La Profecía

Capítulo 9: Boomer

I wish I could make myself stay,

But our hearts don't live in the same space,

So tell me how to break yours with grace.

 

Espero a Bash en una banca afuera de la cafetería. Repaso en mi cabeza todo lo que tengo que  decirle. Por el rabillo de mi ojo puedo ver como alguien se acerca a mí. Bash se acerca con una sonrisa en el rostro.

—Hola hermosa—me saluda con un rápido beso en los labios.—¿Tiene mucho esperándome? 

—No mucho—miento. 

La verdad es que llegue como una hora antes. Estoy muy nerviosa. No sé como hacer esto, como empiezo. Se sienta a mi lado alegre. 

—¿De qué querías hablarme?

—Yo. Mmhh. Estuve pensando toda la noche...—me atrevo a decir cuando una señora se acerca a mí para entregarme un café.

—Es para ti—me mira con una amable sonrisa, lo tomo para no parecer maleducada, mira a Bash antes de irse. Él parece lucir confundido, pero algo me dice que sabe que está pasando. 

—Ve de quién es—dice emocionado.

Veo el vaso con café con el ceño fruncido. Leo la dedicatoria que esta escrito del otro lado. 

—¿Qué dices, quieres ir a la fiesta de bienvenida conmigo?—me quedo sin palabras. 

Le había dicho que no estaba planeando ir, que era mejor que pasáramos la noche en casa, imagino Molly le dijo que mis planes cambiaron. Espero que alguna chispa de emoción llegue, pero no lo hace. Ayer algo cambio dentro de mí. No me siento de la misma forma que él. Lo quiero y siempre lo voy a querer, pero no como él quiere. 

—Bash yo... No puedo—dejo el café a un lado, me acomodo mejor para verlo de frente. Esto hace que sea aún más difícil de hacer. Frunce en ceño sin entender lo que está pasando. Respiro hondo antes de hablar.—Los últimos dos años que he pasado contigo han sido geniales. Has estado ahí para mí siempre. Eres alguien en quien puedo confiar, alguien que de poco a poco fue ganando un espacio en mi corazón, eres alguien muy especial para mí. Yo te quiero, te quiero mucho—toma mi mano acariciándola con cariño, pero la aparto lentamente.—Y siempre voy a estar agradecida contigo y por todas las cosas que compartimos. 

—No tienes nada que agradecer—intenta alcanzarme de nuevo, pero me aparto. Busca mi mirada sin comprender. Mi visión se torna borrosa por las lágrimas que empiezan a formarse en mis ojos. 

—Esto no es fácil para mí. Lo último que quiero es lastimarte y créeme que me duele ser yo la que tenga que hacer esto, pero... Creo... Yo...—Esto es más difícil de lo que creí.—No puedo verte como algo más, creo que es mejor que continuemos como solo amigos. 

—¿Es por cómo me comporté ayer?—su rostro veo el conflicto que siente por intentar arreglar esto, por hacerme cambiar de opinión.—Sé que ayer fui un poco duro contigo, pero estaba preocupado por ti. No sabía dónde estabas, pensé que algo te había pasado. 

—Lo sé, lo entiendo y aprecio que te preocupes por mí, en verdad lo hago, pero ese no es el caso. El problema soy yo, no puedo verte como algo más que un amigo—mira el suelo como si no pudiera creer lo que estoy diciendo, como si esto fuera una pesadilla de la que despertará en cualquier momento. Pongo mi mano en su hombro, rápido se güira a verme.—He estado pensando mucho en esto...

—¿Hace cuanto?—pregunta con un nudo en la garganta. 

—¿Hace cuanto qué? 

—Hace cuanto piensas en romper conmigo. ¿Fue algo que hice? ¿Algo que dije? Si es así, podemos arreglarlo. Solo dame otra oportunidad...

—No has hecho nada malo Bash.

—¿Entonces porque quieres dejarme? No lo entiendo Kate. En verdad que no. 

Aparto mi mano de su hombro jugando con el dobladillo de mi falda nerviosa. Bajo la mirada hasta mis manos. 

—Mis sentimientos cambiaron. Te quiero Bash, pero no de la manera que tu quieres—el dolor de mis palabras se hacen visibles en su rostro.

—Por favor, no me hagas esto. Solo necesitamos más tiempo. Por favor—sus ojos forman una capa de agua.

—Lo siento—digo casi en susurro. Lágrimas resbalan por su rostro hasta caer al suelo. Aparta la mirada de mí sin querer verme. 

—Tengo que irme—se levanta del asiento molesto.

—Bash, por favor perdóname. Yo...

—No tengo nada que perdonarte, me has hablado con la verdad de tus sentimientos hacía mí. Es sólo que, pensé que sentías lo mismo—niega con la cabeza.—Creí que estábamos bien, creí que eras feliz conmigo, creí que me habías citado aquí para decirme que te habías arrepentido y querías ir al baile, creí tantas cosas—murmura las últimas palabras apenas mirándome.—Tengo que estar solo.

Se va antes de que pueda decir algo. No puedo creer lo que acabo de hacer, lágrimas caen por mis mejillas, debí saber que no importa cuantas veces lo repasara, por más que buscara las palabras correctas para decírselo, debí saber que iba a terminar hiriéndolo de igual forma, que no hay palabras para hacer esto sin que alguien de los dos no salga lastimado.

Permanezco unos minutos sentada en la banca dejando las lágrimas correr. Sabía que no iba a ser sencillo, pero demonios como duele. Bash es una de las pocas personas que puedo decir son como mi familia. La idea de no volver a verlo me parte el corazón. 

El cuerpo comienza a dolerme por estar en la misma posición por un largo tiempo, el sol comienza a esconderse, el aire empieza a enfriarse. Es momento que vaya a casa si no quiero que la noche me alcance. Me paro de la banca con los músculos entumecidos. 

No puedo evitar la sensación de que alguien me está siguiendo con cada paso que doy. Cada vez que me doy la vuelta para ver si hay alguien no veo nada más que la calle vacía. Me güiro de nuevo segura que escuche algo. Nada. No hay nada. 

Me doy la vuelta para continuar mi camino, mi corazón salta en mí pecho, un pequeño samoyedo está sentado delante de mí, observándome. Respiro hondo de nuevo relajándome. Me observa moviendo la cola de un lado a otro. Más tranquila paso a su lado siguiendo mi camino. No me detengo hasta llegar a casa. Puedo escuchar pisadas detrás de mí. El pequeño me siguió todo el camino hasta aquí. Entro a mi casa dejándolo afuera, hasta que no puedo con mi conciencia, abro la puerta de nuevo. Todavía está allí esperando sentado en el porche. Ladeo mi cabeza analizándolo, él no tarda en imitar mi movimiento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.