La Princesa De Todo Y El SeÑor De Nada

Capítulo 9 — Voy a superarlos

Los pequeños niños se alegraban por la noticia, finalmente su madre había aceptado al capitán Asnee y ahora ellos finalmente tendrían un padre a quien podrían llamar de esa manera. Y aquel capitán no le importaba si aquellos niños no fueran suyos los quería de igual manera, pero un Shun que se encontraba apartado de ellos observándolos desde la sombra de un árbol, mirando su aparente felicidad, el supuesto amor que aquel capitán decía o creía tener por aquellos niños. Talvez su amor por ellos muera cuando él tenga a su propio hijo de sangre con la señora Nazli.

Si eso ocurría. ¿Dónde está el amor que dice tener? O solo era una tetra para tener a la madre de los niños. El capitán miro a Shun en la sombra con esa expresión, neutra sabía que confiaba en él, pero no sabía todo lo que su cabeza pasaba quería demostrar que sus intenciones con Nazli eran buenas y que no tenía nada de qué preocuparse.

—Vayan con su madre niños —dijo Asnee.

—¿Eh…? ¿A dónde vas? —pregunto la pequeña.

—Quiero hablar con su amigo Shun —dijo con vista a Shun.

—¿Pasa algo con Shun? —pregunto el pequeño.

—No —negó —solo quiero tener una plática de hombres. Entienden eso niños. —los miro —ahora vayan con su madre. —Los pequeños se marcharon dentro de la casa ayudar a su madre con la producción de panes y pasteles el capitán Asnee se acercó a paso lento hasta Shun hasta quedar frente a frente —seguro tienes muchas dudas sobre mi ¿cierto?

Shun agudizo su mirada observándolo —talvez. O talvez solo tengo una —respondió.

El capitán Asnee se arrimó contra el árbol tomando asiento en el suelo —es por mi participación en los secuestros de las jóvenes cuando Marcus era el gobernador —dijo el capitán. Shun guardo silencio —debes saber que, a pesar de cometer esos actos, nunca estuve de acuerdo con ellos. Intente de varias formas convencer al ex gobernador que ya no lo hiciera, pero… —hizo una pausa.

—Pero ¿Qué? —dijo Shun.

—Era apenas un soldado. Hay mucho que un soldado puede hacer ante su gobernador —contesto.

—Pero si hay mucho, que un soldado puede hacer en contra del pueblo que prometió proteger. Crees que unas débiles intenciones bastaran cambiar lo que has hecho —dijo Shun reprendiendo.

—No buscare justificarme lo cometido en el pasado, pues es pasado y se queda ahí para siempre. Todo lo que puedo hacer es aprender de él. Enseñar a futuras generaciones no cometer los mismos errores que yo cometí —contesto.

—Las acciones cometidas no solo se quedan en el pasado capitán. Están en el presente incluso en el futuro, porque somos nosotros quienes las hemos cometido y mientras vivamos están en el presente incluso en el futuro. La historia se encarga de trasmitirla por medio de las personas que vivieron esos momentos contigo. Cree que ellos lo olvidaran así de fácil, aunque vaya disculparse sinceramente con ellos. El daño está ahí y ellos no lo olvidaran lo que hizo —dijo Shun.

—Sé que no puedo curar las heridas que las he causado, por más que diga que lo sienta. Cuantas palabras bonitas digan para pedir su perdón. Sé que nada borrara esas cicatrices —dijo el capitán guardando algo de silencio. —, pero si puedo construirles un futuro mejor, para que las nuevas generaciones no cometan los errores de la anterior.

—En mi viaje. Eh visto lo mismo, eh escuchado lo mismo. Un nuevo futuro, un nuevo comienzo, pero todo eso no son más que falacias que las personas inventan para decir. El mundo ha cambiado, no necesitamos volver a pelear. Hemos logrado la paz —contesto Shun —igual que yo, debes saber que… —hizo una pausa y apretó el puño dentro del estaba llegando a una conclusión —nada ha cambiado desde que hay hombres en la tierra. Mejor dicho, desde que el hombre empezó a ser un animal con conocimiento.

—¿A qué quieres llegar Shun? Pensé que querías saber mis intenciones con Nazli —dijo el capitán Asnee. —¿A qué viene esta conversación?

—Estoy teniendo esa misma conversación capitán. Todo esto es para llegar a ese punto —dijo Shun.

—¿Qué quieres decir? —pregunto el capitán.

—¿Qué hace falta, para tener paz en el mundo capitán? ¿Qué hace falta, para que he este mundo sea perfecto? —pregunto Shun.

El capitán Asnee guardo silencio —no sabría que responder, pero lo que todos dirían es el entendimiento. Logrando que todos los seres humanos pudieran entenderse…

—Ahí está un error capitán —interrumpió Shun —¿Por qué solo menciona a los humanos? ¿Por qué excluye a los seres sobrenaturales? Acaso no piensa que son iguales a nosotros. Si quiere lograr la paz perfecta. Deben estar incluidos todas las formas de vida. No solo a los seres humanos, que no son diferentes a otras especies… —hizo silencio —no me equivoco si somos diferentes. Somos animales, pero pensantes.

El capitán Asnee guardo silencio dentro de sí sabía que lo que decía Shun era cierto, pero ¿Cómo lograr la paz con los espíritus sobrenaturales? Había mucho odio, entre ambas especies debido a la gran guerra que se había desarrollado hace cientos de años. No sabrían cómo cambiar todo eso.

—Tienes razón —dijo el capitán —si queremos esa paz perfecta, deberíamos convivir todas las especies en armonía, pero esa no es la respuesta que un humano o espíritu sobrenatural diría. La respuesta correcta sería un mundo de solo humanos, un mundo de solo espíritus sobrenaturales. Desde nuestras perspectivas ese sería el mundo ideal.




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