La Princesa Del Mafioso

Capítulo 1

Narra Samantha

Desperté a las 7:00 por culpa de mi queridísima alarma. (Nótese el sarcasmo)
Me levanto y decido darme una relajante ducha, ya que ese será mi único momento tranquilo. Me despojó de mi pijama y me meto a el agua caliente que tanto me gusta.
Tardo como media hora hasta que decido salir, me visto con unos short, una blusa que me queda hasta el ombligo y unos convers.
Bajo a la sala y otra vez me encuentro a mi mama borracha en el sillón con una botella de alcohol en la mano y a mi papá drogado en el suelo.
Niego con la cabeza y salgo directa a mi trabajo, no desayuno nada ya que sólo hay cerveza y drogas nada más.

Salgo de la casa. Ya estoy llegando a la cafetería donde trabajo, cuando me doy cuenta que se me olvidó mi bolsa de trabajo. Miro el reloj y quedan 20 minutos antes de que tenga que llegar al trabajo.
Me doy vuelta y camino hasta mi casa.
Iba caminando hacia mi casa cuando siento que me persiguen. 
Miro hacia atrás y hay 2 hombres vestidos de negro detrás mio, apresuro el paso y ellos también lo apresuran.
Intento correr pero de pronto siento un pañuelo en mi boca y poco a poco voy quedando dormida....

Abro poco a poco los ojos y me doy cuenta de que estoy en un colchón viejo amarrada por unas cuerdas que me estaban lastimado las manos y los pies. Miro a mi alrededor y no hay nada sólo está este colchón viejo y yo en cuatro paredes, hay una ventana pequeña en la que entra un poco de luz, por lo que me fijo en ella y me doy cuenta de que ya es de noche.
Empiezo a escuchar pasos acercándose a la puerta, me pongo muy nerviosa e intento hacerme la dormida, pero ya era tarde por que ya habían entrado.
Miro fijamente a el hombre que entró; es un hombre alto, fuerte y con una cicatriz en su cara que me hace tenerle más miedo de el que ya le tengo. Me está mirando fijamente, y no con cara de muy buenos amigo que digamos. Levanta una ceja y lo único que hago es bajar la cabeza.

- Con que ya despertarse bella durmiente - dijo ese hombre mirándome con burla.

- ¿Que hago aca? Quiero irme a casa por favor, yo no hice nada malo no entiendo por qué estoy aquí - dije levantando la cabeza y mirando a aquel hombre con lágrimas en los ojos.

- jaja estas secuestrada y No, No hiciste nada pero nos da igual, dentro de poco conocerás a tu dueño- dijo el mirandome burlon y eso hizo que me enfureciera

- Eres un idiota te crees que soy un perro para decir que tengo dueño, es que tu madre no te enseño modales o que, pobre mujer seguro se arrepiente de haberte tenido - dije hecha una furia mirándolo con odio.

De repente veo como se acerca hecho una furia, levanta el brazo y hace la mano un puño. Cierro los ojos esperando el golpe, pero nunca llegó. Abro los ojos lentamente y veo a un tipo musculoso agarrándole el brazo así evitando que el golpe llegue a mi.

- Estas idiota o que, acaso no te avisaron que Alexander la quiere sin ningún rasguño. Si esta chica llega a tener algún golpe a los 5 minutos ya estarías bajo tierra, recuerda que es suya y ordenó muy claro que nadie le podía tocar un pelo y el que lo hiciese se iba a arrepentir - dijo el tipo que me salvó de el golpe a el que me quería golpear.

- Pero la mocosa está me empezó a decir que..- dijo el chico de la cicatriz, pero el otro tipo lo interrumpió

- Pero nada, no te compartes como niño pequeño - dijo mirándole seriamente - Por cierto, Hola soy Trevor- dijo está vez mirándome con una pequeña sonrisa que me dio un poco de confianza

Iba a responder cuando otro tipo mucho menos formido entró.

- Ya llego el señor y ordena ver a la chica inmediatamente - dijo hablando mirando a Trevor con respeto y al chico de la cicatriz con un poco de miedo.

- Gracias ahora mismo vamos a entregarsela- dijo Trevor asistiendo en respuesta.

EL hombre se retiró junto a el chico de la cicatriz. Trevor se giró y me miro con una pequeña sonrisa, se agachó a mi altura y empezó a desatarme. Cuando terminó me agarró del brazo y me saco de lo que se supone que era el sotano, empezamos a subir escaleras hasta que llegamos a una puerta de color negro, el toco la puerta y espero hasta que se escucho un adelante.
Trevor abrió la puerta y entramos; me fijé y era un estudio. Lo examine todo y mi mirada se quedó en un tipo super musculoso, de ojos azules fríos, llevaba un traje que se le ajustaba perfectamente a el y se le marcaban todos sus músculos.

- ¿Te gusta lo que ves?- me dijo mirándome con una sonrisa burlona lo que hizo que me enfadara.

- Que mierda hago aquí, si esto es una jodida broma no tiene gracia- dije mirándolo con odio

- Cuidado como me hablas nena no te conviene meterte conmigo- me dijo acercándose a mi completamente serio. Empecé a retroceder, pero para mi buena suerte choque con la pared y el puso sus brazos a cada lado de mi cuerpo quedando así acorralada.

- Y si no que, no eres nadie para mandarme, sólo eres un idiota que se cree el muy muy por ser musculoso y me meto contigo si me da la gana idiota- dije dándole una bofetada con todas mis fuerzas haciendo que gire su cara y ponga su mano en la mejilla golpeada. Me miro con una pequeña sonrisa y dijo algo que me dejó petrificada.

- Claro que soy alguien, soy tu dueño ya que tus padres te vendieron y yo te compre, por lo tanto desde hoy eres mía y pequeña escucha bien esto- me dijo acercándose poco a poco a mi oído.

-Te acabas de meter con EL REY DE LA MAFIA-


 



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En el texto hay: mafia, amor, violencia

Editado: 09.06.2019

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