Al otro día.
Culiacán Sinaloa, México.
Ángeles: Hola mami.
Verónica: ¿¡Y eso!? ¿por qué se vinieron antes?
Ángeles: por cosas que pasaron, pero no te preocupes que está todo bien.
Verónica: ¿seguro?
Ángeles y Lucas: sí.
Verónica: está bien.
Cristian: ¿podría decirle a Dai que quiero hablar con ella?
Verónica: Daiana no está aquí ¿no venía con ustedes?
Lucas: No, Ella llegó antes que nosotros.
Verónica: pues aquí no está, Lo más seguro es que haya ido con su familia a la Sierra.
Cristian: está bien .
Lucas: A dónde crees que vas, dijo deteniendo a su amigo del brazo.
Cristian: pues me voy a buscarla a la Sierra.
Lucas: ¡Ni se te ocurra! si está con su familia en la sierra, Lo más seguro es que ya estén enterados de lo que pasó y deben de estar esperándote con un Franco tirador, si te apareces por allá, te van a convertir en pólvora.
Cristian: no me importa, no le tengo miedo a la muerte, ya lo sabes, yo necesito hablar con Daiana.
Lucas: Pues sí, pero no puedes.
Cristian: ¡Necesito hablar con Daiana!
Ángeles: hazle caso a Lucas, Deja que las cosas se enfríen un poco por favor.
Cristian: está bien, dijo de mala gana.
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Badiraguato Sinaloa, México.
Panu: Buenos días mi reinita ¿Cómo estás?
Dai: pues no muy bien, Anoche no pude dormir bien, los dolores de cabeza empezaron a ser muy fuerte, como antes.
Panu: ¡lo sabía! sabía que esto te iba a generar problemas.
Dai: yo también ¿pero qué quieres que haga? los problemas no los puedo evitar, por eso me vine para acá.
Panu: Ya lo sé y aquí te vas a quedar.
Dai: gracias ¿mi hermano está dormido verdad?
Panu: sí ¿por qué?
Dai: por nada, termino de desayunar y voy a dar una vuelta por el rancho.
Panu: está bien.
Dai: Ash ¡Ya déjame en paz!
Panu: ¿qué pasa?
Dai: este maldito teléfono que no deja de sonar desde ayer.
Panu: deben de ser tus amigos.
Dai: no, ya sabes quién es.
Panu: aver, dámelo...
¿bueno?...
Cristian: Dai, mi amor, Escúchame por favor...
Panu: no Soy Daiana, Más te vale que la dejes en paz cabrón, ella no quiere saber absolutamente nada de ti...
Cristian: pero escúch...
Panu: nada, déjala en paz, ya sabemos todo, si no quieres aparecer tirado por ahí con unos balazos en la cabeza, déjala en paz... Adiós, dijo para luego cortar la llamada.
ahora sí, ahorita cuando se despierte tu hermano, le diré que lo guarde él, así Tú no tienes la tentación de agarrarlo, Al fin que aquí en el rancho hay miles de cosas para hacer, dijo Después de apagar el celular.
Dai: Está bien, gracias..
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