Hace miles de años, en un planeta marchito y seco, donde la vida era una batalla constante de adaptarse o morir, en el subsuelo se desarrollaba una pobre civilización de criaturas insectoides conocidas como los "Kurcocs" que sobrevivían escondiéndose bajo tierra alimentándose de carroña; la familia de los Kurcocs era extensa y la comida y el refugio eran escasos, los Kurcocs que se atrevían a salir a la luz del sol del planeta morían al instante, el cuerpo frágil de los insectos no soportaba la gravedad y la luz del exterior, y como si fuera poco, los cazadores merodeaban los exteriores.
Un día, los ancianos Kurcocs de la tribu estaban planeando crear a un espécimen capaz de resistir el exterior; el procedimiento requeriría sacrificios y un doloroso ciclo de sufrimiento y adaptación. Los ancianos pasaron años experimentando con diferentes Kurcocs neonatos, desde su nacimiento los enterraban a pocos metros de la superficie y un trozo de carne muerta; el olor de la carne incitaría a las larvas escarbar hasta llegar a la superficie por alimento, esa era solamente la primera fase del plan de los ancianos. Más de 100 larvas morían irremediablemente y ninguna era capaz de llegar a superficie y sobrevivir, hasta que por fin UNA larva lo logró. La larva se arrastró por semanas entre la tierra hasta salir del suelo en busca de comida, sin embargo las complicaciones comenzaron; la larva dejó de respirar y moverse a tan solo 5 minutos de completar la primera prueba, los ancianos rescataron la larva y la llevaron al refugio; antes de que la larva muriera los ancianos la llevaban con la Kurcoc reina para ser alimentada.
La segunda fase consistía en obligar a la larva a aferrarse a la vida; la larva regresaba a la superficie a que sobreviviera, enfrentando diferentes adversidades la larva moría y revivía forzosamente, el joven insectoide era obligado a sobrevivir a las temperaturas extremas, la gravedad aplastante de la superficie, los depredadores, etc. Cada vez que moría era regresado al nido, habían días en que el espécimen regresaba mutilado, moribundo y con heridas mortales; esto resultaba perfecto para los ancianos, pues en el nido la criatura tomaba su tiempo para sanar y regenerarse de sus heridas y volver a la superficie. Está preparación para el insecto le causaba un dolor insoportable y cada vez que sobrevivía a dicho dolor se regeneraba más fuerte y adaptado.
Antenas largas para explorar el terreno, un exoesqueleto resistente a cualquier ataque o ambiente extremo, extremidades adaptadas para moverse a gran velocidad, garras retractiles para defenderse de los depredadores y también el servían para cazar.
Los Kurcocs llamaron al espécimen perfecto: Papa Cors.
Papa Cors se convirtió en el super depredador de su planeta y asesinó a su propia especie. —Este planeta ya no tiene alimento para mí! Para qué quedarme en este planeta de muerte si puedo plagar y conquistar otros mundos...?— Y así comenzó la travesía del insectoide más peligroso del universo; viajando de planeta en planeta extinguiendo toda luz de vida hasta ser capturado y encerrado en el Páramo.
(Presente)
Papa Cors parece tener la ventaja en el encuentro al no recibir ningún daño por parte de Damian. —Kairi! Por qué escogiste a ese insecto para participar? Su mera existencia es un pecado contra la naturaleza! No podemos permitir que siga con vida— Dice Vein cuestionando la elección de Kairi. —No olvides el propósito de este torneo. Todos los prisioneros seleccionados tienen un nivel de peligrosidad parecido, tarde o temprano todos se matarán entre ellos, no estás interesado en ver quién es capaz de asesinar a ese insecto?— Responde Kairi mientras ve de reojo las gradas del público. Los prisioneros en las gradas comienzan a hacer apuestas entre Damian y Cors. —Si Cors gana esta pelea tú limpiarás los retretes por 50 años.— Si Damian gana me quedaré con tu almuerzo hasta que yo salga!—
Mientras tanto Damian se queda pensando en una estrategia para vencer a Cors, sin embargo este último vuela a gran velocidad y ataca a Damian con su garra retractil. —Maldición! Es más rápido de lo que predije!— Cors da una estocada y Damian apenas logra moverse y la garra apuñala su hombro; Damian cae de rodillas al suelo y Cors lo mira con una sonrisa asesina. —Qué ironía! Mírame a los ojos y dime quién es el insecto! Insecto...—