La Prisión del Páramo

La leyenda del Abanico de Montañas

(Hace muchos años)

Hace muchos años, en el antiguo planeta natal de Sarray; cuando sus antiguos dioses aún caminaban sobre la tierra, entre ellos se encontraba el Indomable Tharros, Dios Guerrero de las montañas; un dios amante de la guerra y ambicioso.
Un día el estoico dios tuvo un sueño que superaba sus más grandes deseos, el arma perfecta para un dios como él, por lo que encomendó la tarea de forjar la espada perfecta a los mejores herreros del planeta. Tanto humanos como dioses herreros se reunieron y comenzaron la misión de crear la espada de Tharros. —Quiero Una Espada Digna De Mi Título Como Dios Guerrero De Las Montañas! Quiero Que Cuando Las Montañas Tiemblen Y Los Vientos Soplen Con Fuerza, Sepan Que Es Mi Espada Desplegandose Sobre Los Cielos!!!— Esas fueron las palabras que gritó el gran Tharros.

Dioses y humanos herreros se reunieron y comenzaron el forje de la espada, buscaron el mejor material para fabricarla, desde la piedra volcánica más pura hasta los fragmentos más extraños de las estrellas que caían del cielo. Los herreros martillaban y templaban el metal durante días y noches sin descanso. A medida que trabajaban los herreros invocaban el poder de la naturaleza en la espada; el viento susurraba, el fuego ardía y la tierra temblaba.
Finalmente tras largos años de trabajo, la espada fue terminada y empuñada por el indómito Dios Tharros, su enorme hoja parecía capaz de cortar hasta la montaña inamovible y las nubes del cielo; así Tharros le dió un nombre que representaba su poder y reputación como dios guerrero de las montañas: "El Abanico de Montañas".

Con el Abanico de Montañas, Tharros viajó por el mundo logrando varias hazañas, derrotando a las Manticoras y las Hidras. Los años pasaron y los dioses se alejaron de los mortales, y las historias de Tharros y el Abanico de Montañas se convirtieron en leyendas, algunos incluso afirmando que dicha espada jamás existió; se decía que de existir, aquel que logrará empuñar la espada será capaz de desplegar el terror de la naturaleza sobre el mundo, las montañas caerían, los vientos arrasarían con todo y las tormentas devorarán tanto a los dioses como a los hombres, y su portador sería invencible...

(De vuelta al presente)

Sarray se levanta con esfuerzo tras recibir el contraataque de Gumi. —Maldición! Usó mi propia fuerza en mi contra, no se lo perdonaré!— Susurró la asesina. Mientras tanto todos en la arena siguen observando con emoción la pelea, incluso algunos prisioneros parecen disfrutar la pelea. —Cerveza fría y ver dos mujeres hermosas pelear! No hay nada mejor! Jajaja!!!— Dice uno de los espectadores mientras bebe su tarro de cerveza.
La pelea continúa y Sarray sigue lanzando ataques a Gumi, pero esta última sigue usando su "Mariposa de los Vientos" para contraatacar a Sarray.
Carajo! Sin importar cómo la ataque ella sigue burlándose de mí! Es la primera vez que alguien sobrevive así a mis ataques...— Vuelve a susurrar Sarray, sin embargo esta se vuelve a levantar y empuña su espada fuertemente con ambas manos. —Hey grandulón! Estás ansioso de mostrar tu poder, no es cierto?— Le susurra Sarray a su espada y esta empieza a brillar con intensidad; Sarray toma distancia, levanta los brazos y su espada se eleva, y con un fuerte movimiento Sarray y su espada liberan una feroz ventisca que aturde momentáneamente a Gumi y le impide reaccionar.

La pelea parece cambiar de curso! Sarray está usando su enorme espada y provoca un enorme viento que hasta a nosotros nos sacude!— Es la legendaria espada del planeta natal de Sarray...!— Gritan con emoción Vein y Serj. Por otro lado, Sarray vuelve a sacudir su espada y provoca una segunda ventisca y saca volando a Gumi hasta chocar con la jaula. —Admira, mocosa! Este es el poder del legendario "Abanico de Montañas"!!!— Grita victoriosa Sarray mientras levanta su espada, pero no lo hace en señal de victoria; Sarray se prepara para golpear el suelo con su espada. La espada choca contra el suelo y este comienza a temblar y quebrarse. —Increíble! El Abanico de Montañas de Sarray hace temblar el suelo, Gumi pierde estabilidad!— Es el momento para que Sarray tome la delantera en la pelea— Continúan narrando Serj y Vein, mientras tanto Sarray aprovecha y vuelve a intentar su ataque de hace un momento; balancea su espada aumentando su velocidad y su peso, Gumi trata de repelerlo con su Mariposa de los Vientos, pero le cuesta trabajo y eventualmente sufre el ataque de Sarray y su pesada espada: La Caída de Mil Mundos.
Y Dió En El Blanco!!! El Devastador Golpe de Sarray Dió en el Blanco!— No creo que Gumi pueda levantarse después de eso...— Comentan impactados Serj y Vein, mientras tanto Sarray se muestra ligeramente cansada. —Te dije que no sería flexible contigo! Te lo mereces por engreída!— Le grita Sarray al cuerpo inmovil de Gumi en el suelo; Sarray camina lentamente a la salida de la jaula, sin embargo un silencio inunda la arena, el cuerpo de Gumi se mueve poco a poco, recobrando la sensibilidad; pero una anomalía se presenta en el cuerpo de Gumi, su cabello comienza a crecer y moverse como si tuviera vida propia y este levanta a Gumi del suelo. Gumi levanta la mirada y esta es más sádica que antes, al igual que su voz, antes tranquila e inocente, ahora fría y perversa. —Qué bien! Qué bien, qué bien... Ese último golpe fue algo realmente hermoso... Ahora me toca a mí, mostrarte mi verdadera belleza!—




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