La Princesa del Infierno

Capítulo 37

Sentía como mi cuerpo era arrastrado de un lado a otro como si estuviera en la mitad de un remolino, traté de abrir mis ojos pero no pude ya que mis párpados parecían de cemento de lo pesados que estaban.

Supuse que en algún momento el remolino iba a terminar pero no fue lo que paso ya que según mis cuentas ya llevaba mucho tiempo rebotando de un lado a otro, intenté llevar mi mano hacia mi rostro pero antes de que haga alguna acción, otra mano me agarró de mi muñeca y la tiró hacia abajo haciendo que todo mi cuerpo cayera en picado hacia la superficie.

Abrí los ojos en el momento en que esa mano helada había soltado mi muñeca encontrándome con un paisaje desolado, los árboles no tenían hojas y sus troncos y ramas eran de un marrón muerto, el suelo era de tierra y el cielo estaba gris. Me puse de pie en el momento en que me acordé que no estaba sola sino que alguien me había traído hacía aquí y efectivamente, Kenya estaba parada a mi frente con el ceño fruncido pero aún con las cadenas en sus muñecas y tobillos.

- ¿Dónde estamos? – pregunté, extrañada de no estar en la fría habitación donde la había conocido

- Estamos en un lugar de tu mente, tranquila – respondió suavemente aunque sus ojos me estaban perforando – me puedes explicar el por qué los estás dejando morir

- No…. – traté de decir pero su mano en mi cuello no me dejo hablar

- ¿No?, ¿Estás segura? – inquirió con una ceja alzada – te advertí que no los dejaras morir, que no lo dejaras morir y tú es lo primero que haces – con cada palabra que iba diciendo su mano se apretaba más alrededor de mi cuello  - te dije que tenemos que ser uno para proteger a los que queremos pero nunca me escuchaste y eso fue lo que causo esta ¡masacre! – gritó lo último y me soltó haciendo que tosiera tratando de recuperar el aire perdido

- Espera – dije rápidamente – todo lo que está ocurriendo es porque me pusieron una trampa, capturaron a mis padres y…

- Lo sé – habló antes de que terminara – sé que secuestraron a tus padres adoptivos pero fuiste demasiado tonta en tratar de rescatarlos, todos saben que los arcángeles no pueden matar a humanos

- Pero ¡los estaban torturando! – grite enojada, no podía creer que hasta ella dijera eso – fueron las personas que nos criaron y aun así tú pensabas en dejarlos en manos de esos desalmados

- No los iban a matar – contraatacó ella – a Elián y a Brandon los van a matar y créeme que no lo van a pensar dos veces en hacerlo y solo por tu culpa

- Yo no iba a dejar que torturen a mis padres – respondí enojada y dolida – ellos no tienen la culpa de lo que está pasando

- Es verdad – dijo rodeándome – ellos no tienen la culpa pero por tu ineptitud de salvarles, todos vamos a morir – sentenció haciendo que mis ojos se abran como platos – esa guerra que se está desatando allá afuera no va a durar mucho y tú sabes quién va a ganar, ¿verdad?

- Si, lo sé – asentí con el estómago revuelto – si pudiera hacer algo para detenerlos, créeme que ya lo hubiera hecho – hablé con los dientes apretados

- Hay una cosa que puedes hacer y tú siempre lo has sabido – dijo acercándose a mí – pero está en tus manos hacerlo o no

- ¿Qué cosa? – pregunté y una pequeña luz de esperanza se prendió en mi interior – dime y lo hare

- ¿Acaso ya lo olvidaste? – cuestionó a centímetros de mí haciendo que su aliento chocara en mi rostro – si nos unimos vamos a ser un solo ser pero más fuerte que las dos

- Pero eso significa que… - no terminé ya que ella volvió a hablar

- Exacto – asintió – tu esencia y la mía se van a fusionar creando un nuevo ser – sus ojos chocaron con los míos – y lo que va a aparecer va a ser una esencia nueva producto de las dos

- O sea que ¿las dos vamos a desaparecer?

- No exactamente – respondió – solo vamos a ser uno y la parte más fuerte va a sobresalir

- En este caso serías tú – sentencié – tú siempre has sido más fuerte que yo

- Como dije, vamos a ser alguien nuevo – sus palabras cada vez iban calando más fuerte en mi interior haciendo que mi cuerpo tiemble ante cada palabra – seremos lo que siempre tuvimos que ser antes de que nos separaran, seremos uno solo

Cerré los ojos y procesé sus palabras, si nos uníamos íbamos a ser más poderosas y volveríamos a ser la verdadera hija de Amaciel y Victoria, ya que yo soy solo la parte humana y no era lo suficientemente fuerte para ayudar a Elián y a Brandon. Yo tenía la responsabilidad de ayudarlos y de hacer frente a mi futuro y esto era lo que siempre me había estado esperando. Mi lugar estaba al lado de los dos en mi verdadera forma.

- Está bien – dije y abrí los ojos – dime lo que tenemos que hacer

- Nada difícil – respondió y se acercó más a mí – solo abre tu mente y acéptame en ti

- Bien

Mis ojos grises estaban fijos en los suyos color carmín, era raro mirarme a mí misma con una mirada tan dura y decidida, yo nunca había tenido ese tipo de mirada pero sabía que Kenya era una chica mucho más valiente y fuerte que yo. Dejé mi mente en blanco y fue como si me transportara a otro lugar, era un universo paralelo, todo era oscuro pero estaba iluminado por pequeños puntos de luz de todos los colores, Kenya estaba al frente mío y en un momento me regalo una sonrisa sincera, en ese momento supe que ella siempre fue parte de mí y que por ella muchas veces fui más valiente de lo que pensaba que era.




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