La Princesa De Todo Y El SeÑor De Nada

Capítulo 16 — Torciendo el mundo

La familia de señora Eyra no respondió de inmediato, de hecho, pidieron un poco de tiempo para decidir si aprender ese poder extraño. Ahora entendían por qué Shun era muy distante pese mostrarse como una persona normal y lo que no entendían era. ¿Por qué que deseaba enseñarles ese poder?

—¿Qué piensas? Sobre de aprender ese poder —pregunto Eva.

—No lo sé. Realmente no lo sé —respondió la señora Eyra.

—Mamá —dijo Alvar llamando la atención y algo molesto por la actitud de su madre y hermana —lo que nos propone ese chico es único. Si obtengo ese poder podré ingresar al ejército. Podré darles la vida que tanto deseo.

—Hijo no lo escuchaste. Dijo que, para obtener ese poder, debemos suprimir nuestras emociones. Nuestra humanidad —dijo su madre.

Alvar guardo silencio con la mirada baja y la volvió a levantar —dolor, tristeza, angustia, desesperanza, odio. Es lo que hemos vivido toda nuestra vida. Podemos conservar los momentos felices entre nosotros, podemos conservar lo bueno, lo que nos hace felices y eliminar lo malo que nos hicieron infelices.

—Pero son esos momentos los que nos han hecho fuertes. Nos ha empujado a salir adelante —dijo su madre.

—Si. Lo son, pero no tienen que serlo siempre. Yo aceptare despertar ese poder —dijo Alvar con decisión.

—También dijo que desconoce todavía ese poder. No sabemos lo que puede pasar —hablo su hermana Eva.

—El creo ese poder. Seguramente, ya debe tener conciencia de sus alcances —se acercó a su madre —Mamá, aunque ninguno de ustedes quiera obtener este poder. Yo lo hare, para darles la vida que se merecen.

—Aunque diga que no sé qué lo harás —dijo su madre —llama al joven, quiero saber lo que tiene que decir.

—Gracias mamá —dijo Alvar besando sus manos salió en busca de Shun, encontrándolo en la ladera continuando con la siembra de semillas. —hey. Ven —llamo.

Shun al ver eso dejo el cesto de semillas en suelo y subió hasta la casa —por tu expresión estás decidido.

—Lo estoy, pero mi mamá quiere hablar contigo —dijo Alvar.

—Seguro. —ingreso dentro de la casa donde la señora Eyra lo esperaba sentada en la mesa junto a Eva y Aidan —Puede preguntar —dijo Shun al ver rostro serio de la señora. Tomando asiento frente de ella.

—Tu poder es realmente impresionante, pero no entiendo porque nos los quieres enseñar. —dijo la señora Eyra.

Shun la miro directo a los ojos y luego envió su mirada al techo —este mundo no es igual. Pese que se encuentra dividido, dentro de la misma división hay otra división. Entre los que pueden y no pueden.

— Te refieres a los usuarios de energía —dijo Eva.

Shun asintió —yo era como ustedes. Entrene durante mucho tiempo, en el santuario del maestro Hiroki. Intentando despertar el poder de la energía, soporte las burlas de los estudiantes del santuario. Incluso me sometí al entrenamiento para ser maestro inmortal en la montaña del renacer. Tampoco lo logre. Pero si conseguí algo de ahí, la capacidad de suprimir mis emociones. Gracias a eso cuando realicé un viaje pude luchar contra espíritus sobrenaturales, no los derrotaba, pero podía darles algo de pelea. Después descubrí que, al suprimir mis emociones, todas y cada una de ellas me permitía acceder a un poder misterioso. Y gracias a unos niños tuve la inspiración para crear una técnica. Llamada golpe del vacío.

—Es la técnica que usaste hace un momento —dijo el pequeño Aidan. Shun asintió.

—¿quiero saber los riesgos de este poder? —dijo directo la señora Eyra.

—Los desconozco. Solo llevo tres años entrenando este poder. Y el único riesgo que podía haber es que, si se domina por completo, seria invencible. Casi como un dios.

—¿Un dios? —dijo la familia junta.

—Pero eso sería solamente posible eliminado la raíz de las emociones. En este momento solo la tengo sellada al suprimir las emociones y eso me da el poder que tengo.

—Entonces. Estas suprimiendo todas tus emociones —dijo Eva.

—Así es. Pero durante mi tiempo de entrenamiento, descubrí que no necesariamente, se debe suprimir todas las emociones, para tener este poder. También es posible hacerlo suprimiendo cualquier emoción que ustedes no quieran sentir. Obviamente el resultado no será el mismo que al suprimir todas ellas.

—¿Por qué quieres enseñarnos ese poder? —pregunto Eva.

—Ya se los dije. Aunque este mundo este dividido, quiero torcerlo un poco, para que sea igual al menos en un sentido. Y ese sentido es el poder. No quiero que personas como nosotros tengan que soportar humillaciones de los que pueden usar la energía. Entonces. ¿quieren aprender este poder? —pregunto Shun.

—Yo estoy dispuesto aprenderlo —dijo Alvar.

Su madre no se mostró muy convencida, por la decisión de su hijo.

—Señora —intervino Shun —aunque desconozco este poder todavía. Estoy seguro de que puede significar grandes cambios para el mundo. Cambios positivos. De eso estoy seguro.

—Mamá, debes en cuando. Necesitamos olvidarnos de la tristeza. Además, si la dominamos correctamente, podríamos activarla y desactivarla cuando queramos. ¿Podemos hacer eso cierto? —indago Alvar.




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