La Princesa Del Bajo Mundo

Capitulo 18

Solté mi mochila y guarde el arma en mi espalda. Sonreí maliciosa y mire a mi alrededor, eran doce chicos y tres chicas.

- Vaya, Cristina, no pensé que fueras tan rata - ella me fulmino con la mirada y contestó fría.

- Ni yo que tu fueras tan idiota como para confiar en alguien "princesita".

¿Se suponía que ese tono debía intimidarme?. Sinceramente me sentía de vuelta en mi infancia cuando el bando de un pandillero nos acorralo tras ganarle una noche de poker. Ahora él estaba en prisión.

- Yo no confió en nadie "mona", ahora baja el arma antes de que te arrepientas.

- Tienes mucha fe, princesa - me miro de arriba a abajo y sonrio - de rodillas, Logan te espera

- Ajá - dije riendo sin moverme y ella disparó. Este me rozó el brazo pero no era nada de qué preocuparme. Le disparé a dos de sus chicos en el pecho y ella me miró estupefacta.

- Última oportunidad Nyara -  susurro con su ceño fruncido y sus ojos furiosos.

Sonreí - Me necesitas viva, esa es la condición de Logan - le lance una navaja.

 Aproveche que sus chicos no reaccionaban y les disparé a cuatro mientras corría con mi mochila. Le robe un auto negro a un hombre de por ahí. Hice cuentas. Solo quedaban nueve. Acelere a fondo y agarre mi teléfono para marcarle a Nick.

Llamada...

- ¿Donde estas? - preguntó el alarmado. Yo no salia llamarle cuando salia. 

- Por el bajo mundo camino a la avenida principal ,  solte un bufido cuando senti un empujon del auto de atrás - Cristina me tendió una trampa, al parecer Logan esta en la ciudad.

- Maldito infeliz, mantente en movimiento, vamos para allá.

- Ok, apúrense porque este auto no es blindado.

-¿Estás herida?.

- Un rasguño en el brazo, nos vemos.

Colgué en el instante en que otro auto se me atravesó y tuve que tomar una curva en contra vía. Aroveche el momento y le disparé a dos de las chicas que iban en moto. Dos menos, quedan siete. Di un giro por la siguiente avenida y acelere. Dos autos blindados me cerraron en el momento que la policía se hacía notar.

- ¡Carajo! - grite y le disparé a la llanta de uno de los autos haciéndolo perder el control.

Acelere y me metí por diferentes callejones hasta perder el otro auto. ¿Donde carajos estaban los chicos?

En ese momento el segundo auto empezó a dispararme. El vidrio trasero se rompió permitiéndoles una mejor puntería. Dispare y logre darle a la tercera chica. Lo siento, cariño. Senti un ardor en mi costado derecho y mi vista se empezó a nublar. Acelere y en ese instante un deportivo blanco chocó al otro auto. Ese era el auto de Sephora, ella empezó a disparar y yo frené de golpe cuando en medio de aquel callejón apareció otro auto. Nick bajó de su auto y se adentro en el mio - Nyara ,¡respira! - fue lo ultimo que escuche antes de perder el conocimiento con un ardor mas en mi omoplato izquierdo.

Nick Castellan...

Cogí a Nyara entre mis brazos y la baje de aquel auto. Había recibido tres disparos y estaba perdiendo muchísima sangre. Una bala solo la había rozado mientras la otra se le clavó entre la segunda y tercera costilla. Demasiado cerca del pulmón y otra en su espalda amenazando también al pulmón o peor... Al corazón. Necesitaba ir al hospital ahora. Jena hizo presión en sus heridas al tiempo que yo conducía como loco a la casa de Alina.

En cuanto llegamos vi que Ryan hablaba con Adam. Llevamos a Nyara hasta la enfermeria en una camilla y entre él y yo empezamos a curarla. Necesitaba una trasnfusion de sangre y Zara se ofrecio voluntaria. Yo estaba cagado de miedo con la idea de perder a Nyara incluso cuando Jackson, Sephora y Zoe estaban en la comisaria arrestados. 

Ella era tremendamente fuerte y se curaba rapido pero sus pulmones eran lo mas traicionero que conocia.

Luego de aproximadamente una hora yo me encontraba junto a su cama esperando que despertara. Odiaba verla así, tan vulnerable, tan dependiente de esas máquinas que se clavaban en su cuerpo. ¡Joder! detestaba verla de esa forma. Queriá que me mirara, se riera y me abrazara de forma que calmara cada musculo en tensión que yo tenia.

Como alguien tan fuerte, podía volverse tan frágil en esta cloaca disfrzada de luces y lujos.

Salí furioso de la sala y entre en el mini octágono que tenía Alina allí. Golpee una y otra vez el saco, cada vez más fuerte. Así pasaron una hora hasta que este cayó. Colgué otro y empecé a hacer abdominales. Logre doscientas y volví al saco. Estaba tan metido en eso que no me di cuenta que ya era de noche y Nyara pasaria la noche en el hospital. 

Fui a la cama, me quede en boxers y me acoste mirando al techo. No pude dormir sino hasta la madrugada.

Volvi en la mañana al hospital de la casa de Alina. Nyara aún no despertaba. Me meti otras dos o tres horas al mini octagono. Estaba tan centrado en golpear al saco que no vi cuando esa chica que tan loco me volvía atrapó uno de mis puños antes de que impactara.



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En el texto hay: ilegal, armas de fuego, escenas violentas

Editado: 01.09.2020

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