La Princesa De Todo Y El SeÑor De Nada

Capítulo 17 — No es esperanza, es destrucción

La gobernación del gobernador Semeel estaba a la vista de Alvar, Eva y Shun. Deteniéndose a pocos metros de sus límites. Las ciudades de las gobernaciones eran ciudades fortificadas de un radio de veinte kilómetros, las torres de vigilancia estaban a una distancia de 5 kilómetros de otra. En lo alto se podía ver a los soldados custodiando los límites de la cuidad. Fuera de la ciudad se encontraban localizadas pequeñas casas donde habitan más personas.

—¿Vamos a conseguir seguidores aquí? —dijo Alvar.

—Las aldeas lejanas, incluso familias cercanas a las gobernaciones. Donde hay la mayor cantidad de personas usuarias de la energía. Se encuentra a gente como nosotros. —hablo Eva acercándose a Shun —piensas conseguir seguidores aquí.

Shun asintió —sí, si lo hago dentro de una gobernación los rumores es extenderán. Y más personas como nosotros se acercarán buscando este poder. —descendió.

Caminaron por el camino de tierra hasta llegar a la entrada principal de la ciudad. —no veo las razones Shun. De ser así. Nos hubiéramos quedado en la aldea y las personas que buscan este poder se acercaría a ti, por voluntad propia. ¿Por qué vas tú mismo?

—Son los rumores. Pueden cambiar su mensaje mientras se van pasando de persona a persona. Y lo cierto es que se les puede ser difícil de creer, sino lo ven con sus propios —dijo Shun.

Ingresaron en la ciudad —si es así porque no solo enviaste a mensajeros de la aldea para demostrarles este poder —dijo Alvar.

—Sí, sería una opción, pero es mucho mejor que el creador de la técnica se presente. De esa forma tendrá más credibilidad y al estar dentro de la gobernación, donde hay una mayor presencia de personas usuarias de la energía. Los rumores se volverán más precisos.

—Ya entiendo —dijo Alvar —piensas utilizar a los usuarios de la energía.

Shun lo confirmo.

—¿Qué? —dijo Eva sin comprender —¿Qué quieres decir?

Llegaron a una taberna donde se sentaron y pidieron algo para beber. —pongámoslo así —continuo Alvar —las ciudades de las gobernaciones, tiene la mayor presencia de usuarios de energía. Por ende, todos son arrogantes —apretó sus puños —piensan que por tener poder pueden aprovecharse de los que no lo tienen. Shun pretende usarlos para demostrar su poder.

—¿Vas a pelear contra ellos? —dijo Eva sorprendida. Shun asintió —¿Entonces piensas ir a desafiar a los soldados en las oficinas de reclutamiento?

—Sería una opción, pero tendría el efecto contrario de lo que quiero —contesto Shun. Sus bebidas llegaron y bebieron un poco.

—¿Qué quieres decir con eso? —pregunto Alvar

—Piénsalo de esta forma. Si me presento en una oficina de reclutamiento o voy directo a los regimientos militares y los derroto. Causare la impresión inadecuada y eso volvería arrogantes a las personas que quieran aprender este poder. No es lo que busco. Quiero orientarlos a saber que hay otra forma de que pueden ser iguales a los que los desprecian por su condición.

—En otras palabras. Buscas a alguien a quien salvar, de alguien que sea usuario de la energía —dijo Eva.

—Así es. De esa forma el nombre que le dieron a mi técnica será más aceptada —contesto Shun.

—Ya lo entiendo. —continuo Eva —entonces solo debemos buscar a un idiota usuario de la energía abusando de los demás.

—Pues si vamos con esas. En los reclutamientos encontraremos muchos de ellos —dijo Alvar.

—Seguro, pero debemos hacerlo frente a los civiles. De esa forma tendrá más credibilidad —dijo Shun.

—Deberíamos dividirnos. Así cubriremos más espacio y lograremos un mejor resultado —comento Eva.

Terminaron sus bebidas saliendo del bar tomando direcciones diferentes para buscar su objetivo en común.

Los maestros miraban con atención los movimientos de Shun, todo lo que estaba haciendo y notaron una preocupación surgiendo en su interior. El maestro Hiroki se mostraba feliz al ver lo que pretendía su antiguo discípulo.

—Esto no me gusta para nada. es como si estuviera formando un ejército —dijo el maestro David.

—De hablas, lo que puedo ver. Es que quiere ayudar a las personas como él —el maestro Hiroki salió en defensa de Shun.

—te están confiando. Solo porque es tu discípulo. Te recuerdo que fue expulsado, de la secta de los inmortales. Ya no es tu discípulo —intervino el maestro Qiang.

—Además. Su poder sigue siendo un misterio, pero lo cierto es que es muy destructivo. Lo recuerdan —hablo el maestro Owen. —ese ataque y como bloqueo con su palma abierta un golpe de energía y ahora parece que es mucho más poderoso.

Los maestros recordaron aquel día de tormenta —sin duda era él. Un golpe con ese solo podría ser de él.

—Están apresurando a sacar conclusiones precipitadas. Shun solo quiere que las personas como él tengan una forma de igualdad con nosotros —dijo el maestro Hiroki.

—Hiroki sigues siendo blando. Escuchaste lo que dijo. No quiere cambiar el mundo, quiere torcerlo. En otras palabras, lo está forzando llevándolo a la destrucción. Posiblemente la que todos conocemos —dijo la maestra Alanna.




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