Medallón de Vida

El corazón ya estaba dibujado en el suelo, con sus arabescos dentro. Lo encendí con mi aura, mientras Johan observaba los corredores. No podíamos permitirnos que alguien nos vea, ni siquiera Sybill o Severus. Para ellos, nuestra magia necromante estaba prohibida.

- Almas benditas, almas de luz, abran las puertas que nos separan y dejen libre a Mytrle Elizabeth Warren.- Susurré a una rosa blanca.

La rosa se separó de mi mano, flotando en el interior del corazón violeta. Poco a poco, Myrtle “La llorona” estaba corporizada frente a nosotros. Se llevó las manos al rostro, asombrada de su textura, de estar encarnada.

- Tienes dos horas. Es lo mínimo que podemos regalarte, Myrtle. – resumí rompiendo el círculo de protección.- Pasado ese tiempo serás atraída hacia aquí, y volverás a ser un espíritu ¿Has comprendido?

Agitó sus dos colitas mientras asentía. Me abrazó.

- ¡Gracias Nela! ¡Eres una gran amiga! – salió corriendo hacia la Torre de Ravenclaw. Lugar que me provocaba nauseas con sólo pensar volverla a pisar.

- ¡Vaya magia que la acompaña, querida señorita Roses!- exclamó Mc.Gonagall del otro lado de los baños. Fulminé con la mirada a Johan- Oh, no, no se enoje con el señor Knight. Fue difícil encontrarlos. ¡Qué bueno es verla recuperada!

- ¡Profesora Mc.Gonagall! ¿Qué hace por aquí? – pregunté mientras borraba mentalmente el corazón dibujado con mi aura. - ¿Ocurre algo?

Minerva Mc.Gonagall se acercó a nosotros, con sus manos cubiertas por las mangas de su túnica verde.

- El profesor Dumbledore me pidió que los ayudara a entrar a la Torre de Gryffindor. Para el señor Knight es una tarea sencilla, pero me temo que para usted…

- Lo sé. No se vería bien que una protegida por la Casa Slytherin entrara en terreno enemigo.

Ella asintió.

- Vengan conmigo, entonces.

Mientras caminábamos por el pasillo, nos topamos con Severus. Intentaba mantener la compostura, que mi corazón no saltara hacia afuera expulsado por sus latidos, pero mi mente siempre me jugaba en contra y manipulaba a su par sentimental por el camino incorrecto.

- Severus…- dijo Mc.Gonagall- No te molesta que tome prestada a la señorita Roses, ¿Verdad?

- En lo absoluto, profesora- respondió solemne, movió su capa, evidentemente molesto- Trate de no enviarla a la enfermería, la señorita acaba de recuperarse y odiaría tener que involucrarme para salvarle la vida, por segunda vez.

Sus ojos oscuros se estacionaron en mí. Lo fulminé con la mirada, él no se dio por aludido.

- Tal para cual…- me susurró al oído mi amigo.

- Tú, te callas…- musité.

Snape siguió su camino, nosotros continuamos siguiendo a la profesora Mc.Gonagall, quien hablaba con el cuadro de una mujer regordeta.

La mujer en el cuadro comenzó a cantar, la puerta se abrió y ante el murmullo del interior, entramos. Los alumnos de Gryffindor cuchicheaban ante mi presencia.

- ¿Qué hace ella aquí?- inquirió una chica de cabello pelirrojo.

- Ginny…- atajó Johan- Nela es de los buenos.

- No lo creo…- murmuró otro alumno.- Ella es de Slytherin…

Harta de ser vista como la villana, levanté mi bastón. Mi aura salió disparada hacia todas direcciones, mientras los alumnos ahogaban su exclamación de sorpresa.

- ¿No les enseñan a ser respetuosos con los demás?- comencé- Yo no estaría viva sino fuera por el profesor Snape, que si no me equivoco es el Director de la Casa Slytherin ¿O no? – hice una pausa- Aprendan esto chicos: el veneno de una serpiente puede matar, de hecho, muchas veces lo hace. Pero, también puede curar. Nunca se olviden de ver el lado bueno de las cosas…y de las personas. Se sorprenderían…

Mc. Gonagall aplaudió.

- ¡Muy bien dicho! ¿Han oído lo que dijo la señorita Roses?- volvió a aplaudir- ¡Ahora todos a cenar!

De repente, todos se habían olvidado de nuestra presencia. Salieron en masa hacia el exterior, Johan los animaba mientras lo saludaban chicas y chicos. Puse mis ojos en blanco, mi amigo pareció darse cuenta.

- Es que soy encantador…- dijo exhausto. Mc.Gonagall se rió por lo bajo.

- Eso es lo que crees, pero ¿Quiénes somos nosotras para cuestionarte, si estás tan feliz en tu mentirita?