Iván: No, mira todo lo que le encontré.
Dai: ¿Pero qué tiene de malo? son algunos ibuprofenos y unas gotas para el estómago.
Alfredo: ¿quién te los dio?
Dai: nadie, me los compro yo sola.
Iván: ¿quién sabe que tienes esto?
Dai: Pues mis amigos, mi abuela, mi tía, mi mamá y todos los que convivían diariamente conmigo.
Elsa: ¿y nunca te dijeron nada?
Dai: no, De hecho mi mamá fue la que me dio permiso para que empezara a hacerlo.
Alfredo: ¿y para qué los tomas?
Dai: estos los tomo por los dolores de cabeza y estas cuando me siento mal.
Iván: pues yo me quedo con todo esto.
Dai: ¡pero son míos!
Iván: Ya lo sé, pero los voy a tener guardados yo y cuando los necesites me los pides.
Alfredo: es lo mejor.
Dai: está bien.
Elsa: veníamos hablar contigo.
Alfredo: Así es, tenemos buenas noticias para ti.
Dai: sobre qué.
Alfredo: pudimos convencer a tu mamá que te deje vivir aquí.
Dai: ¿en serio?
Iván: sí, Obviamente que no sabe que estás con nosotros, pero llegó a un acuerdo con Verónica, la madre de tu amiga Ángeles, ella se hará cargo de ti, podríamos decir... legalmente y nosotros en lo demás.
Dai: ¡por fin! Ahora sí voy a estar más contenta.
Iván: Así me gusta, Te quiero ver tranquila y feliz y sobre esto, me los quedo yo y después vemos qué hacemos ¿okay?
Dai: okay.
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Un mes después.
Culiacán Sinaloa, México.
Dai: otro día más, dije aventando la mochila de la escuela a la cama.
Verónica: ¿tomaste tu pastilla hoy?
Dai: No, aún no, Supongo que por eso me agarra este dolor..
Verónica: puede ser, pero no es normal, todos los días Te agarra el mismo dolor y ya estás tomando más cantidad de medicamentos que antes.
Dai: Pues sí ¿pero qué más puedo hacer? tampoco me voy a aguantar el dolor.
Verónica: Pues sí, además ese salón era un completo desmadre.
Ángeles: todos los días es un desmadre y a los que sí nos importa terminar la prepa, no podemos estudiar, porque los otros traen un pinche desmadre.
Dai: sí ¿Pero igual puedes hacerme una cita con el doctor? porque esto ya no es normal y quiero quitarme las dudas.
Verónica: sí sí no te preocupes, hoy mismo hago la cita con el neurólogo y un oculista, porque también puede ser algo de la vista.
Dai: Está bien, gracias.
Ángeles: si quieres recuéstate un rato.
Verónica: Sí, recuéstate un rato, cuando esté la comida, yo te aviso.
Dai: okay.
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