Virginia
Abro mis ojos al sentir el olor a alcohol, me incorporo rápido mirando a la empleada que simplemente baja la mirada, me percato entonces de que estoy en la habitación y suelto un suspiro pesado dejándome caer otra vez en la cama, ¿quién demonios tiene un León de mascota? Jared definitivamente está loco y Emily, mejor ni hablar, respiro hondo, la empleada ya se ha ido y me levanto de la cama, estoy furiosa, esta casa es de locos, me pregunto si amenazará a sus empleados con ese "gato" que tiene, quizás por eso tienen miedo todos a Jared y bajan la mirada ante él, claro, todo tiene sentido ahora, a quien hace algo mal lo tira al León, ¡Dios!
Tardo casi media hora en encontrar el dichoso despacho y entro a este sin siquiera tocar, ¡bingo!, sabía que lo iba a encontrar acá, me cruzo de brazos y él lentamente levanta la mirada de unos papeles y me mira.
—Has despertado —sonríe aunque dura poco su sonrisa —y dime, ¿qué haces en mi despacho? —él se levanta de su asiento
—¿Pretendías matarme?
—Por favor, ni que te hubiera echado al León —toma mi brazo con fuerza —salgamos
—¡No! —le hablo alto, él no me suelta y camina conmigo hacia la salida
—Tienes prohibido entrar a mi despacho
—Descuida, lo que menos quiero es saber sobre tus ilegalidades
—¿Ilegalidades? —él ríe mientras niega, fuera del despacho me suelta —bien, ahora hablemos, te desmayaste y he pensado en eso durante el tiempo que estabas dormida —mira mis ojos —es la segunda vez que te desmayas, primero ante mí y luego ante el León
—Ambos me dan miedo —Jared respira hondo
—Quiero que te examine un doctor —menciona comenzando a caminar —ya llamé a uno y vendrá pronto
—No necesito un doctor
—Necesito saber lo que tienes Virginia y si es lo que estoy pensando —se detiene y me mira —no lo aceptaré —declara y comienza a caminar otra vez, ¿de qué hablará este loco?
—¿De qué hablas?
—Verás al doctor y necesito que estés bien para la noche —él entra a su habitación y lo sigo, me quedo de pie en esta mirando todo, el color negro predomina y a pesar de eso es preciosa —conocerás al resto de mi familia —agrega sin muchas ganas y alzo una ceja
—¿Tienes más familia? —me mira como si hubiese dicho la peor estupidez
—Pues mira, no exactamente, caí en una nave espacial y no sé de donde provengo —se cruza de brazos —claro que tengo familia Virginia, tengo padres, tengo hermanos y tengo, en fin, familia —suspira
—Y por lo que veo no te caen bien
—No te importa —espeta de forma grosera —ahora ve a tu habitación, el doctor te va a
—No —Jared mira hacia el techo quizás buscando ahí la paciencia que no tiene —no dejaré que me examinen, estoy bien.
—Viajaremos —dice de pronto luego de quedar pensativo, no entiendo nada —9 meses y volveremos, nadie sabrá nada, dejaremos al crío en buenas manos, lo prometo, pero no podrá estar aquí con nosotros —ahora sí que estoy confundida
—Espera —río —crees que yo —las palabras no salen —en serio crees que yo estoy
—embarazada, te desmayas muy fácil
—¡Me desmayé porque estaba frente a un León! —prácticamente le grito, él, sin embargo, ni se inmuta.
—El doctor dirá la última palabra
—Estás loco —niego —no estoy embarazada Jared —lo miro incrédula —yo —me quedo mirando sus ojos sin poder decirle que jamás he estado con un hombre de esa forma, aunque claro, no va a creerme luego de verme con Sergio, Sergio, no he visto a este.
—Y mira —me señala —te pierdes, si no estás embarazada algún problema tienes en la cabeza —mi boca se abre en una O
—Problema tienes tú en la cabeza y mi único problema eres tú joder, no estoy embarazada y ningún doctor me va a examinar porque no me da la gana y punto —no espero a que diga nada y salgo de esa habitación, doy un portazo cuando lo hago, jamás le había hablado a alguien de esa forma, pero este hombre saca lo peor de mí, respiro hondo y entro a la habitación de Emily, alzo ambas cejas al ver varios vestidos sobre la cama y zapatos por todos lados.
—Qué haces? —la niña me mira, pero luego me ignora por completo —sigues enojada —no responde y me siento a su lado —Emily por qué un León? Un perro es más bonito —se encoge de hombros.
—El León es fuerte y sano, es el rey, siempre me gustaron, se lo dije a papá y me trajo uno —claro, si pide ahora mismo un dinosaurio apuesto a que Jared le traería uno aunque tenga que crear una máquina del tiempo.
—No estés molesta conmigo, somos amigas —sonrío, ella me mira
—Eres mala —alzo una ceja, mala yo, fue ella quien me mandó a la jaula del León, tiene diez años, debo recordar eso para quedarme callada.
—Hablemos —pido mirando sus bonitos ojos verdes, ¿los sacó de su madre? ¿Quien es su madre y por qué no está aquí? Demasiadas preguntas
—Qué quieres? Ya dejaste claro que no quieres estar aquí, que no te gusta mi papá y que odiaste el vestido que escogí para ti —deja de mirarme
—Definitivamente tengo mal gusto —ella medio sonríe, no sé por qué, pero aunque no quiera, deseo llevarme bien con ella —perdóname si? Estoy un poco loca y no se nada de ropa —me mira —es más, hoy tu padre dijo que conocería a su familia
—Si, por eso busco un vestido, quiero estar preciosa y no que me miren con lástima como siempre hacen
—Te verás preciosa con cualquier cosa —ella sonríe —pero yo no —hago un puchero —¿me ayudas a elegir uno para mí? —sus ojos brillan —por favor.
Jared camina conmigo de la mano, Emily sujeta su otra mano y los tres juntos entramos al gran salón, cuando dijo que conocería a su familia no dijo que sería en una fiesta llena de personas adineradas, a la mayoría las conozco y cuando una pareja mayor se nos acerca Jared sujeta más fuerte mi mano.
—Hijo —la mujer solo se detiene a unos pasos —es bella tu esposa —me mira, no hubo ni una muestra de cariño a su hijo, supongo que en esta familia nadie es normal —al fin buscas a una mujer con clase aunque un poco joven pero