La Princesa del Infierno

Capítulo 39

Traté de mover la cabeza para que me pase el mareo pero no pude ya que uno de los hilos me detuvo, iba a romperlos pero antes de poderlo hacer, sentí que alguien me estaba mirando, alcé la vista para ver quién era pero no me encontré con una mirada sino con cuatro. Allí estaban los dos arcángeles y los dos demonios mirándome fijamente sin poder creer lo que veían, sabía que estaba cambiada pero no creí que fuera para tanto, pero al momento de que vi una alarma reflejada en los ojos de Miguel y Gabriel, me di cuenta que ellos sabían que esta vez era más fuerte que antes y que si no me mataban en ese instante que aún estaba sujeta no lo podrían hacer pero yo no iba a dejar que me maten.

Esta vez no.

Hice presión con mi cuerpo y en menos de un minuto los hilos se habían roto dejándome libre, di un paso hacia el frente pero no pude dar el segundo ya que una espada pasó volando a través del aire con la intención de clavarse en mi pecho pero la cogí antes de que llegué a su destino y la hice girar en mi mano.

- ¿Cas? – preguntó con el ceño fruncido Brandon desde el suelo

- No – dije con una sonrisa – Kenya

- ¿Qué? – dijo Elián sin entender

- Ya no soy Casandra – respondí jugando con la espada – ahora soy Kenya – pronuncié mi nombre y clavé mi vista en la de los arcángeles – hija de Amaciel y Victoria

- Así que ya despertaste – habló por primera vez Miguel – parece que no cumplimos la misión a tiempo

- Creo que no vas a poder completar esta misión – dije con una sonrisa torcida – hoy no

- Eso ya lo veremos – me retó con una sonrisa igual que la mía – pero sigues siendo igual de débil que antes

- ¿Tú crees? – pregunté con una ceja arqueada – entonces ¿por qué no intentas terminar tu trabajo?

- Eso voy hacer ahora mismo – respondió – y no voy a necesitar la ayuda de Gabriel

- No digas eso – hablé mirándole – quien sabe y te arrepientes

- No lo voy hacer – vi cómo se ponía en guardia – no necesito ayuda para acabar con una mitad demonio

- Tal vez esta mitad demonio – me señalé – haga que te arrepientas de haber hablado

- Si ni Lucifer me pudo vencer… – dijo despectivamente haciendo que mire de reojo a Elián quien estaba apoyado contra un árbol –…menos lo vas a hacer tú

- A veces los arcángeles también fallan – respondí encogiéndome de hombros

Creo que esas palabras lo hicieron enojar ya que de un momento a otro estaba corriendo hacia mi dirección con la intención de darme un golpe pero no lo logró porque mi cuerpo inconscientemente se movió haciendo que lo paré con una mano y de un solo movimiento hice que él retrocediera unos cuantos pasos.

Y así comenzó una nueva batalla.

Miguel trataba de asestarme cuantos golpes pudiera pero no podía ya que me había vuelto más rápida y podía bloquear todos sus ataques, me agaché en el momento en que el arcángel lanzó una patada hacia mis costillas haciendo que patee el aire. Agarré su pierna y de un solo golpe lo hice caer en el suelo, mis puños chocaron contra su cara una y otra vez pero no fue por mucho tiempo porque de una patada hizo que me aleje pero no caí sino que hice una voltereta y caí de pie. Bloquee su espada que vino en mi dirección con la espada que recogí del suelo.

Mis ojos seguían todos los movimientos de la espada de Miguel, que eran sumamente rápidos, ahora entendía lo que Kenya quería decir, con los reflejos de un humano nunca hubiera podido lograr vencerles. Moví la espada al momento en que trató de herirme en el costado y de un solo golpe en su mejilla hice que retrocediera pero eso no fue lo que me llamó la atención sino fueron las gotas de sangre que cayeron al suelo.

Le había roto el labio.

Los ojos del arcángel refulgieron de ira cuando se pasó la mano por la parte afectada limpiándose los residuos de sangre, en su otra mano empezó a formarse una bola de fuego verde con pequeñas llamas amarillas, era la primera vez que Miguel estaba usando su poder, eso quería decir que estaba en apuros.

La lanzó a mi dirección y está fue seguida por muchas otras, estaba tratando de acorralarme con el fuego, moví mi espada tratando de bloquear todos los proyectiles pero una se me había escapado y cuando me di cuenta ya estaba demasiado cerca haciendo que no pueda bloquearla, así que solamente alce la mano tratando de protegerme pero abrí los ojos como platos al momento en que una luz negra salió de mi palma y creció hasta obtener la forma de una esfera.

Moví la mano hacia las bolas de fuego que se habían incrementado en estos segundos y vi cómo la esfera las iba absorbiendo hasta que no quedara nada de ellas y desapareció de nuevo en la palma de mi mano.

Me giré justo en el momento en que el arcángel estaba corriendo en mi dirección y bloquee su ataque con mi brazo y de un solo movimiento hice que su cuerpo se alzara en el aire y chocara contra un árbol haciendo que este se parta por la mitad, de mi mano salió una expansión de aire que hizo que Miguel se hunda más en la tierra, estaba lista para enterrarle la espada en el pecho pero antes de que cumpla mi objetivo, alguien me cogió del brazo y me arrojó hacia atrás.

Frené antes de impactar contra el suelo y subí la vista para ver quien me había atacado y me encontré con Gabriel a mi frente, una sonrisa se expandió en mi rostro cuando vi que estaba cubriendo a Miguel y desenfundó su espada.




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