Olivia:
Las semanas pasaron con rapidez, he intentado disculparme con Dylan pero este siempre me evita o ignora. Lo entiendo, también me comporté así cuando Freya murió. Soy una horrible persona, me dejé llevar por mis ganas de venganza y... Olvidé mi humanidad. Como la primera vez.
Un doctor vino a verme luego de que me desmayara cuando la novia de Dylan murió. Tuve una amenaza de aborto que logró hacerme asustar como nunca antes, me advirtió que debía tener más cuidado si no quería que algo malo le pasara y traté de tranquilizarme más por mi bebé.
Miro fijamente por la ventana mientras acaricio mi vientre. Los recuerdos vuelven a mí, todos y cada uno de mis malos momentos; solía ser tan débil cuando estuve con ellos.
"Escucho los gritos de papá y me tapo los oídos. Quiero que pare, que mami deje de llorar, que ya no esté triste. Me gustaría estar ahí para decirle cuánto la amo y darle muchos besos en las mejillas como ella hace conmigo cuando estoy triste.
En un momento los gritos cesan y una puerta se cierra bruscamente. Papá se encerró en su cuarto, pero aún se escuchan los sollozos de mami. Me destapo los oídos pero pequeñas lagrimitas salen de mis ojos.
-Mi pequeña.- Mami entra a mi cuarto y corro a abrazarla muy fuerte.
-Mami.- Observo su rostro lleno de manchas violetas y hago una mueca-. ¿Qué son esas manchas, mami?
-No son nada, amor. Ya es hora de dormir.- Asiento y ella me acuesta en mi cama con sábanas de princesas.
-Tengo miedo.- Admito en un susurro.
-¿Por qué, hija?- Acaricia mi cabello con dulzura.
-Papi te está haciendo daño. No quiero que te grite y... tampoco quiero que llores.
Ella suspira y me mira a los ojos, los suyos ya se encuentran llenos de lágrimas.
-Hay cosas que no se pueden evitar, Olivia. Tu padre siempre será así, es mejor que te acostumbres. Algún día tú también tendrás un esposo, lo único que debes hacer es complacerlo. Ahora duérmete.- Susurra con dolor y sale del cuarto."
Esa fue la primera vez que me adoptaron, tenía apenas cinco años; una trabajadora social llegó a la casa de sorpresa un día en que mi "padre" estaba golpeando a mi "madre". Al parecer ella quedó embarazada, ambos estaban emocionados, pero luego descubrió que él la engañó con una stripper por sus "necesidades de hombre"; me daba asco. Ella perdió al bebé, y ese hombre empezó a golpearla debido a eso, pero a mí nunca intentó tocarme ni un solo cabello. La trabajadora social me sacó de ahí y volví al orfanato. No volvieron a adoptarme luego de eso hasta que...
-Ya debo superarlo... Fue hace mucho tiempo.- Murmuro para mí misma y me siento en mi cama.
-¿Por qué tan triste, Evans?- Esa voz. Levanto la mirada rápidamente y mis ojos se llenan de lágrimas al verla.
-¿Freya?- Pregunto con un hilo de voz.
-No, soy Angelina Jolie, estúpida.- Rueda los ojos, eso me confirma que sí es ella. Me acerco casi corriendo y la abrazo tan fuerte como puedo.
-Te extraño mucho, Frey. En verdad lamento lo que te hicieron.- Ella sólo me da una sonrisa.
-¿Por qué lo hiciste, Olivia? Yo no te crié así.- Frunzo el ceño, pero luego entiendo la pregunta.
-Yo no lo sabía, me dejé llevar por mis impulsos y...- Suspire.
-Y los recuerdos volvieron.- Concluye. Asiento.
-Esto es igual que la primera vez; creo que... jamás podré superar lo que me pasó ese día. Tan solo quiero que... se vaya. Que me deje y por fin pueda estar tranquila.- Lágrimas vuelven a caer.
-No te voy a decir que todo va a estar bien, ya que te estaría mintiendo... pero debes superarlo, Olivia. Eres fuerte, yo lo sé. Sólo debes luchar por tu libertad.- Asiento y la abrazo una vez más.
-¿En verdad estás aquí? ¿O sólo es... un sueño?- Niega con la cabeza, su hermosa sonrisa sigue en su rostro.
-Te quiero mucho, Olivia.- Me abraza nuevamente. Sé lo que eso significa. Es un abrazo de despedida-. Cuídate, y también a esa pequeña. Cuando ese momento llegue nunca olvides lo fuerte que eres.
-¿Qué momento?- Pregunto confundida.
-No puedo decírtelo ahora. Lo único que te pido es que cuides a tu pequeña porque créeme que ella es lo más importante que tendrás.- Pone su mano sobre mi vientre-. Aún sigo pensando que pareces Barnie embarazado.
-Estúpida.- Ruedo los ojos y ambas reímos.
-Ya es hora de que me vaya, Via.- Niego con la cabeza.
-No, aún no... Todavía te necesito. Por favor quédate.- Ruego.
-Debo volver a casa, ellos me están esperando.- Susurra con una sonrisa.
-¿Ellos? ¿Quiénes?
-Mis padres.- Nuevamente susurra. Abro los ojos sorprendida. Me relamo los labios y asiento, ya tomé una decisión.