La princesa del infierno

Me llamo Alicia

Mi nombre es Alicia y vivo con mi madrina, mis padres murieron cuando tenía 1 año. Ahora tengo 8 años y mi madrina 34; vivimos en una cabaña pequeña en el bosque; el techo es de paja; al entrar hay una sala con una mesa y sillas, en la pared que hay enfrente de la puerta habían unas repisas y ahí era donde mi madrina hacía la comida, la pared de la puerta principal era adornada por unas repisas con libros; en la esquina justo a la derecha de la cocina había una puerta que llevaba a un cuarto con una cama de madera, la cual tenía paja para que fuera más cómoda, junto a ella había un armario y a los pies de la cama había un cofre donde guardaba juguetes y algunos libros. Nuestra cabaña estaba alejada del pueblo, justo en el campo; pero a pesar del espacio que tenemos, mi madrina no me deja salir a jugar, decía que era peligroso.

-¡Oye! ya estate quieta- dijo mi madrina en tono serio.

-¿Porque? tengo ganas de jugar- respondí -me sentía aburrida, había leído durante todo el día, así que decidí pretender que ea una aventurera que peleaba contra un ogro, un hechicero o alguna otra criatura, pero a mi madrina no le causaba gracia que corriera por toda la casa.

- Lo sé, pero la casa es pequeña y vas a romper algo, así que deja de correr-

-No rompería nada si me dejaras salir- dije mientras me asomaba por la ventana.

-Sabes que no puedes salir sin vigilancia y yo estoy ocupada haciendo la comida-

-Nunca puedo salir, siempre estás ocupada- repuse mientras me sentaba en una silla y suspiraba.

Mi madrina se acercó y se hincó frente a mí mientras me tomaba de las manos -mira, se que quieres salir, pero es peligroso-

-Lo sé- dije mientras la veía a los ojos -¿entonces por que no vivimos en el pueblo? así tendríamos vecinos y ellos me vigilarían-

-Eso es por que aquí está nuestra casa y aún no consigo una en el pueblo- mi madrina notó que me sentía muy desanimada así que me dijo alegremente -¡Ya sé! ¿y si me ayudas a hacer un pastel para esta noche?-

-¿En serio?- pregunté mientras me levantaba muy emocionada.

-Seguro, pero debes prometerme que estarás quieta-

-Te lo prometo madrina- respondí alegremente.

Mi madrina cuida de mí desde que mis padres murieron, me dijo que era un amiga de la familia pero cuando le pregunto por la muerte de mis padres me dice que tuvieron un accidente, no me cuenta más, tampoco me dice mucho sobre ellos y aunque eso me causa una gran curiosidad no le tomo gran importancia; siempre me dice que cuando sea mayor responderá a mis preguntas y le creo.

Siempre me pregunto quienes fueron mis padres, pero al ver a mi madrina tan feliz y cuidándome siento como si ella fuera mi madre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.