Cuando las esposas cayeron a mi espalda mantuve un rato las manos ahí para disimular. Entramos en un trancón. Algo bastante común en Bogotá. Me acerque a Nick y le termine de soltar las esposas ya que le pusieron unas más complicadas que a mi. Si, no era la primera vez que nos arrestaban juntos, mejor no pregunten.
Nos soltamos y revisamos las puertas y el suelo mientras vigilabamos que no nos vieran. Cuando logramos abrir una de las puertas bajamos corriendo y nos subimos en el primer bus que vimos. Estabamos muertos de la risa. Era impresionante seguíamos igual de locos que antes, reímos un rato hasta que sin darnos cuenta terminamos en una zona bastante cerca de donde íbamos.
Llegamos un rato después y entramos en nuestra habitación. Eran las dos de la madrugada pero seguíamos con energía así que nos robamos una botella de chandon rosado de la despensa privada de mi prima mientras nos ponemos el pijama.
- ¿Jugamos hh? - dijo Nick de repente y yo solté una carcajada.
- ¿Honest Hour? - me acerque a él.
- Si, con algunas copas encima para no desperdiciar este chandon.
- Esta bien, empieza tu.
- Hecho, pero cada vez que respondamos tenemos que tomar un trago - sonrio mientra me tomaba de la cintura - ¿te parece, amor?
- Si, amor.
Dicho esto empezamos a jugar mientras escuchabamos musica y tomabamos una copa.
- ¿Hubo alguien que te hiciera olvidarme mientras estabas en España?
- ¿En serio quieres saberlo? - dije alzando una ceja sorprendido mientras él estaba serio - ¿no le harás daño, vale? - a regañadientes aceptó y frncio el ceño. Tomando un trago conteste - Santiago, un chico de la U.
- Imbecil - reí y élrodo los ojos.
- ¿Has estado con otra mujer mientras estuve en España? - pregunte curiosa aunque rogaba porque la respuesta fuera no.
- Me ligue a muchas - dijo riendo mientras sonreía confiado y tomaba un trago. Me dolio un poco eso en el pecho - pero aún así no fui capaz de estar con ninguna, todo el tiempo en mi cabeza estabas tu.
- Perro - dije riendo. A veces olvidaba que él era el amante en persona - te toca.
- Bien...Con cuantos te has besado, por salvarte o cualquier cosa - dijo riendo.
- Nunca dije que la cara de ángel me quedara - dije sonriente, extrañamente solo sabia que pasaba a los veinte, también había perdido la cuenta. Tome un trago largo y conteste - solo se que pasan de veinte hombres.
- Mierda - susurro el mientras me llenaba la copa - ¿alguno te ha hecho sentir como yo?.
Reí y me sente en sus piernas - ni uno solo, mi amor.
Pensé en que preguntarle y colocando una sonrisa maliciosa dije - ¿te has tocado pensando en mi?
Nick se rio al tiempo que posaba sus manos en mis piernas y subia lentamente hacia el camino que llevaba a mi cola y lo apretaba. Solté una carcajada y termine mi segunda copa. Me levanté y le subí a la canción que sonaba.
Volviendo a mi lugar encima de sus piernas le pregunté a Nick cuando me susurraba la canción al oído - ¿tanto te excito, amor?- el siguió cantando y después de un rato contestó.
- Si supieras como me pones, ese camisón hace mucho sobraria - nos reimos y comenzammos a bailar hasta que sonaron unos golpes en la puerta.
Fui a abrir y me encontré con Mer totalmente arreglada y eso que solo eran las cuatro de la mañana.
- Tenemos problemas como raro - iba a contestar cuando ella me calló y siguió - fuera de que ya corrió la noticia de que fuiste arrestada y te escapaste de nuevo de la policía, tortolitos, Logan viene para acá en forma de ataque - me miro un momento - no sabemos cómo consiguió la dirección de esta casa pero el punto es que Ash llegó herida de un envió de droga. Al parecer los atacaron y tenemos como dos minutos, alistense y nos vamos, tendremos que hacer una parada en casa de Alina para que nos preste donde quedarnos, el resto de chicos se van a sus casas a excepción de los once, tu prima, Adam, tus amigos y yo, ya está definido.
- Vale - fue lo único que pude decir tras el ataque de cólera que tuve. Nos arreglamos en medio segundo alistamos una maleta, cogimos las llaves del auto de Nick y partimos a casa de Alina con seis autos y dos motos detrás, unos metros más adelante se escucho el bombardeo, mierda, se esta acercando.
Llegamos luego de una hora de trayecto y allí nos recibieron con una cálida sonrisa. Les contamos lo sucedido y nos prestaron una casa en la cual estaríamos cómodos. El único es que quedaba en Bolivia. Es asi como aprovechamos el avión privado de mi prima y nos alejamos un poco el problema de Colombia. Sin mediar palabra Al nós equipo hasta los dientes con armas, silenciadores, cuchillos, dagas, entre otros. Partimos al aeropuerto privado de Ashley. La cure con ayuda de Adam y a las cinco y media ya estábamos emprendiendo vuelo rumbo a Bolivia.
Tres horas y cuarenta minutos después llegamos a La Paz, allí un auto nos llevó hasta la casa de Alina. Al parecer ella tenía su propio imperio en Bolivia. Estábamos a miércoles, mañana era el comadres. Una fiesta hecha solo para mujeres que se celebraba en aquella pequeña parte del mundo. Llegamos a una casa de dos pisos y siete habitaciones, piscina climatizada en casa, chimenea, etc. Vamos todo un lujazo.