La princesa

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Mi historia comienza en los años de conquista cuando nadie podía con la carga de un reino, donde la maldad estaba esparcida por el mundo en una terrible nube de confusión y misterio.

         En esos momentos mi madre me dio a luz, cuando se supo que la próxima heredera al trono era una niña las cosas se salieron de control, el fuego, los gritos, los soldados de mi padre tratando de ayudar a los pocos niños que sobrevivieron pero que no estaban a salvo aun, mi madre se escapó conmigo sin mirar hacia atrás, porque sabía que si lo hacía se quedaría con mi padre a luchar y todos hubiésemos muerto de todos modos. El rey Michael nos había tendido una emboscada en medio de la noche, esparciendo el miedo, los gritos, el fuego y algunas bombas molotov en el intento de conquistar el reino y doblegar a la gente que quedaba.  

       Tristemente nuestro pueblo era muy fiel a mi padre el rey Antoni, las cosas se complicaron más, cuando una bomba molotov se estrelló contra el castillo sembrando pánico en los pocos ciudadanos que no se pusieron a salvo en el bunker, la explosión fue tan potente que mi madre se tuvo que agachar unos segundos para recuperar la estabilidad en sus pies para seguir corriendo.

     Mi madre corrió por horas para poder salvarme.

     Me entrego a un humilde orfanato en las afueras de las tierras de mi padre. El orfanato tiene un jardín y muchos cuartos es como una casa de campo de dos plantas la decoración es de un llamativo color lila claro y azul pastel una perfecta casa de muñecas.

      A la edad de 8 años ya sabía hablar, leer, caminar, ir al baño, y  trepar árboles. Mi madre le dijo a Lydia la dueña del orfanato que me enseñara todo lo que una princesa debería saber y más, y así fue cuando cumplí mis 16 ya sabía de todo un poco, sabia utilizar el arco y flecha como un soldado más solo que mejor, nunca fallaba, sabia luchar con espada y escudo, no se me daba muy bien el escudo pero si la espada, los herreros del pueblo me habían hecho una espada que no pesaba nada para que aprendiera y pudiera defenderme aparte también sabia luchar muy bien cuerpo a cuerpo, sabia de medicina, sabia de leyes, sabia de plantas medicinales y plantas venenosas muy conocidas y algunas hasta exóticas.

     Lydia se había convertido en mí mejor amiga con el paso del tiempo cuando tuve la mayoría de edad lidya me dijo: ya te puedes ir, no necesitas aprender más, ya te enseñe todo los que sabes, aquí tienes la carta que te dejo tu madre.

     Yo no quería irme me gustaba el orfanato, el pueblo, los herreros y mis compañeros de habitación, que me ayudaban a aprender muchas cosas.



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En el texto hay: fantasia, princesa, magia

Editado: 18.02.2021

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