La Princesa Del Bajo Mundo

Capitulo 1

Nick Castellan…

Nyara se encontraba en la otra esquina mirándome fijamente. Hacía un año que no la veía y era increíble cuanto me dolía hacerlo. ¿Cómo era posible?.

Ella era la razón de mis insomnios, de preguntarme cada maldito segundo que fue lo que hice para perderla. Notaba su maquillaje, ese que no le gustaba usar. Estaba igual de hermosa, con su piel morena, sus delicadas facciones, sus perfectas curvas, su cabello castaño suelto, su sonrisa contagiosa que junto a sus ojos color miel que demostraban todo cuanto sentía.

No podía olvidarla, se me había metido entre la piel desde el primer momento. Ni siquiera podía describir cuántas lágrimas solté la mañana de su huida. Estaba loco por esta chica, después de tanto tiempo ¿Cómo era posible que la extrañara tanto?.

Nyara Moreno...

Él nos miraba fijamente mientras nosotras fingíamos hablar con normalidad. O el universo me odia o de verdad que “el amante” era el amor de mi vida. El timbre sonó y decidimos faltar el resto del día, después de todo hoy sólo eran normas de las clases y así.

Nos acercábamos al auto de Zara, un masserati rojo y a mi motocicleta, una Harley davidson de color negro. Cuando sentí una mano alrededor de mi brazo. No tardé en reconocer ese tacto que tanto había extrañado. No me voltee, no podía ver sus ojos. Solo pronuncié su nombre, vaya dolía, sí que dolía.

-Nick - mi voz se quebró - suéltame – susurre.

- No, Nyara, tenemos que hablar - dijo firme. A mí no me engañas, yo reconozco ese dolor, amante.

- No tengo nada que decir.

Después de eso con un suave codazo en su estómago me solté y me monte en mi Harley. Igual que la noche en la que me fui. Las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos así que me detuve en el apartamento. Iría a uno de los pocos lugares en el mundo en que no había reglas o bueno solo tres básicas: Crea tus alianzas, no confíes en nadie. No le temas a nadie, defiende a los tuyos . Y protégete a ti; allí por unas pocas horas volvía a ser yo. Cogí una de mis viejas dagas, mi motocicleta y mande un mensaje a Zara. Iba a pasar una buena noche. Solo baile, sin peleas, sin carreras, solo a disfrutar.

Me negaba a luchar, una vez empezara ya no lograría parar, era embriagante, pelear y descargar toda la ira, por eso no era diferente a ellos, a él.

Tardé una hora en llegar allí y vi como varios me seguían con la mirada. Intentaba pensar que era una copia de Colombia, intentaba sentirme en casa. Sin embargo, la gente era diferente y aquí estaba sola. Me dirigí a la pista de baile y sentí el ritmo bajo mis pies cuando empecé a bailar, deje fluir todo y no tardé en tener pareja. Estaba mejorando mi humor y el baile estaba siendo como una droga para mí cuando Zara llegó. Bailamos como colegialas ante la atenta mirada de Nate que en el momento que vio su oportunidad empezamos a bailar pegado mientras él tenía su cabeza oculta en mi cuello y sus manos en mi cintura - eres hermosa y serás mía - susurro.

A las once volvimos a casa. Estaba agotada pero mucho mejor, caí dormida apenas entre en mi habitación volviéndose todo negro.

Nick Castellan...

¡Maldita sea!, había huido de nuevo. Se iba mientras la chica que la acompañaba nos miraba fijamente, como con asco y rabia.

- ¿Qué hacen ustedes aquí? - solo note desprecio en su voz, fruncí el ceño.

- A ti no te importa - le contestó Nayla de manera brusca. Poco me importo su desprecio, me parecía mas sorprendente el que supiera quienes eramos. Nyara nunca hablaba de nosotros para protegernos y evitar que la policía nos reconociera.

- Ya déjalo, Nayla, no es su culpa. Venimos a la universidad - dije frío - La pregunta real es ¿cómo sabes quienes somos?.

- Pues, amante - dijo burlona, usando el mote que yo detestaba y haciéndome fruncir el ceño. Ese apodo solo quería escucharlo en unos labios, sin embargo, en este momento la persona a la que pertenecían parecía odiarme y yo ni sabía qué había hecho para que me tratara de esa forma - yo la conozco el mismo tiempo que tu. Bogotá, la comisaría de Chase - siguió de la misma manera, mientras yo abría los ojos como platos molesto. Solo dos personas a parte de Nyara y yo sabían eso. Una había muerto hace dos años y la otra estaba en Australia. No podía creer que ella se lo había contado todo - yo la ayude a escapar - sonrió arrogante… Me recordó muchísimo a alguien… Pero no… No podía ser.

- ¿Cómo que escapar? - preguntó Zoe con una mirada fría.

- Hablen con ella, si es que lo consiguen - contestó burlona.

- Tranquila muñeca, no eres ni la primera ni la última en amenazarme - dijo Zoe molesta.

- ¿Cuánto lleva aquí? ¿y qué me puedes decir sobre ella? - pregunte a punto de golpear algo, vaya Nyara, nena sabia que eras jodida pero no tanto.

- Llevamos un año aquí - hizo una pausa - sigue siendo la misma chica que conociste, por mucho que se quiera fingir que no - me miró fijamente, fruncí el ceño. ¿Acaso ningún idiota a intentado tocar a mi mujer? - no ha tenido novio, por ahora - dijo apartando la mirada.



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En el texto hay: ilegal, armas de fuego, escenas violentas

Editado: 01.09.2020

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