Capítulo 3

Narra Samantha

La verdad no se que hacer, por una parte quiero darle 1 oportunidad, pero como me puedo fiar de el, Osea me ha comprado y no se si me está diciendo mentiras. A lo mejor sólo quiere enamorarme para después destrozarme......
No se que hacer esto es muy dificil

- Yo necesito tiempo, no puedo confiar en ti aún, lo tengo que pensar- dije mirándolo fijamente a los ojos.

Me sentí un poco mal al ver en sus ojos como desaparecía toda la ilusión que había, pero que se aguante, al fin y al cabo el me ha secuestrado y no se ganará mi confianza tan fácilmente......
Aunque pensándolo bien si acepto el me dejaría libre en un mes, por que no tengo ni una mínima intención de enamorarme. Si lo se es muy sexi y hermoso, pero se ve que todo lo hermoso lo tiene de idiota.

Narra Alexander

Pensar, necesita pensar...... Pero que puta mierda hay que pensar. Le estoy diciendo que quiero cuidarla y amarla y ella está de terca, si lo se la he comprado y se podría decir que secuestrado, pero lo hice por ella para sacarla de ese infierno en el que ella estaba metida y aún así quiere volver a ese infierno, cuando aquí puede tener una vida de lujos y diamantes. No se por que pero desde que la vi en esa cafetería algo me atrajo de ella, así que me puse a investigar y descubrí que su vida no era muy buena, básicamente una mierda al igual que la mia. Quiero salir de este infierno y no hablo de salir de la mafia nunca dejaría esto,me encanta ser temido y respetado por todos, nadie se atreve a meterse conmigo, ni si quiera la Policía y el que lo haga su cabeza volará en cuestión de segundos. Menos mi fierecila, si es verdad que me enoje pero nunca le pondría una mano encima a ella..... volviendo al tema quiero salir de esta soledad, quiero que alguien me ame, alguien al quien cuidar, proteger..... amar.

Salí de esa habitación dando un portazo enojado. Le indique a los que cuidaban su puerta que no la dejen salir por ningún concepto. Me fui a mi despacho, necesito distraer mi mente en otra cosa, asi que empecé a revisar entregas de armas y drogas, todo estaba bien, hasta que me di cuenta que un tipo ya se paso de el plazo para pagarme las drogas que le di.

Una sonrisa diabólica salió de mis labios, por fin algo de diversión. Me levanté de mi asiento y salí de mi despacho. Vamos a hacerle una visita a ese cabron. Les avise a Maxi y Peter unos de mis trabajadores más viejos que me siguieran, no es que no pueda sólo, pero mejor prevenir.

Llegamos a la casa y abrí la puerta de una patada, entre a su despacho y hay Estaba el. Al verme enseguida se levantó y me miro a los ojos con terror. JA terror el que tendrás ahora

- Me debes algo ¿no?- dije mirándole con ojos fríos y una sonrisa cínica.

- Mmmm si verás es que.... pues- dijo bajando la mirada. Lo que me dio a entender que no tenía el dinero.

- Chicos darle una lección a este idiota- ordene a Peter y Maxi. Ellos enseguida sonrieron y fueron hacia el.

Estaba observando como le daban una tremenda paliza al idiota. Siendo sincero me estaba divirtiendo demasiado escuchando sus gritos. MARICA no tiene ni valor a defenderse o aunque sea intentarlo, bueno pues el se lo busco si sabía que no podía pagar esas drogas que no las hubiese pedido. Este mundo es así o pagas o te mueres. Me acerqué a él cuando estaba medio inconsciente.

- Te doy tres putos dias más, si no tienes el dinero te mueres- dije agarrándole del cuello y dándole el último puñetazo el cual lo dejo inconsciente.

Cuando llegue a casa me di una ducha y me puse unos boxer.
Fui a ver como estaba Samantha.
La encontré en la cama dormida con algunas lágrimas. Me sentía un poco mal pero no la dejaré ir, se que ella se acabará enamorando, es tan hermosa que parece irreal.
Le seque las lágrimas y le di un beso en la frente.
Mi pequeña princesa sólo mia y de nadie más, por que aunque ella no quiera admitirlo es mía y sólo mia. Ella es
La princesa del mafioso.