Ese montón de mierda ha jodido nuestras vidas por semanas, ¿Y ustedes se culpan?. El único que tiene toda la culpa es el- 
-No importa de quien es la culpa. Quiero que mis hijos se lleven bien. Dejando de lado lo que paso somos una familia. Comportémonos como tal- 
-El padre del año señoras y señores. Papa tenias toda la razón, ahora si te compadezco- me burle revoleando los ojos- Acércate a mis manadas o mi familia y te matare a ti, y cualquiera que se me cruce- 
Abrí un portal hacia mi casa y estaban mis hijos jugando con sus ladrillitos y al verme corrieron hacia mi sin pensarlo. 
-¡Abuelo!- gritaron al ver a mi padre- 
-Abuelo, ¿Vas a venir a mi cumpleaños?- le pregunto Alan emocionado- 
-Yo...- 
-Por supuesto que va a venir, ¿Verdad papa y vas a traer a Chloe contigo, no es así?- le pregunte sonriendo- 
Aunque diría que mi cara era de psicópata en pleno desarrollo. 
-Por supuesto, no me lo perdería por nada- 
-Mas te vale- 
Al cerrar el portal le dije a mi abuela que diera el anuncio de que todos ya podían volver a sus respectivas casas. Eso fue algo que la sorprendió pero le dije que lo hablaríamos mas tarde por que ahora necesitaba un baño y volver a casa con mis hijos ya que mañana comenzaríamos los preparativos para el cumpleaños de mi hijo. 
Una vez que volvimos a casa solo estábamos Paul, mis hijos, mi madre y yo. Aun no quería contarle lo que vi cuando toque a Miguel ya que no quería que algo le pasara al bebe si ella se ponía mal. Además no habia nada que pudiera hacer y su salud iba primero. 
Estábamos jugando afuera con los niños mientras Harry y Marcus dormían su siesta y después de un rato a mis niños les dio hambre así que entre para cortarles una porción de torta a cada uno y prepararles un gran vaso de leche. Al salir para avisarles que ya estaba servida merienda note que "Dios" estaba afuera hablando con ellos. 
-Thomas mi amor, lleva a tus hermanitos adentro que ya esta lista la merienda- 
Mi hijo mayor al ver mi cara completamente seria tomo de la mano a sus hermanos y los llevo adentro mientras yo me tomaba a Amara en brazos. 
-Solo vine a hablar- 
-Pues habla con alguien a quien le importe lo que tengas que decir- 
Me di la vuelta para volver a entrar a la casa cuando sentí su mano en mi hombro. Si tocar a Amenadiel me ponía sensible esto se sentía como si todo mi cuerpo fuera de gelatina y en cualquier momento sentía que iba a colapsar. 
-No me toques- 
-Solo vine a pedirte algo- 
Solté una risa burlona mientras me giraba para mirarlo. 
-¿Que no mate a Miguel?. Si así ahórratelo porque es lo segundo en mi lista- 
-¿Y que es lo primero?- 
-Proteger a mi familia, una que ha estado en peligro por semanas gracias al desquiciado que tienes de hijo- 
-Por eso quiero pedirte un favor- 
-¿Quieres que lo mate?- le pregunte ansiosa- 
-No. Quiero que asistas a la cena familiar de esta noche- 
No pude contenerme y me puse a reír haciendo que mi hija también se riera. 
-¿Estas jugando verdad?- 
-No- 
-Bien seré amable por esta vez y te lo diré cortésmente. No gracias, no me interesa- 
-¿Hija?- 
¿Por que a mi?. 
-Ma, ¿Paso algo?- le pregunte viéndola ponerse a mi lado- 
-No, los niños están merendando tranquilos al igual que Paul. Los bebes duermen y, ¿Quien es el?- 
-Soy Dio...- 
-Dionisio- corregí rápidamente causando que mi mama me mirara sospechosa- Se llama Dionisio- 
-Es un placer- saludo mi madre extendiendo su mano- 
-El placer es todo mio- 
-¿Por que no lo haz hecho pasar?- 
-Porque ya se iba- 
-De hecho puedo quedarme por un rato- 
Me lleva la mierda. 
-Pase por favor, ¿Le gustaría una porción de torta de chocolate?- 
-Me encantaría- le respondió con una sonrisa- 
Después de casi dos horas decidió que era momento de marcharse pero no sin antes decir frente a mi madre que me esperaba hoy en la noche ya que tenia un anuncio que darme junto a mi padre. Quería meterle la cabeza en un hormiguero de hormigas carnívoras y letales por eso. Mi mama prácticamente me obligo a asistir a esa cena la cual seria en la casa de Linda y también me obligo a llevar un postre helado que contenía base de galletitas oreos procesadas y tres capas de colores, dos de chocolate negro y una de chocolate blanco decorado con copos de crema algunos hilos de chocolate negro y blanco, y algunas mini galletas oreos. 
Llegue justo al mismo tiempo que mi padre así que ambos nos miramos resignados y con ganas de salir volando de ahí. 
Al mirarnos con mi padre nos dimos cuenta de que uno de nosotros tenia que sentarse al lado de Miguel así que nos peleamos por unos minutos hasta que me gano el lugar en la punta de la mesa y obligadamente me tuve que sentar al lado del manquito. 
-Me alegra que vinieran- 
-A mi también- 
-Si no lo hubieras dicho delante de mi mama, ni siquiera me hubiera molestado en venir- me queje- 
Linda se acerco a la mesa con dos botellas de vino haciéndome odiarme muchísimo por no sentir el efecto del alcohol en mi cuerpo, sin contar con que no podía ya que mis hijos viven de mis pechos. 
-Creo que, en los eventos familiares, un par de botellas ayudan para empezar. Bien, me voy- 
-¿No nos acompañas, Linda?- 
La rubia se paro en seco y se giro para observarlo. 
-Es una cena en familia y yo no lo soy- 
-Eres la madre de Charlie, Linda por supuesto que eres de la familia y a no ser que Ray-Ray nos acompañe creo que ese plato es para ti- le señale- 
-Mi nieta tiene razón. Eres la madre mi nieto. Claro que eres familia- 
Linda se acerco a la mesa y Amenadiel le movió la silla para que pudiera sentarse. 
-Casi lo logras- le susurro- 
-Lo se- 
Me incline un poco con una sonrisa burlona en la cara. 
-Si yo tengo que aguantar esta tortura, tu también lo harás- le murmure- 
-Esto huele delicioso, Padre. Has superado tu eterno toque divino- 
El primero en servirse fue Miguel y solo pensaba en que ojala se atragante con un hueso pero como la carne no tenia hueso ojala que lo haga con el vino. 
-¿No olvidas algo?- le pregunto mi padre interrumpiéndolo- ¿No debemos dar gracias?- 
La incomodada en la cara de todos provoco que no pudiera evitar poner a reír. 
-Esto no podría ser mas random- me burle abiertamente- 
-¿Las doy yo?- pregunto Linda cambiando de tema- ¿O quieres hacerlo tu?- 
-Jamás lo hice y jamás lo voy a hacer así que todo tuyo Tía- 
-Bien, supongo que...Quiero agradecerle a Dios por...- su voz se corto y abrió sus ojos para darle una mirada rápida a Dios-...Es que tu sueles estar arriba. Te agradezco, Dios, por estos alimentos, la compañía y...por los océanos, por las servilletas, por los zapatos- 
-Ya, ya. Linda, ni te preocupes, así esta bien- la corte- Terminemos con esto de una vez que tengo que volver con mis hijos y mi esposo- 
Unos minutos después todos comenzaron a servirse pero yo no hice ningún movimiento, no tenia hambre. Mientras todos daban el primer bocado Linda no pudo evitar sorprenderse de lo buena que estaba la comida. 
-Oh Dios mio. Es decir, tu. O sea- Esto esta delicioso. Casi...- 
-¿Divino?- le pregunto Dios con una sonrisa- El secreto esta en la cantidad justa de romero- 
-¿Por que no estas comiendo?- me pregunto Amenadiel- 
-No tengo hambre- 
-Deberías probarlo, aunque sea un poco- 
-Es que estoy llena, normalmente suelo comer mas tarde- 
-Debo felicitarte, Miguel. Creí que aprovecharte de los miedos del pobre Amenadiel sobre la mortalidad de Charlie era un canallada. Y que hacerte pasar por mi, causar estragos en mi vida, convencer a un amigo de matarme, secuestrar a mi novia y atormentar a mi hija por semanas era algo vil- 
-Nada de eso parece un halago- comento tímido el manquito- 
 




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