La Princesa De Todo Y El SeÑor De Nada

Capítulo 4 — Sentencia y Decepción

La maestra Fei se había enterado de lo sucedido con su hermano por lo que de inmediato fue a verlo y lo encontró en muy mal estado.

—¿En qué estabas pensando Jing? —reclamo la maestra Fei.

—No te moleste conmigo hermana —dijo Jing —solo estaba… —gruño molesto desviando la mirada.

—Eso fue un acto de insensatez. ¿Qué pensabas que iba a suceder? —pregunto.

—Bueno… pensé que… —hizo una pausa —quería demostrarle al maestro que yo soy la mejor opción para sucederlo.

—Con esa decisión absurda solo demostraste, que tenía razón de negarte la sucesión. Jing, solo un estudiante un nivel avanzado cerca de los caminos de los inmortales puede ingresar ahí y soportar todo ese poder —dijo la maestra Fei.

—Entonces ¿Por qué Shun está ahí? Él no es capaz de generar energía no tiene poder y está ahí —reclamo Jing.

La maestra Fei camino por el dormitorio acercándose a la ventana mirando a la montaña del renacer —él es un misterio. Todavía no entiendo como alguien como él sigue con vida en ese lugar. La verdad estoy muy impresionada —dijo la maestra.

—¿De parte de quién estas, hermana? —reprocho Jing.   

—Últimamente todos los maestros estamos en preocupación, acerca de una profecía —revelo.

—¿Profecía? ¿Qué profecía? —pregunto Jing.

—El sueño de Lin. Según documentos antiguos encontrados por los maestros inmortales, muchas profecías fueron entregados en sueños. y el sueño de Lin revelo que Shun obtendrá un poder que destruirá el mundo…

—¿Qué? ¿A qué te refieres con eso hermana? —interrumpió.

—Al parecer Shun se batía en batalla contra tres guardianes primordiales. De los cuales ningún maestro inmortal tiene conocimiento y ellos eran los únicos que le hacía frente a Shun. Sabes lo que significa. —explico la maestra Fei.

—Todos seremos aniquilados por Shun —dijo con temor.

—Todas las profecías se hicieron realidad. Dependiendo de la esta reunión se decidirá el destino de Shun —comento la maestra.

Jing que permaneció en silencio se puso a reír —¡por favor hermana! Crees que alguien como él puede derrotar a los maestros inmortales. Ni siquiera puede vencerme a mí. Te puedo asegurar que morirá en la montaña del renacer o si sobrevive, seguir como siempre. Sin poderes.

—Esperemos a ver qué pasa. Por ahora descansa —dijo la maestra saliendo de la habitación.

En otro lado el maestro Hiroki se encontraba junto a Lin y Mei, con una tensión entre ellos. Los rostros de las dos jóvenes chicas estaban en miedo ante la decisión que se iba a tomar en este día.

—No puede hacer eso maestro. —dijo Lin.

—Estoy de acuerdo. Que pasara si vamos en contra del mensaje entregado en esa profecía —dijo Mei.

—Entiendan que esta decisión de los maestros. Si ellos lo deciden, se llevará a cabo —explico el maestro.

—Sí, esto acelera más la profecía. Todos estaremos en peligro si…

—Este no es el lugar para discutir ese tema —apareció la maestra Fei interrumpiendo a Lin. Las dos jóvenes saludaron —lo resolveremos en el templo. —desapareció.

—Vamos —dijo el maestro Hiroki.

Ellas lo siguieron hasta llegar a un templo sobre las nubes, llegando a la sala principal encontrando a los doce maestros inmortales verdaderos.

—Tu discípula de la profecía está aquí —hablo el maestro David.

—Saludos maestros inmortales soy Lin. Quien recibió la profecía sobre Shun —hablo con calma.

—La revelación de tu sueño y las profecías entregadas anteriormente de la misma manera. Todas se cumplieron según lo dicho. Esta decisión es para decidir qué hacer con Shun, una vez que salga de la montaña del renacer —hablo el maestro Qiang.

—Se sobre las posibles decisiones que tomaran, por eso… les pido que no recurran a la más drástica —dijo Lin apelando a favor de Shun.

—Es mejor evitar que enfrentarse a una posible destrucción total —dijo otro maestro. Algunos estuvieron de acuerdo con él.

—La profecía se basa en tres aspectos. Expulsión, persecución y perdida. Si evitamos eso estaremos a salvo —hablo otro maestro.

—También hay la posibilidad de que acelere la profecía —intervino Mei —de verdad quieren verlo despertando como el destructor del mundo. En el sueño de Lin, ni siquiera esos tres guardianes primordiales podían hacerle frente. Se nos pidió salvarlo no matarlo.

—Esta es una decisión de los maestros inmortales. Una niña que apenas está iniciando, no tiene derecho hablar en esta corte —hablo el maestro Xen. —Hiroki muéstranos.

El maestro Hiroki libero su energía lo cual permitió tener visión de Shun, que seguía retorciéndose en el suelo gritando. Algo estaba claro todos los maestros estaban impresionados que alguien sin poder, sin energía interna pudiera resistir por poco más de un mes en aquel lugar. Estaba sorprendido de que no muriera.

Retorciéndose sobre el suelo, con su cuerpo siendo golpeado intensamente era como si miles de golpes con palos lo golpearan, además de sentir una presión abrumadora como el de una montaña sobre su cuerpo. Intentaba concentrarse en lo dicho por su maestro, pero el dolo de su cuerpo era intenso que no podía pensar en otra cosa que no fuera aquel dolor. No había nadie que lo ayudara y como dijo su maestro esto debía hacerlo por sí mismo. El dolor era insoportable el primer día no podía ni respirar debía a tanta energía. No podía rendirse así de fácil, su maestro confiaba en él por eso lo trajo a este lugar sabiendo que era una muerte asegurada con esfuerzo se volteó boca arriba, haciendo tensión en todo su cuerpo y su respiración controlada intento ignorar el dolor, la sensación de envenenamiento y la única forma de lograrlo era suprimiendo aquella emoción.




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