Luego de dos horas llenas de apuestas y bebidas llegamos al aeropuerto privado de Thiago. Allí nos esperaban cinco autos. En uno iban Cris, Will, Zara y Riley. En otro Jena y Ryan. En el siguiente Veronica, Nayla, Diego y Leo. En el penultimo ibamos Nick, Sephora, Jackson, Zoe y yo. Y en el último Thiago y du hijo Ilai. Llegamos a una casa de tres pisos con terraza, piscina y jacuzzi. Nos acomodamos en las habitaciones, nos cambiamos y fuimos a una de las fiestas del bajo mundo de Buenos Aires.
Me duche y me puse un top negro, una falda corta, unas medias rasgadas y unos tacones negros. Me maquille y salí con Nick.
Nos encontrábamos en la puerta cuando Nick me jalo del brazo y me acorralo contra la pared - te ves hermosa - dijo empezando a besar mi cuello - te dara frio, ¿quieres que lo resolvamos? - contestó con una sonrisa complice.
- ¿Y como lo resolvemos, amor? - conteste posando mis manos en su cuello y besándolo, mientras el me tocaba y hacia soltar pequeños jadeos.
- ¡Paguele pieza! - nos apartamos cuando el flash de una cámara nos sorprendió en medio de una irónica sonrisa. Diego y Naylala nos gritaban con una mirada divertida.
Rodee los ojos y sonrei - ¿se les perdio algo?.
- Pues... - contestó burlón Diego mientras me miraba descaradamente.
- Ella es mía - soltó Nick posando sus manos en mi cadera con una sonrisa divertida que me enloquecía. En ese instante escuchamos el grito de Nayla insultando a Diego.
- ¡Seras cabron!
- Pero este cabron te encanta y te ama - contestó él posando a Nayla en sus hombros como un saco de patatas.
- ¡¡Bájame!! ¡Nyara ayudame! - grito esta mientras Nick y yo nos reiamos.
- Tranquila, ¿para cuando organizo la boda? - conteste a lo que ella me enseñó el dedo medio. - Yo tambien te amo, linda - me reí
- ¡Yo te odio, degenerada!.
- Y yo soy rubia - conteste mientras ella blanqueaba los ojos y sonreía.
Luego del “incidente” nos montamos en el auto de Nick y salimos rumbo al bajo mundo .Pasada una hora llegamos allí. Nos recibio la asistente de Thiago, Liana, como no una chica a la que le faltaba mas de la mitad de la ropa. Nos llevó por un largo pasillo hasta la zona VIP junto con unos martinis para cada uno. Me tome uno de sorbo y a los segundos aparecio Thiago con uno de sus trajes extravagantes, una copia humana del Joker.
- Nyara, chicos, que alegria ver al terror de las mafias aquí - dijo Thiago sonriendo malicioso. Ese apodo nos lo había puesto él. ¿Por qué? pues la respuesta se resume a que cuando una mafia pedía nuestra ayuda ganaba millones de ganancias. Sin embargo, cuando nos atacaban, la mafia caia. Así de simple.
- Thiago, no pensé que nos extrañaras tanto - conteste dándole dos besos.
- Princesa, ustedes son mis más leales protectores - sonrio y luego nos miro fijamnete con arrogancia - ¿hablando de eso que hacen por aquí?
- Buscamos tu ayuda, Logan nos busca - contesto Nick entrelazando mi mano con la suya.
- Ah, él es el menor de tus problemas - contestó totalmente serio. Eso solo significaba problemas, Thiago siempre estaba sonriendo
- ¿De que mierda hablas? - preguntó Nick brusco.
- Mi gente ha visto a Dylan, lo localizamos, esta vivo - susurro mirandome fijamente a los ojos.
Mi pulso se detuvo. El aire me empezó a faltar. Los ojos se me empezaron a llenar de lágrimas y todo daba vueltas. Tenía que ser mentira, una broma de mal gusto. Él llevaba cuatro años muerto... Se sacrifico por mi. Mi hermano dio su vida a Logan para evitar que me lastimara, para que no me tocara un pelo. Fue cuando descubrió los planes de mi tío y lo mataron para que no dijera nada. El recuerdo de esa noche se apodero de mi cabeza mientras un grito de dolor mezclado con un sollozo escapaba de mi garganta.
...FlashBack...
Me encontraba en una maldita celda. Con solo dieciseis años y en lenceria negra. Vaya forma de morir... Como una zorra. Te lo juro Logan Reyes que si salgo de esta salvando a Nick, estás muerto.
El amante. Ni pensar que llevaba con él un mes y ya me encontraba enamorada. Perdida en mis pensamientos hasta que el cabron de mi captor apareció. Justo en ese instante.
- Vaya, mi reina, te ves condenadamente sexy con eso - sonrio y mordio su labio. Repugnante. - ya quiero saber que oculta ese encaje negro.
- Sabes, bebe, tu te verias mejor cortado en pedacitos y dado de comer a los perros - escupi con odio. Si lo se soy un poco sádica pero culpen de eso a Zoe.
- Tranquila, hermosa - contestó agachándose y tocando mi rostro. Olvide decirles me tenía encadenada contra una pútrida pared - cuando tome lo que me pertenece me encargare de hacerte gemir de placer y grabar todo para que el amante lo vea mientras le clavo una a una tus dagas en su espalda.
- Le tocas un pelo y te vas enterando de quien soy, imbécil - conteste soltandome de su agarre e intentando soltarme de las cadenas mientras las lagrimas amenazaban salir de mis ojos.
- Claro, mi reina, me encanta que seas una fiera espero que en la cama tambien - me repaso con una mirada descarada - lastima que el amante no sea quien lo averigue - finalizo pasando uno de sus asquerosos dedos por mi labio inferior.