La primogénita del Diablo

Parte setenta y siete. La Parrilla Angelical.

Unos días despues mi padre me pidió ayuda con para hacerle una broma a Dan por haberle disparado, le dije que me encantaría pero que ahora mismo estaba lidiando con el resfriado de mis hijos y que mi casa era un lugar de cuarentena total para toda la familia. Obviamente ni a Paul ni a mi nos hizo nada el resfriado pero a los niños prácticamente los destruyo dejándolos en cama todo el día mientras temblaban de frio y vomitaban por montones. 
Mi mama se habia ofrecido a cuidar a los gemelos y a Amara mientras nosotros nos ocupábamos de los niños, aceptamos sin dudarlo ya que no queríamos que los pequeños se enfermaran también. 
El doctor Cullen habia venido a revisarlos para ver si se trataba de un simple resfriado o de algo mas pero por suerte solo era un simple resfriado que duraría unos días, unos muy extensos días. 
Una ves que los niños se durmieron puse a lavar la ropa que se habían ensuciado, también me di una ducha rápida ya que habíamos tenido un problema para calcular que tan rápido podían vomitar nuestros hijos, al parecer le erre por varios centímetros y todo se volvió un desastre. Al salir de bañarme me sentía agotada así que me recoste en la cama envuelta en una toalla sin ganas ni me moverme. 
-¿Por que no me dijeron que los resfriados son los enemigos naturales de los padres?- pregunte con los ojos cerrados- 
Escuche la puerta cerrarse y unos segundos despues sentí la cama hundirse a mi lado para despues sentir los labios de Paul besando mi mejilla mientras se acercaba poco a poco a mis labios. 
-Amor...- 
El pelinegro me beso evitando que le dijera alguna cosa mientras que sus manos quitaban la toalla de mi cuerpo por completo. 
-Dijiste que lo haríamos la otra noche- me reprocho mordiendo mis labios- 
-Lo se pero no fue mi culpa mi vida, los niños no durmieron en casi toda la noche y despues empezaron con el resfriado- me defendí poniendo mis manos en su espalda- 
-Ahora están dormidos- 
-Lo se- 
-Quiero otro cachorro- gimió frotándose contra mi cuerpo- 
-Se que lo quieres mi amor pero recuerda que necesito deshacerme de mi parte angelical primero, no se como valla a afectar eso al bebe- 
-Puedes esperar a que nazca- 
-Son nueve meses mi vida, debo aprovechar antes de que mi abuelo se retire- 
Mis piernas estaban al rededor de su cadera mientras el frotaba su erección contra mi vulva de manera agresiva. Sus ojos se clavaron en los míos y la necesidad de sentirlo dentro fue increíblemente fuerte así que no lo resistí mas, despues pensaría en como deshacerme de mi parte angelical. 
-Déjame hacerlo, por favor- me suplico tanto con palabras como con su mirada mientras sus manos tomaban las mías para entrelazar nuestros dedos- 
-Hazlo, hazme otro bebe mi amor- le pedí mientras me inclinaba para besarlo- 
Me embistió de manera dura haciendo que rompiera el beso para poder gemir de lo bien que se habia sentido. Sus embestidas eran completamente firmes y salvajes pero también tan calientes y con una absoluta necesidad de su parte. 
-¿Estas realmente segura?- me pregunto al oído mientras disminuía sus embestidas- 
-Si, si mi vida lo estoy- 
Comenzó a embestirme de nuevo con mas fuerza que antes mientras una de sus manos sujetaba mi mano, y su otra mano estaba firme en mi muslo. Al cabo de unos minutos ambos estábamos completamente exhaustos y tratando de controlar nuestras respiraciones. 
-Muero por que esta ves sea una niña- comento abrazándome cuando me recoste contra su pecho- 
-Otra niña, va a ponerte de los pelos cuando te presente a su primer novio- 
-Mis hijas no van a tener novios hasta los cuarentas- 
-Mi amor- 
-Lo digo enserio nada de novios hasta esa edad- 
Algunos días mas tarde los niños ya se encontraban mucho mejor así que por fin podíamos descansar tranquilos sin tener que correr para alcanzarles un balde en donde vomitar. Eso me ponía feliz y mas cuando los bebes volvieron a casa, me sentía vacía sin ellos cerca de mi. 
Mientras preparaba el almuerzo mi mama hablaba animadamente con Paul dado que los niños estaban mirando una película en la sala esperando a que termine de cocinar. Al terminar todos nos sentamos a comer cuando mi teléfono sono varias veces y siendo sincera no quería contestar. Cuando conteste Amenadiel me pidió que los buscara porque debíamos hablar de algo serio, le dije que estaba ocupada y aun así insistió en que era importante. 
Al llegar con ellos mi mal humor se incremento al ver una cantidad enorme de ángeles con sus alas extendidas a plena luz del día en un parque publico, eso significaba a la vista de todos los humanos. 
-¿Que mierda están haciendo?- le pregunte a Amenadiel- 
-Padre decidió hacer una parrillada para informarles a todos nuestros hermanos que se retiraba- 
-Eso me importa un mierda Amenadiel, todos tienen sus alas extendidas frente a los humanos. ¿Sabes lo que eso significaría para todo el mundo sobrenatural?- 
Ignore por completo a mi padre y mi tío para dirigirme directamente a donde estaba mi abuelo cocinando. 
-Que bueno que pudiste venir, no seria una buena fiesta si mi nieta no estuviera presente- 
-O guardan sus alas o voy a empezar a desplumar pollos- le advirtió seriamente- Esta no es la Cuidad de Plata abuelo, los humanos no deben ver estas cosas- 
-Tienes razón, lamento eso- 
Despues de que les ordenara guardar sus alas todos fijaron sus vistas en mi, no era algo que me importara mucho pero viniendo de estas mierdas podría esperar cualquier cosa. 
-Espero que tengas hambre- 
-No te das una idea, tus hijos no me dejaron ni probar bocado- 
-¿Como están los niños?- 
-Mejor, pero el resfriado es el enemigo natural de los padres eso es seguro. ¿Sigues con la idea de retirarte?- 
-Si, ¿Y tu sigues con la idea de deshacerte de tu parte angelical?- 
-Si y también la de mis hijos, porque si yo los tengo ellos también, ¿O no?- 
-Si, solo necesito que estés segura- 
-Lo estoy- me apresure a decir- No quiero ser inmortal, solo quiero estar con mi esposo y mis hijos- 
-Eso siempre es lo importante- 
-Lo es, la familia lo es todo- 
Una vez que tuve mi hamburguesa en las manos volví con mi padre y mi tío quienes estaban hablando con una de sus hermanas, esta tenia el pelo crespo y una voz muy molesta para mi gusto. 
-Azrael lamenta no haber venido, pero el ángel de la muerte no descansa- dijo la mujer- 
-Hola, Gabriel- 
-¿Ray-Ray no vino?- le pregunte acercándome- 
-Tu debes ser la hija del Diablo, te pareces tanto a tu padre- 
Le sonreí con una sonrisa y continuo hablando. 
-Por cierto, Amenadiel, alguien estuvo ocupado. Habla. Cuéntame sobre la mama de tu bebe- 
-Ni loco le cuento algo al ángel chismoso- 
-Soy el ángel mensajero, pero no importa- 
-Mensajero en el chisme me imagino- me burle antes de darle un mordisco a mi hamburguesa- 
-Que actitud negativa tienes sobrina- 
-No todos tienen el derecho de llamarme así, limítate a llamarme por nombre, Brenda para ti y todos estos tarados- 
-Eres tal y como dicen los chismes sobre ti, lo cuales tengo muchos- 
-¿Y a mi que?- 
-¿Se enteraron?. Papa esta envejeciendo y esta senil- 
-Cuida lo que dices o te arrancare la lengua ángel chismoso- le advertí- 
-¿Quien dijo eso?- 
-Miguel y sobr...- al ver como mi cara cambio se puso un poco mas seria-...Brenda. Primero, dijimos :"¡Imposible!". Pero despues supimos que hizo cantar a la gente, se volvió mortal, perdió los poderes, hizo estallar a un humano...- 
-Pero lo dejo entero- 
-¿Podemos hablar del problema inmediato?- nos pidió Amenadiel- Todos los arcángeles estamos aquí en la Tierra a la vista de la humanidad- 
-Ya arregle eso, el abuelo les dijo que escondieran sus alas, de seguro van a pensar que es algún tipo de convención de raros o algo así- 
-Esto es Los Ángeles, hermano. Ni lo notaran. Si nos disculpas, hermanita queremos hablar con papa- 
Al darnos la vuelta rodee los ojos al ver quien apareció delante nuestro. 
-Remiel- la saludo mi tío- 
-Que bueno verte, hermano- 
-¡Hermana!- la saludo mi padre abriendo los brazos pero esta lo ignoro por completo- Nada- 
Tanto mi padre y yo la esquivamos pero al hacerlo un tipo vestido de azul se paro delante nuestro. 
-Ah genial otro mas- comente irritada- 
-¿Quien invito al Diablo a nuestra reunión?- 
-Hermano Zadkiel, veo que aun te tomas en serio tu rol de ángel de la justicia- 
Este tal Zadkiel escupió delante de mi padre así que mis ganas de querer matar a todo el mundo se incrementaron- 
-¿Como te atreves?- lo cuestiono mi padre dando un paso hacia el frente- 
-Esa no es una conducta divina, Lucí- 
-Tienes razón- 
Apreté mi mano fijando mi mirada en el ojiazul haciendo que comenzara a retarse hasta caer de rodillas frente a mi padre. 
-¡Hija!- 
-¿Que?, esa no fue una actitud digna de parte de un ángel de la justicia, ¿No se supone que uno es inocente hasta que se demuestre lo contrario?- me burle mientras caminaba hasta el tipo para despues ponerme de rodillas frente a el y así mirarlo a los ojos- Vuelve a tratar así a mi padre y será lo ultimo que hagas en tu asquerosa existencia tío Zadkiel- 
-Eres igual a el- 
-Gracias por eso, es un placer que me digan que me parezco a el. Al menos el tiene mas integridad que todos ustedes juntos porquerías angelicales- 
Una vez que lo solté volvimos a tratar de llevar con el abuelo. Para cuando llegamos Lucifer y Amenadiel fueron los que hablaron hasta que mencionaron quien seria el reemplazo de Dios. Una pequeña discusión se hizo presente y una enorme estupidez salió de mi boca sin siquiera considerarlo. 
-Mi padre no será el nuevo Dios. Yo lo seré- 
-Esto tiene que ser una broma. Primero el ángel caído y despues la loca de su hija- 
-Pongámoslo así, ninguno de ustedes tiene idea de como liderar porque no son mas que unas ratas cobardes, mi padre si sabe ya que el ha tenido su propio reino por milenios y yo he hecho mas por este mundo que ustedes en años. Y déjenme decirles otra cosa, si se cruzan en mi camino, se mueren, es así de simple- 
-Padre, tu eres el que eliges. Esta mocosa es indigna- 
-Una cosa a la vez mis hijos. Primero mi fiesta de retiro, despues mi sucesor- 
Un rato mas tarde cuando estábamos los tres solos mi padre estaba como loco reclamándome de porque habia hecho eso. 
-Se me salió, ¿Si?. Por supuesto que no quiero ser Dios, que asco, pero tu lo quieres así que puedo obtener el puesto para ti y despues me ayudas a deshacerme de mi parte angelical- le explique- 
Despues de eso se tranquilizo un poco y ya estaba mas relajado. Tanto así que se puso a armar un plan de jubilación para su padre. 
Volví a mi casa ya que vendrían Emily y Sam para cenar así que les iba a preparar algo especial para que comieran. Mi relación con Sam habia mejorado bastante con el paso del tiempo y muchísimo tenia que ver Emily ya que era ella quien nos hizo amigarnos. 
Varios días despues y despues de muchas visitas por parte de mi abuelo le dije que yo no quería el puesto para mi sino para mi padre, si eso lo hacia feliz estaba dispuesta a dárselo para que se redimiera ante los ojos de todos. 




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