La primogénita del Diablo

Parte ochenta. Emociones colapsadas.

Al otro día todos nos turnamos para visitar a Dan quien aun no caía en cuenta de lo que habia pasado. 
-Lo siento mucho Dan, en verdad lo lamento- me disculpe de nuevo- 
Llevaba media hora disculpándome con el por haberlo transformado en un hombre lobo. 
-Deja de disculparte, por favor. Salvaste mi vida, me diste una segunda oportunidad. Sigo vivo por ti, voy a poder ver crecer a mi hija por ti, deja de disculparte- me ordeno tomando mi mano- 
-Aun te queda mucho camino por seguir Daniel- comento mi padre desde la puerta trayendo una canasta de pudin, los favoritos de Dan- 
Una hora despues me encontraba en el consultorio de Linda quien me habia pedido que la fuera a ver. 
-¿Como te has sentido con todo esto?- me pregunto mirándome a los ojos- 
-Tengo una mezcla tan grande de emociones Linda que no sabría como empezar a explicarlas- 
-Solo suéltalas- 
-Para empezar, no he dejado de llorar durante tres días. Tres días Linda, soy un manojo de lagrimas y mocos por doquier simplemente no puedo controlarlas, solo salen. Incluso ahora- sonreí entre lagrimas- ni siquiera puedo controlar mis lagrimas, ¿Como se supone que controle lo que pasa con mis manadas, con mi familia?. Ni siquiera pude pensar en otra forma de salvar a Dan, el casi muere Linda, Trixie casi se queda sin padre porque no pude llegar antes. Me siento inútil, enojada, molesta, irritada, tengo miedo de lo que puede pasarle a mi familia, a mis amigos, siento terror y solo...ya no puedo mas con todo esto. Ya no puedo- admití tapándome la cara sin dejar de llorar- Ya no puedo ver morir a nadie mas, ya no...- 
-Y aun así te esfuerzas mas y mas en protegerlos a todos a cuesta de tu propia existencia- 
-Es lo único que se hacer- 
-Eso no es cierto- 
-Si lo es, desde pequeña siempre me he cuidado sola, hasta que empecé a cuidar de mi madre, de mi hermano, despues mis amigos, mis compañeros de trabajo, y ahora de manadas y aquelarres completos. Cuidar a los demás es lo único que se hacer- 
-¿Que quieres decir con cuidarte sola de pequeña?- 
-Mi madre trabaja casi siempre doble turno y mi padre no estaba nunca por su trabajo en el FBI, y cuando volvía lo hacia que se caía de borracho, así que a pesar de tener un par de meses mas que mi hermano me responsabilice por el desde pequeña, ahí aprendí que si yo no me cuidaba y los cuidaba nadie mas lo iba a hacer- 
Mi teléfono comenzó a sonar así que lo atendí enseguida al ver que era mi padre. 
-Papa- 
-Fue Miguel, el mando a matar a Dan solo que sus planes no salieron como el quería- 
-¿Donde lo viste?- 
-Vino al Lux a ofrecerme un trato- 
-Iré enseguida, me lo cuentas cuando llegue- 
Una vez que colgué abrí un portal y me despedí de Linda diciéndole que cuando tuviera un poco mas de tiempo volvería para terminar de hablar. Al cruzar el portal Chloe estaba hablando con mi padre así que me quede esperando a que terminaran de hablar. Al cabo de un rato sentí un dolor agudo en el pecho y prácticamente me quede sin aire. 
-¿Quien esta ahí?. ¿Miguel?. ¿Remiel?- 
-Lucifer- 
Escuche si voz completamente débil así que salí a duras penas para verla desplomarse en el piso. 
-¡Remi!- exclamo mi padre acercándose rápidamente a ella- 
Al llegar a su lado vi la puñalada que tenia en su pecho, sus ojos a penas si estaban abiertos así que coloque mi manos en su herida pero nada pasaba y podía sentir como su vida se escapa segundo a segundo. Extendí mis alas y me arranque algunas plumas para despues colocarlas en su herida sintiendo como mi cuerpo comenzaba a arder y el suyo a brillar. Para cuando termine caí al piso completamente débil y respirando con dificultad. 
Mi padre reviso su herida pero ya no estaba, ella estaba bien pero yo no lo estaba. 
-Necesito ir al aquelarre- murmure- 
Lucifer tomo su teléfono y unos minutos despues un portal se abrí dejándome ver a mi madre y mi abuela quienes me veían con preocupación. 
Estuve inconsciente varias horas mientras mis tías me curaban, era la primera vez en días que dormía ocho horas seguidas y aunque habia descansado lo suficiente ahora me sentía algo pesada y físicamente agotada. 
-Despertaste- 
-No, es una ilusión- 
Remiel se me quedo mirando sin entender nada. 
-Cierto los ángeles no captan el sarcasmo. ¿Estas bien?- 
-¿Por que lo hiciste?- 
-Me cuesta ver morir a la gente que me importa- 
-Pero yo no te importo- 
-Pero a Amenadiel si y a mi padre también aunque no lo creas- 
-¿Solo por eso?- 
-¿Y por que era lo correcto?. ¿Que otra razón necesitas para ayudar alguien que lo necesita?- 
-El discurso que diste, el otro día, te escuchaba igual a Amenadiel- 
-Muchos meses juntos, algunas cosas se pegan, es algo normal pero no quita que no sea cierto- 
-Supongo que gracias- 
-No importa, ¿Porque estas acá?- 
-Amenadiel y Lucifer pensaron que seria mejor que todos nuestros hermanos pensaran que estaba muerta- 
-Estrategia de combate. ¿Paso algo mas mientras dormía?- 
-Miguel encontró el collar- 
-Oh carajo eso es malo- 
Para cuando me levante una sensación de ahogo me invadió pero no tuve tiempo para pensar en ello ya que Lucifer, Amenadiel y Chloe estaban esperándome afuera. 
-¿Te sientes mejor?- 
-No. ¿Que hay de Miguel?- 
-Mato a un humano frente a mi, ya no le importan las reglas de padre- 
-¿Cuando le han importado?. ¿Algún ataque a las barreras?- le pregunte a mi abuela quien estaba junto a Bri- 
Paul llego completamente agitado y su cara de preocupación activo mis alarmas por completo. 
-Ian no esta- me aviso- 
-¿Como que no esta?- 
-Fui a prepararles algo para que comieran y cuando volví estaba jugando a las escondidas y no puedo encontrarlo por ningún lado- 
-¿Y los niños?- 
-Con Sam y Emily- 
-Separemos para entrarlo. Quiero a todo el mundo buscando a mi hijo- les ordene- 
Mi padre venia conmigo mientras buscamos lo mas lejos de la casa posible mi manos no dejaban de temblar y me estaba esforzando demasiado por no llorar. 
-Tranquila- 
-Mi hijo desapareció papa, no puedes pedirme eso- le gruñí- 
<Tengo su olor, doscientos metros a tu derecha>. 
-Gracias Loba- 
Salí corriendo junto a mi padre y a lo lejos divise a mi hijo quien jugaba cerca de la barrera. 
-No, no, no- grite corriendo mas rápido- 
Mi hijo saco una mano fuera de la barrera y al instante algo jalo de el hacia afuera provocando un grito por parte de mi bebe. Al acercarme mas vi que habia sido Miguel. Me tire fuera de la barrera pero ya era tarde el se habia ido y se habia llevado a mi bebe con el. Caí de rodillas al piso gritando mientras mi padre me abrazaba con fuerza para consolarme. 
-Lo vamos a traer de vuelta. Te lo prometo, lo traeremos de vuelta- 
-Mi bebe...- 
-Te lo traeré- me prometió apretándome contra su cuerpo- 
Cuando Paul llego me tire en sus brazos a llorar mientras me pedía perdón por descuidar a los niños. 
Para cuando llego el amanecer yo no dejaba de caminar de un lado hacia el otro escuchando como todos planeaban y planeaban cosas contra Miguel, y en los único que yo podía pensar era en tener de vuelta a mi bebe. 
-Ya es hora- me aviso mi padre poniendo su mano en mi hombro- 
-Miguel nos dejo un mensaje- nos aviso Jade mostrándonos un papel manchado con sangre- Quiere que la votación se lleve a cabo en el campo en donde te coronaron como princesa y que haya publico presente. Quiere ver un enorme publico presente- 
-Quiere matarme- asegure quitando la mano de mi padre de mi hombro- Ese siempre fue su plan- 
-El quiere matarme a mi- afirmo mi padre- 
-No, lo estuve pensando. Desde el primer momento, desde el inicio de mi vida el ha querido matarme, porque soy su única rival para el trono. Yo no necesito votos ni el apoyo de nadie, si yo elijo ser Dios simplemente puedo hacerlo y ya. Mi poder es mas grande que el mi abuelo. ¿Recuerdas lo que paso la noche de la cena?. ¿Lo que dijo el abuelo sobre "La ira del viejo testamento?- 
-Que el no habia sido- murmuro Amenadiel- 
-Esa cena le confirmo lo que Sam y Dean confirmaron cuando estuvieron con nosotros. Jack seria el nuevo Dios en su mundo, y el era un Nefilim tal como yo lo soy- 
-Por eso padre no quiso quitarte tu parte angelical- 
-Y es por eso se llevo a mi hijo, para que no pudiera poner resistencia alguna y así no le robara el puesto. Tiene que matarme para que nadie mas pueda reclamar el trono- 
-No voy a dejar que te toque- 
-Si algo me pasa, quiero salven a mi hijo pase lo que pase. Prométanlo- 
-Eso...- 
-Prométanlo- les ordene sin una pizca de emoción en mi cara- 
Todos prometieron concentrarse en salvar a mi hijo no importaba que pasara. Al llegar Miguel tenia a mi hijo en brazos y la punta de la espada apuntándole por su costado, al parecer mi hijo estaba dormido. 
-¡Por fin llegan!- exclamo con una hipócrita sonrisa- ¿Donde esta mi publico?- indago con una mirada de burla- 
Briana abrió algunos portales hacia los aquelarres para dejar que mis hermanos cruzaran, también abrió uno en la reserva y poco a poco el campo comenzó a ser rodeado por seres sobrenaturales. 
-Fantástico. Gabriel ve por algunas de sus plumas- le ordeno señalándome con la mirada- Quiero una enorme barrera para que nadie pueda meterse en nuestra pelea- 
Cuando Gabriel se acerco a mi algo temerosa al ver mi cara, la cual seguía sin expresión alguna. 
-Los voy a matar a todos. A cada uno de ustedes si no sueltan a mi hijo- le advertí a Gabriel mientras tomaba algunas de mis plumas- 
Cuando finalmente volvió con Miguel este le ordeno a las brujas que levantaran una barrera al rededor de los ángeles y mio. No quería que mi padre, mi tío, y todos los que habían venido conmigo estuviera dentro de la barrera. 
-Remiel, que sorpresa hermana, sigues viva- 
-Ella me salvo- 
Supongo que me estaba señalando ya que como estaban detrás de mi no podía verla. 
-Que bondadosa sobrina, ¿No les parece?- 
-Suelta a mi hijo- 
-Esa no es la manera de hablarte a tu tío, querida- 
Una vez que la barrera se completo, dentro solo estábamos los arcángeles, mi hijo y yo. 
-Mira a tu padre y ponte de rodillas- me ordeno Miguel- 
-Solo quiero que sepan, todos ustedes. Que voy a matarlos uno por uno, voy a desmembrarlos parte por parte. Mi hijo, mi pequeño bebe no tiene nada que ver en esto, es solo un bebe, así por favor, por favor. No hagan esto- 
Miguel apretó el puñal de la espada e hice lo que me pidió. 
-Extiende tus alas- 
Mi mirada estaba fija en mi padre mientras extendía mis alas. Desvié mi mirada hacia Briana y al instante le di una mirada rápida a Saraquael quien tenia a mi hijo en brazos. Ella supo enseguida lo que tenia que hacer así que le di una pequeña sonrisa antes de gritar de dolor al sentir como si me hubieran apuñalado la espalda una y otra vez. El dolor era agudo e insoportable y al instante sentí como tiraban de mi pelo hacia atrás con fuerza pero mi cuerpo no me respondía, estaba completamente débil e incapaz de mover ningún musculo. 
-Es una lastima que no vas a vivir para ver a tus hijos morir- susurro en mi oído antes de sentir un golpe de viento frio atravesarme el pecho- 
No podía escuchar nada pero los veía, los veía gritar, los veía golpear la barrera pero también vi un portal abriéndose y vi a Zadkiel cruzar por el con mi hijo en brazos así que no pude evitar sonreír mientras el sabor metálico de la sangre inundaba mi boca. 
Sentí como quito la espada de mi cuerpo para despues volver a enterrar justo en mi corazón. 
Mi bebe estaba bien al igual que mis hijos y eso era todo lo que importaba, que mas daba si moría ahora. Sonreí mientras veía a mi padre golpear violentamente la barrera mientras sus ojos estaba llenos de lagrima y gritando desesperado. Aunque mis ojos habían comenzado a cerrarse poco a poco. 

Últimos capítulos. 




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