La Profecía Rota - Libro 3 de la Saga De Lug

SEGUNDA PARTE: El Fugitivo - CAPÍTULO 46

—Dana, estoy aquí— dijo Calpar en su mente.

—¡Gracias al Círculo! Comenzaba a creer que había perdido mi habilidad— le respondió ella.

—¿Cómo estás?— preguntó Calpar con la suavidad del que sabe que está hablando con un alma frágil que acaba de trepar hasta el borde del abismo y puede volver a caer en cualquier momento.

—Bien— contestó ella. Había ansiedad en su voz, como si tuviera mil cosas que contarle y muy poco tiempo para hacerlo—. ¿Dónde estás?

—En Kildare. ¿Dónde estás tú?

Dana demoró un momento en contestar, como si estuviera sopesando la distancia a la que se encontraba.

—En una vieja cúpula climática un par de kilómetros al norte de Cryma— respondió al fin.

¡Cryma! ¿Qué podía estar haciendo Dana en Cryma? Luego recordó: Cryma era el lugar donde ella había conocido a Lug. Tal vez había ido allí para recordar ese momento de su vida con él. Calpar no pensó que eso fuera bueno, eso solo lograría reabrir sus heridas.

—Calpar, han ocurrido muchas cosas, una más increíble que la otra— continuó ella—. Cuando decidí abrir este canal, pensé en tres posibles personas para comunicarme: Zenir, mi padre y tú. Descarté a Zenir porque tiene otras cosas que resolver en este momento y no puede ocuparse de mis problemas, y descarté a mi padre porque en sus ansias de hacerme volver con él a Tu Danacum no me hubiera escuchado, pero espero que tú sí lo hagas, Calpar. Espero que abras tu mente para las cosas increíbles que voy a contarte y que no pienses que estoy perdiendo la razón o que he perdido todo contacto con la realidad. Estoy más cuerda ahora de lo que estuve durante estos diez años, así que por favor te pido que me escuches y que me creas.

—Por supuesto, Dana. Estoy aquí para ayudarte en lo que necesites— la tranquilizó él.

Dana suspiró. ¿Por dónde empezar? Si le decía de buenas a primeras que Lug estaba vivo y que había vuelto al Círculo, Calpar se cerraría y pensaría que estaba loca de pena y que había inventado una fantasía para poder soportar el dolor de su pérdida. No, empezaría por lo otro, aunque fuera tan inverosímil como el regreso de Lug.

Dana le relató a Calpar cómo había espiado a un Antiguo hablando nada menos que con Guilder de Faberland en el bosque de los Sueños. Le dio a entender que ella era consciente de la rareza de un encuentro semejante, pero que era real. Ella no sabía cómo ni por qué Guilder estaba en medio de un bosque, a la intemperie, lejos de Faberland y hablando con un Antiguo, pero le aseguró que ambos estaban planeando la destrucción de Eltsen y la Cúpula de Faberland. Ante su desconcierto, Calpar no objetó su relato, lo que es más, ni siquiera estaba sorprendido de que tal encuentro hubiera ocurrido. Por un momento, Dana pensó que Calpar evitaba contradecirla por compasión y por temor a que ella cortara la comunicación, pero ese pensamiento fue desterrado de su mente cuando Calpar le informó que el nombre del Antiguo era Math. Obviamente, Calpar tenía otras fuentes de información y estaba más al tanto de las cosas que ella. Tal vez también sabía de Lug… Esperanzada, indagó los conocimientos de Calpar sobre los eventos recientes del Círculo.

—¿Cómo sabes que es Math?— le preguntó.

Calpar le explicó que había estado en Faberland y que la destrucción de la que ella había oído en esa conversación secreta estaba a punto de ocurrir. Le contó cómo Math había manipulado a Eltsen, y le habló del destino de Pol y de Tarma a manos de aquel manipulador asesino.

—Pobre Tarma— musitó Dana, preocupada—. ¿Sabes dónde está ahora?

—No tengo idea.

—Calpar, debemos ayudar a Eltsen y también a Cryma— lo urgió Dana.

—Por supuesto, por eso vine a Kildare. Voy camino a hablar con Nuada, pero me pareció útil pasar por aquí para pedir ayuda a Neryok. Frido está aquí, refugiado, escondiéndose de los sacerdotes. Él me ha proporcionado información valiosa pero desalentadora. Math está reclutando un ejército a través de la Nueva Religión. Piensa destruir Faberland, y tomar Kildare y Aros, solo para empezar. Dana, Math puede dominar las mentes plantando instrucciones que sus marionetas llevarán a cabo aun a la distancia, es parte de su habilidad extendida, de su pacto con Wonur. Sinceramente, ha organizado las cosas de forma tal que no creo que los Tuatha de Danann y los kildarianos sean suficientes para detenerlo. A estas alturas, tal vez ni siquiera podamos llegar a tiempo para detener la destrucción de Faberland.




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