¿Casualidad o Destino?

La audiencia en la Arena del Páramo se queda en un silencio de incertidumbre al ver a Damian acabando a sangre fría a su oponente Cors, las sonrisas y burlas que antes subestimaban al joven demonio se convierten en murmullos; mientras tanto Damian está saliendo de la jaula concluyendo de esta forma su participación en la primera etapa del torneo. —Excelente elección Kairi! Jamas creí que el Páramo albergara guerreros tan formidables... Me hace querer participar yo mismo...— Exclama con entusiasmo Kimon mientras con un movimiento con su cetro restaura la arena de combate que sufrió daños por la pelea.
Tras una ligera pausa Serj y Vein están por presentar a los peleadores de la tercera lucha. —Las emociones están rompiendo el techo de la arena, y es hora de que anunciemos la tercera lucha!—

Vein presenta al primero en ingresar a la jaula. —Qué es lo que define a un hombre? Su fuerza!
Cuál es la más pura expresión de la fuerza? Las artes marciales!
Y quién es el mejor artista marcial? Ese es solo uno, él es: EL MAESTRO RHAMAAAAA...!!!— Al sonido de un gong y los tambores, de la entrada oeste sale un hombre con cabeza de camaleón, un hombre de avanzada edad, y envuelto en una bata como un tapiz que muestra sus hazañas. Rhama camina lentamente hacia la celda y se desprende de su bata revelando su cuerpo cubierto de cicatrices y su falta de brazos.
La multitud observa con impresión y atónita la presentación y la entrada de Rhama, preguntándose cómo un anciano sin brazos puede ser un maestro de artes marciales; los mismo se preguntan en el palco de Kimon. —Jejeje... Qué interesante peleador, a pesar de su falta de brazos este hombre se ve confiado y tranquilo. Cómo fue que un hombre como él terminara en el Páramo?— A lo que Kairi responde leyendo la ficha de Rhama. —Wow, mire esto lord Kimon. Al parecer fue el emperador Fugus quien mandó a encerrar a Rhama hace más de 500 años.— El emperador Fugus? Ah sí, escuché sobre él mucho antes de mi ascenso como emperador del universo, a diferencia de otros emperadores que se suponen deben velar por el bien y el equilibrio del universo, Fugus fue más conocido por ser un emperador malévolo y corrupto.— Entonces es probable que ese tal Rhama terminó en el Páramo por mero capricho del emperador Fugus.— Discuten Kairi y Kimon suponiendo el pasado de Rhama.
Es turno de Serj en presentar al rival del Maestro Rhama. —En un antiguo planeta extinto existió una tribu que adoraba a la muerte, su culto era la muerte, su credo era la muerte, vivían para matar y morir. Ahora no es más que una leyenda, o eso se creía hasta hoy, pues aquí está el último líder de dicho culto, su nombre es SABAAAAATH...!!!— La entrada este se llena de humo morado oscuro con un olor a incienso, las antorchas de la arena se apagan por completo dejandola en una total oscuridad, solo se escuchan unas hoces chocando entre sí; de la niebla densa aparece un hombre con una máscara de porcelana de gato y un sombrero de peregrino y moviendo sus hoces. Es Sabbath, quien se dirige a la celda rodeado de un aura fría y sombría, la niebla densa parece seguirlo como una sombra viviente que lo rodea.

Ambos peleadores se acercan encarando el uno al otro, la tensión es palpable y todos en la arena, las gradas, la prisión entera están expectantes a lo que está apunto de suceder. —Maestro Rhama, es ese su nombre, verdad?— Pregunta Sabbath con una voz tétrica y sin alma. —He esperado ésta oportunidad para hablar con usted, es una pena que sea en esta circunstancia.— Hmm, jamás había visto a un guerrero de tan extravagante aura...— Exclama el anciano intrigado en el poder de su oponente. Mientras tanto en el palco Kimon y Kairi tampoco ocultan su intriga y Kairi es la que expresa sus expectativas en el combate —Qué tal! Parece que ésta tercera lucha será decidida por el destino...!— Serj y Vein concluyen la presentación y dan inicio a la pelea. —El hombre que vivió la pasión de las artes marciales, el Maestro Rhama!— Contra el último heraldo de la muerte, Sabbath!— Que Suene La Campana E Inicie La Pelea!!!—